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N O S S I G U EN

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N O S S I G U EN

El pelinegro sintió su corazón colapsar cuando un fuerte golpe lo hizo entrar en razón y bajar la cabeza a sus rodillas. Nuevamente golpearon la retaguardia de la camioneta con aún más fuerza.

—¿¡Pero qué carajo!? —, exclamó la rubia.

Su acompañante como puedo aceleró a la máxima velocidad. Logan cerró sus ojos y cubrió sus oídos al escuchar fuertes disparos a su alrededor, temblando bajo la tela de su ropa, aunque realmente podía percibirse incluso en el exterior.

Por otra parte la rubia luchaba por tener el control del volante debido a los constantes golpes que le impedían avanzar. No era su primera vez en una situación como esta, sin embargo, tenía un presentimiento insistente alojado en su mente.

Rápidamente dio un brusco cambio de velocidades y redirecciono su destino, tratando de esquivar a su adversario. Su corazón latía con fuerza, debido a la adrenalina, su cuerpo comenzó a sudar. Se encontraban en una persecución sobre una carretera casi sin circulación, con grandes árboles por las orillas y la fría noche rodeando el escenario. Por un corto instante volteó su mirada a su acompañante, si es que así se podía llamar, encontrando al pelinegro con la respiración entrecortada, los músculos de su delgado cuerpo tensos y los ojos cerrados. No supo en qué momento sucedió, pero de un segundo a otro, la camioneta se encontraba estancada entre los árboles, provocando que la rubia y Logan se propiciarán un golpe fuerte, tanto para que los oídos de Scherlott se desconectan y lo único que se escuchara fuera un pitido incesante.

Apretó los labios mirando a su alrededor, tratando de encontrar un escape, pero era en vano, las camionetas negras que antes la seguían ahora duplicaba en número, y se encontraban rodeandola.

-Jodida mierda -, maldijo y con agilidad tomó de los asientos traseros de la Suburban una ametralladora junto a una pequeña arma de fuego de menor tamaño pero del mismo tiro.

-Quiero que te quedes aquí, ¿me escuchaste? -, ordenó brutalmente mientras preparaba sus armas. Su vestido le impedía muchas acciones pero estaba lo suficientemente preparada para cualquier tiroteo. La noche también era un problema, la luna iluminaba un poco la oscuridad pero no era lo suficiente.

Con suerte y saldrían de allí con vida.

Con un poco de esfuerzo logró bajar del trasporte preparada para disparar. Quien quiere que fuese, si quisiera matarla, ya lo habría hecho pues estaba completamente desprotegida.

Nuevamente se escucharon estruendosos disparos que por milímetros se acercaban a ella. Con dificultad logró enfocar una silueta delante de ella. Una silueta femenina.

𝕽𝖊𝖎𝖓𝖆 𝕸𝖆𝖋𝖎𝖆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora