Un grupo de amigos son reclutados por los dioses para hacer frente a un mal ancestral que recientemente escapo de su encierro, una historia fantástica con suspenso, amor, acción y un toque cómico.
Eran las 11:15 de la mañana en Ginebra, Suiza la gente realizaba su vida cotidiana, trabajos, quehaceres domésticos entre otras cosas, hasta que todo se oscureció. El sol desapareció, todo mundo se asusto y nadie entendía que pasaba. La ciudad quedo en completa oscuridad. Un ciudadano más del montón señaló a las alturas. _ ¡Miren, Ahí!... deben ser nuestros generales que vienen a ayudarnos. Pero muy lejos de eso estaba. En las alturas seis sujetos vestidos con túnicas negras y sin dejar ver su rostro observaban a la ciudad. Uno se separó de ellos y avanzó. _ Mirensé, solo son un saco de carne, un recipiente hecho para sus almas. Humanos sepan que hoy empieza su fin. Ese ser tan tenebroso se elevo aún más en los aires.
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_Humanos sus vida ahora me pertenecen. Del señor oscuro un fuerte viento empezó a salir pero no soplaba sino que absorbía todo a su paso, como si se estuviera alimentando. La gente empezó a envejecer de golpe y a caer muerta como si estuvieran secas. Uno a uno los ciudadanos murieron hasta que la ciudad quedo vacía. El dios había succionado sus vidas y sus almas.
Los otros cinco, sus jinetes, ya reencarnados solo observaron. Hasta que uno de ellos, Justamente el "sin nombre" o "sin rostro", llamado así porque nadie lo había visto o aquel que lo veía simplemente no sobrevivía, se acercó
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_ Mi señor, espero que haya saciado su sed. _Mi sed, es insaciable viejo amigo. Contestó la deidad, con una voz de ultratumba, una voz gruesa y rasposa, sonaba como un murmullo fuerte que se elevaba sobre cualqueir otro sonido y penetraba directo en la cien, hasta una persona sorda podria oirlo.... muestra al mundo tu poder mi jinete. _ Como desee maestro. La entidad levanto un brazo y apunto hacia la desolada Ginebra. _"Ciclo Devastación" Una inmensa bola de luz se formo de en su mano y se disparo contra la ciudad. Al impactar la explosión se escuchó hasta la misma Grecia donde los generales aún dormían. La técnica del tenebroso sujeto reemplazó la ciudad por un inmenso cráter de cientos de kilómetros de ancho y varios de profundidad. _ ¡Jajaja! Bien hecho, supongo que entenderán el mensaje. Expresó la deidad. _ Si lo entienden lo mismo pasará con Atenas, hecho a reír el jinete. _ Así se hará. _ Mi señor, interrumpió otro de los ahí presentes. _ Habla Astro. _ Es la hija de Hades, Chloë, se acaba de casar con el General Gastón. El dios rió amenazador. _ Excelente, justo como estaba escrito. ¡Soma! El jinete se adelantó. _Quiero que te encacargues de esos dos y les llaves nuestro obsequio de bodas. El oscuro volvió a reír. _ Lo haré de inmediato mi señor. El jinete dio media vuelta y desapareció en el aire. _ El resto siganme, iremos a entregar otro mensaje, pero esta vez se lo daremos a un dios en persona. El ser oscuro y sus cuatro restantes jinetes se retiraron observando lo que antes era la ciudad de Ginebra.
