Capítulo 35.

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La lectura es a la mente lo que el ejercicio al cuerpo.

....

Tiro una servilleta manchada de sangre al suelo y vuelvo a mirar que no sangre más.

-Me has dicho que te golpeé como si fueses tú mi contrincante. -Me excuso dejando caer mi trasero a una esquina del ring.

-¿Te tomas todo así de literal? -Si, está cabreado.

Beth yace sentando a una esquina por igual, tomándose la nariz mandándome de vez en cuando una mirada fulminante.

Levanto las manos encogiéndome de hombros.

Me levanto del ring pegando mi rostro de unas de las esquinas. Tomo aire por la nariz y lo expulso por la boca en un intento de moderar mi respiración.

Hoy al ser el ultimo día de entrenamiento aquí, a de admitir que a sido duro, tanto para mi como para Beth quien tampoco a descansado.

Mañana es el día.

Esa en el día de hoy a sido la frase favorita de Beth y eso no sé siquiera como tomarlo.

-Está bien por hoy. Mañana es un largo día y debes descansar. -Le escucho decir a Beth. Levanto mi rostro girando un poco este para poder verle.

-¿No es muy temprano? -Inquiero. Estando aquí dentro y sin la vista de un reloj no me deja saber si es de día o de noche. Pero sé que a pasado menos hora de las que siempre hemos durado.

-Son las 6 de la tarde y como te he dicho: debes descansar. -Se tira del ring y toma una toalla.

Imito su acción y salgo del ring por igual.

-Hasta mañana. -Dice dando un guiño y tomando su bolso para irse.

Tomo una botella de agua y me encamino al baño.

....

Termino de guardar todo en la mochila y salgo del todo. No abro bien la puerta para salir del gimnasio cuando ya tengo a Simon parado frente a mi. Ruedo los ojos pasando por su lado cosa que no sirvió de mucho ya que viene tras de mi.

-Gracias, me encuentro mucho mejor. -Ironiza llegando a mi lado. Giro mi rostro dándole una mirada examinando su cuerpo. Su frente yace con varios puntos y algunos moretones en su rostro. Su hombro vendado y presiento que esta cojo de un pies.

-Suerte y no me pasó a mi. -Respondo volviendo a mirar al frente.

-Quiero hablar contigo. -Dice tomándome del brazo y haciendo que deje de caminar.

-¿Qué quieres, Simon? -Indago apartando su brazo del mío. Él se detiene por igual y me da el frente.

-Necesito que Brian me entregue la droga y el coche. -Suelta demandante.

-¿Y yo qué? Dícelo a él. -Cruzo los brazos en mi pecho.

-No me la quiere entregar. -Farfulla con los dientes juntos. -Si reporta el coche, estoy hundido. -De a poco una sonrisa va creciendo en mis labios cosa que él maldice por lo bajo.

-Así que estás en las manos de otro.

-De Brian. -Corrije pareciendo irritado. -Has que me entregue todo.

-No haré nada. -Sentencio firme. -De todos modos, son hermanos, se entenderán. -Le guiño un ojo provocando que su mandíbula se tense.

-¿Creés qué si caigo yo no lo haces tú?

-Y Cameron y aproximadamente más de cien personas. -Respondo con todo el cinismo que podría usar.

Y es cierto, cae uno y cae el club completo.

Boxeadora OcultaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora