Boxeadora Oculta

Capítulo 50.

«El verbo leer no soporta el imperativo».

....

Dejo caer mi cabeza atrás chocandola contra la pared. Abro y cierro mi mano en un intento de aligerar el calambre que de a poco voy sintiendo. La cadena suena contra el metal y Laura se sobresalta. Sorve su naríz y baja la mirada.

-Laura. -Con cuidado levanta su rostro. -¿Cómo te han atrapado? -Inquiero.

-Iba de camino a casa cuando unos hombres me acorralaron y-y... -Solloza por lo bajo volviendo a llevar su mirada a sus temblorosos dedos. -Pensé que intentarían violarme como aquella noche donde me salvaste. Pero entonces me taparon la boca con algo suave y luego desperté en una habitación oscura. -Abraza sus piernas pegando su cabeza de estas. -Entré en pánico e intentaba correr. Me golpearon.

-Tranquila. -Digo al notar y rompe a llorar nuevamente.

Suelto un suspiro y miro la puerta. Me levanto de la cama y camino hasta donde la cadena me permite. Miro el candado y en un segundo tiro con fuerza de la mano.

Ahogo un gemido de dolor y sostengo con la mano libre la parte afectada.

-Te estas lastimando. -Susurra Laura clavando sus ojos en mi.

Tomo aire y cuento hasta tres. Vuelvo a tirar con mayor fuerza y esta vez dejo salir un sonido adolorido.

-Ángel, te lastimas...

Mi cuerpo sale volando contra la pared chocando con violencia. El sonido de algo explotar me deja escuchando un sonido irritante, con la cara pegada al suelo me sostengo los oidos soltando quejidos de dolor.

Abro los ojos viendo un hueco bastante grande en la habitación. En el suelo yacen pequeñas llamas y el humo nubla mi vista.

Escucho el quejido de alguien y es cuando recuerdo a Laura.

Me arrastro con dolor hasta ella y sostengo su rostro.

-Niña. -Abre los ojos alterados mirando a todos lados.

-¿Qué está pasando? -Su cuerpo tiembla y se sacude como una maraca.

-Mírame, mírame. -Entorna sus ojos sobre mi respirando con dificultad. -¿Estás bien? -Asiente tragando grueso. -Han tirado una bomba. -Digo, al momento el sonido de disparos se escuchan y Laura suelta un grito de miedo.

Miro mi mano aun encadenada sobre la cama y tiro con fuerza nuevamente en un intento fallido.

Levanto el rostro cuando un cuerpo cae donde una vez fue una puerta. Los disparos eran muchos y con el paso de los segundos se escuchan más cercas. Mis nervios aumentan y me escucho a mi misma soltar maldiciones.

inconscientemente tomo del brazo a Laura y la lleva tras de mi al escuchar un disparo y otro cuerpo caer frente a nosotras. Tapo la boca de Laura callando sus gritos y miro a todos lados.

¿Qué coño está pasando?

Miro al frente, al suelo, y una pistola me da esperanzas.

Me giro hacía Laura y tomo su rostro.

-Escúchame. -Sostengo su rostro hasta que deja sus ojos sobre mi. -Necesito que me acerques la pistola. No puedo llegar hasta allí.

Fuera parecía haber un caos, todo eran disparos y gritos. Y la mansión amenazaba con caer ante tantos disparos.

-Hey, tú puedes. -Le aliento, la niña traga fuerte y asiente despacio. Se arrastra con cuidado hasta el cadáver y cuando tomará el arma, un estruendo de algo explotar le arrebata un grito.