Boxeadora Oculta

Capítulo 20.

—¿Quieren dejar de disculparse ya? Nada cambiará, HT no cambiará de opinión ni dejará de amenazarme con Kelly. —Gruño una vez más cerrando la cremallera de la mochila repleta de dinero.

—Es que fuimos quiénes te buscamos. —Jeremy parecía realmente angustiado con toda esta situación.

—No sé que le ha pasado. Juro que él no era así. —Susuró Molly. Dejé caer los brazos con la mochila negra en manos.

—Chicos. —Me giré hacia ellos bajándole al enojo. —Ustedes no tienes la culpa de nada. Si Cameron Artud es un hijo de puta ustedes no tienen por que sentirse mal. Recibiré la mercancía, ya, luego todo estará bien, todo saldrá bien ¿qué tan difícil puede ser? Solo dejen de disculparse. —Intenté mostrar una sonrisa pero creo que salió una mueca. Molly sonrio dándome un corto abrazo.

—Tenemos todo listo. —Jeremy sacó unas llaves de su bolsillo dejándola en mis manos. —No irás en tu coche, pueden registrar tu placa si algo pasa, tomé uno de los autos de HT e irás en este, su placa es falsa. También pusimos un chip en el auto para saber donde te diriges, también, por si algo pasa. Esto es un microfono, ahí podrás cominicarte con nosotros y también estaremos escuchando todo, y esto es una camara, nadie la notará, estará puesta delante en tu chaqueta, no te la quites por nada. La mercancía te la entregará un señor de entrada edad, su nombre es Peter Wish, estará vestido de traje blanco, siempre está vestido así. No te asustes al verlos, él no estará solo, sus hombres siempre estarán con él. —Puso tras mi oreja un pequeño aparato y para comprobar habló. Se escuchaba perfectamente. —Te entregan la mercancía y te marchas. —Asentí a todo entendiendo lo que decía.

—Faltan 20 minutos para que caiga la media noche. —Anunció Molly.

—Vamos, el auto está fuera. —Jeremy se adelantó y nosotros le seguimos. Al llegar, un audi r8 blanco estaba parqueado a una esquina fuera del club.

—¿Estás seguro qué esta es la dirección? —Pregunté revisando la dirección una vez más.

—Si, solo guiate de ella y si no, nosotros te iremos indicando por el micrófono. —Respondió Jeremy abriendo para mi la puerta del coche.

—Bien, aquí nos vemos.

—Alexander se pondra como la mierda en cuanto sepa de esto. —Susurró muy por lo bajo Rene, quién se ha mantenido al margen de la conversación.

Entré al auto cerrando la puerta detrás de mi. Cerré lo ojos por un momento tomando suficiente aire. Llevé mi vista al frente y luego saqué el celular de mis bolsillos asegurándome de no tener mensajes ni llamadas de Fil.

Ya había ido al hospital y había informado a Fil de no poder amanecer con Kelly, ella gustosa aceptó quedarse por mi esta noche. Kelly ya estaba dormida por lo que no pude despedirme de ella, solo pude besar su frente y dejarle su oso de peluche en brazos.

Encendí el auto y las luces alumbraron el camino. Miré por última vez a los chicos y luego antes de bajar y no hacer nada arranqué el auto saliendo por la desierta calle oscura.

Mentalmente me dispuse a maldecir a Cameron Artud todo el camino.

....

Al llegar al lugar dejé el auto a una distancia no muy lejana. Miré por el cristal. Unos cincos hombres estaban parados frente a un jeep negro, a una esquina, un hombre robusto estaba parado con una pistola en manos, los demás estaban parados al igual, solo que no les pude ver armas. Estaba intentando dar con el hombre trajeado de blanco como me había dicho Jeremy, pero no había nadie de blanco.

—No veo a nadie de blanco. —Hablé sin dejar de mirar al frente. No tardé en recibir una respuesta.

—Peter no está fuera, es posible que esté dentro del jeep. —Respondió Jeremy del otro lado. —Acércate. —Apagué el motor del auto y luego de tomar una bocanada de aire salí. La fría brisa hizo bailar la cola de mi cabello amarrado. El lugar era desierto, un pequeño puente y un rio, no había mucha luz pero si la suficiente como para ver cada rostro. Empecé a caminar hacia ellos hasta que la voz de Jeremy me detuvo. —Detente. No te acerques más. —Hice lo que me pidió mostrando firmeza bajo la atenta mirada de todos.