Cinco minutos después me encontraba recostada con mi pequeña en brazos, mientras ella se divertía jugando algo en el celular de Fil, yo disfrutaba de verle así.
Recosté mi cabeza sobre el espaldar llevando mi vista hacía la ventana del hospital. Hace unos minutos atrás sentía mi cuerpo doler a causa de los recientes golpes. Lo importante es que Kelly creé en lo que le he dicho, no querrá saber la verdadera historia de estos golpes.
Escuché sonidos fuera de voces diferentes. Supuse y Fil hablaba con el doctor Andres.
Minutos después la puerta se abrió dejando ver el corpulento cuerpo de Fil. Sonreí devolviéndole la sonrisa que desde antes ya tenía plantada en su rostro.
Toqué el hombro de Kelly para que viese pero ella seguía jugando entretenida.
-Kelly, la señora Fil vino a verte. -Susurré. Fil levantó las manos aún sonriendo.
-No, descuida, no soy yo quién vino a verle. Tu amigo es quién vino a ver de Kelly. -Respondió alegre. Mi entrecejo debía estar tan juntos que no dudo y mis cejas esten unidas ya. ¿Amigo? -Le dejaré pasar.
Antes si quiera de que pueda decir algo, Fil se había ido.
Bajé la mirada a Kelly, iba dejado de jugar mirando ahora hacia la ventana que minutos atrás miraba yo. Acaricié su pelo haciéndola soltar una pequeña sonrisa.
-¿Qué piensas? -Pregunté en voz baja. De pronto mis ojos pesaban por causa del sueño.
-Extraño a Lucy. -Contestó levantando los hombros. Luego sonrió y jugó con sus dedos. -¿Creés que pueda verla? -Sabía que quería decir exactamente.
Lucy, hermana de Simon, el idiota bipolar que a poco soportas.
Y al que estuviste a punto de besar.
Me encogí de hombros pareciendo que no era un problema.
-Claro...
-¡Si! -Antes de mi palabra ser dicha ya Kelly me abrazaba sobre el cuello feliz de mi respuesta. Fue inevitable no golpearme la frente mentalmente.
Dejó mi cuerpo y luego de dejar un pequeño beso en mi mejilla retomó el telefono celular y despauso el juego. Pensé en preguntarle cual era el motivo de lanzarle bolas a más bolas de colores, pero me contuve, más porque mi cuerpo se sentía cansado que otra cosa. Algo que me llevó a dejar mi cabeza descansando sobre lo alto de la camilla y cerrar los ojos aún abrazando de la cintura a Kelly. Realmente, tenía una pequeña lucha de permanecer despierta y no acabar rendida como todo mi cuerpo lo pide.
No sé que tiempo había pasado, solo sé que dejé de escuchar el sonido del juego y el chirrido de una puerta abrirse lentamente tomó su puesto. Pensé en abrir los ojos pero no lo hice por dos razones: Debía ser Fil y Kelly está despierta, y lo segundo era que estaba tan cansada que mis ojos no quisieron abrirse.
Escuché el sonido del banco a la esquina ser arrastrado hasta quedar frente a la camilla. Fil siempre hace lo mismo. Kelly se movió entre mis brazos a lo que yo la sostuve mejor.
—Alex. —Susurró ella con tono dulce.
—Estáte quieta, pequeña. —Respondí sin abrir mis ojos.
—Alex... —Volvió a susurrar ahora algo extraña. Suspiré. Estuve a punto de decir algo si no fuera porque una tercera voz se adelantó.
—Asi suelen decirme mis amigos. —Maldita sea que conozco esa voz. Mis ojos se abrieron de golpe casi justo cuando me incorporé en la camilla.
—¿Alexander? —Todo cansancio desapareció de mi cuerpo como por arte de magia. Él no me miraba a mi. Miraba a Kelly con una mirada... No sé que mirada es, pero es una que nunca había visto en él.
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Boxeadora Oculta
AçãoElla debe ser fuerte, por ella, por las dos. Prohibida su copia y/o adaptación.