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C A M B I O S

Durante el año y medio que pasó de la explosión, Scherlott no olvidó de esos ojos marrones y esa cabellera castaña. Aún teniendo las manos de Zedequiel sobre su cuerpo, la mente de Scherlott algunas veces jugaba con ella poniendo la imagen dulce de Logan en sus pensamientos. Algunas veces. Es ese tiempo Scherlott no se dio a conocer, sólo asistía a eventos clandestinos con la conpañia del peligris.

En la mentalidad del castaño Scherlott está sin vida. Logan después de reencontrar a su tío continuó su vida. Ocasionalmente recordando la  memoria de su primer amor, de la mujer con la que perdió su virginidad, esa malvada mujer de pelo rubio. Volvió a Londres a recuperar su vida, que a manos del destino había sido arrebatada. Al cumplir los dieciocho se comprometió con una bella señorita de Kimberly.

Logan ahora esta casado, tristemente, y si pensaban que le esperaba una vida triste y sin sentir nada por ella, déjenme decirles que no es así. Al conocer mas íntimamente a Kimberly se dió cuenta de que no era la típica chica sin cerebro, creída y hipócrita, bueno, si era eso, pero solo por fuera. Se dió cuenta de que era una chica sensible que se preocupaba por los demás y que le gustaba ayudar.

Pero tranquilos, no se enamoro de ella, solo la ha estado tratando como su mejor amiga para hacer del matrimonio menos forzado y cómodo. Aunque en su mente sigue estando la mirada dominante de Scherlott que expresaban esos ojos azules, eso definitivamente se quedaría guardado en su corazón.

Él ahora vive con ella, se ven como toda pareja que se quiere mucho. Ella intentaba acercarse a él como algo más que su mejor amiga pero él se negaba a verla como su esposa, aunque legalmente ya lo es, y llevan medio año casados.

El tiempo pasa rápido y los cambios suceden. Y el hecho de que Logan se casara y viviera la vida matrimonial junto a una gran chica con un gran corazón, era uno de esos cambios. Logan poco a poco se iba olvidando de su primer amor, de esa chica de ojos azules, de Scherlott, y eso es normal, dejar el pasado en el pasado. Logan ya quería dejar atrás todo ya que sin Scherlott no tenía sentido seguir recordando a alguien que lo lastimó.

No volverían a Rusia.

Así lo sentenció Scherlott cuando cerró la puerta dando una última vista a esa cabaña vieja. Scherlott tenía que levantar nuevamente la Mafia de su familia. La mafia Smith. Y para ello tendría que regresar a su lugar de origen. Londres.

—Lo primero será buscar un lugar donde pasar la noche —, comentó Zedequiel mientras miraba el cuerpo desnudo de Scherlott secándose. Sin duda la palabra vergüenza no existía entre ellos. Él podía mirar el cuerpo de Scherlott y desearlo, más la única regla era no tocar hasta que ella lo deseara así.

—No debes preocuparte por ello —, Scherlott deslizó su falda roja de cuero sobre sus muslos. —La mansión Smith está disponible.

—¿Mansión? Nunca he conocido una.

—Me alegra que la mía sea la primera —, Scherlott terminó de vestirse y arreglarse en el hotel de la ciudad. Llegaron al aeropueto que los llevaría a Londres y se quedaron horas esperando a que el vuelo saliera.

Apenas pisaron el suelo de Londres el clima cambios en comparación con lo helado de Rusia. Scherlott y Zedequiel buscaron una cafetería para poder almorzar. Donde sucedió lo inesperado. Sus ojos azules brillaron, su rostro permaneció neutro contrario a sus pensamientos alegres. Zedequiel no se percató de la mirada de Scherlott sobre ese desconocido. No tal desconocido.

𝕽𝖊𝖎𝖓𝖆 𝕸𝖆𝖋𝖎𝖆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora