Un grupo de amigos son reclutados por los dioses para hacer frente a un mal ancestral que recientemente escapo de su encierro, una historia fantástica con suspenso, amor, acción y un toque cómico.
Los árboles alrededor de la avenida Les Champs-Élysées empezaron a ser decoradas rápidamente por un servicio contratado por los jóvenes. Luego se empezaban a armar las largas mesas sobre la calzada. El general Gustavo inspeccionaba todo desde cerca, aún faltaba un día pero quería que todo vaya en orden.
En Versailles una de las banderas imperiales flameaba orgullosa en la parte más alta del palacio.
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Mientras que otra de ellas se movía sin cesar en un mástil de la entrada junto a dos grandes estatuas de Mario y Mirta.
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La tercera y última bandera representaba el simbolo del nuevo emperador pero aún no estaba terminada, recién lo estaría para su coronación.
Gas había preparado mate dulce, como acostumbraba, fue con su tía Nidia (Mamá de Fiama) y sus primos Franco, Ezequiel y Fatima. _Buenos días saludó él.
_Hola papi dijo Nidia alegremente, Que raro es verte levantado por la mañana bromeo.
_Jaja... si, lo se, no quedo otra que acostumbrarme contestó Gas.
_¿Y mi hija y yerno?
_Fiama duerme y Gustavo fue a París ha hacer unas cosas, contestó Gas.
_Haa, ¿Y cuando nos vas a dar un recorrido por la ciudad? Preguntó Nidia... la vez pasada vinimos pero no recorrimos nada.
_Mmmm... no lo se, cuando quieran, lo ideal sería juntar a toda la familia y recorrer juntos, casi ninguno conoce Francia.
_Genial respondió su tía.
_Gastón, ¿te puedo hacer una pregunta? Dijo Ezequiel.
_Claro.
_¿La que nos invitó es tu esposa?
_Mmmm... no, respondió Gas... mi esposa es otra, Chloë.
_Haaa, ya me parecía contestó Ezequiel. ¿Y porque Chloë no nos mando a buscar como Katie? Preguntó
_Pero.... Ezequiel... como vas a preguntar eso interrumpió Nidia.
