Capítulo 29.

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Observo el agua caer recostada del cristal de la ventana.

Hace poco dejé a Kelly en la cama ya que se había quedado dormida en el sofá. Alexander salió a comprar víveres, algo que me pareció una gran excusa. Le conozco hace poco y ya sé cuando miente u oculta algo.

Ahora me encuentro sola en su departamento, con una Kelly dormida y una televisión encendida pasando no sé que y pensando en todo y nada. Por lo que el sonido de la puerta me suena lejana. Aparto la laguna de pensamiento que rondan mi cabeza, incorporandome y bajando las piernas para poder caminar.

Arrastro los pies con pesadez hasta quedar frente a la puerta.

-¿Quién? -Pregunto pegando la frente de la madera cerrando los ojos con cansancio.

-Spider man. -Escucho un gruñido al otro lado luego de una maldición. -¿Piensas abrir la puerta o dejarme congelar aquí fuera? -Cuando le escucho por segunda vez es cuando me doy cuenta de que me había quedado con la frente pegada a la puerta, lo que me lleva a preguntarme si me estaba quedando dormida parada. Y es que realmente estoy cansada, no recuerdo cuando fue la última vez que dormí las horas necesarias.

Me incorporo abriendo la puerta dejando ver a una muy mojada y helada Molly tiritando. Entra a la casa con caminar de Pingüino y despegando la ropa mojada de su cuerpo.

-¿Por qué has salido sin paraguas? -Inquiero cerrando la puerta tras ella.

-Me han asaltado. -Suelta caminando hacia el pasillo.

-¿Qué? -Me cruzo de brazos yendo tras ella.

-Que me han asaltado. -Abre la puerta de la habitación de Alexander y entra a pasos lento. -Venía a verte cuando de pronto comenzó a caer toda esta condenada agua y oscureció. -Abre la puerta del closet y saca de allí un abrigo de Alexander que a mi parecer le daría por las rodillas a ella, y unos bóxer. -Y dos maleantes me han asaltado.

-¿Y por qué no has llamado para ir por ti? -Se para de pronto girandose con la cara sin expresión y la ropa en manos.

-¿Entendiste la parte de "me han asaltado"? -Pregunta con desdén. -¿Cómo carajos llamaría?

Oh, bueno, tiene lógica.

Me recuesto del marco de la puerta con los brazos cruzados.

-Me quitaré esta ropa mojada. -Dice para darse la vuelta e ir al baño.

-¿Te han hecho daño? -Pregunto a la puerta.

-No, solo se han llevado mi celular. Que era lo único que cargaba, gracias a Dios dejé la billetera en casa. -Murmura, el sonido de sus dientes chocando y su respiración pesada me dan un indicio de lo helada que debe estar.

Aparto mi cuerpo del marco de la puerta y me giro para empezar a caminar. Entro a la cocina y saco lo necesario para un chocolate.

Una vez todo listo camino al sofá con una taza de chocolate caliente en manos, dejo esta en la mesita y me siento subiendo los pies hasta llegar mis rodillas a mi pecho.

-Siento todos mis huesos helados. -Molly sale con el abrigo y unos grandes pantalones de algodón, secando su cabello con una toalla. Toma asiento en el sillón frente a mi y sube sus pies al igual que yo. -¿Esto es mío? -Asiento en silencio volviendo mi vista a la ventana viendo nuevamente el agua caer. -¿Cómo no amarte? -Dice en tono alegre, interrumpido por un estornudo. -No jodas. -Se queja.

-Cuando te conocí eras menos grosera. -Comento buscándole formas a las gotas en el cristal.

-Cuando te conocí prácticamente me mandaste a comer mierda ¿y me hablas de grosería? -Sonrío negando con la cabeza. De reojo la veo tomar del chocolate y llevar la vista a la ventana al igual.

Boxeadora OcultaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora