Scherlott es una mujer poderosa, algunos la tachan de cruel y despiadada. Logan es un joven estudiante de universidad que es secuestrado por una red de trata de personas. ¿Cómo es que sus caminos se cruzaron?
El objetivo de Scherlott es descubrir qu...
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Lo tenían atado a una silla de metal con cuerdas lo suficientemente fuertes para que no lograra liberarse, dentro de una oscura habitación con solo una tenue luz iluminando su rostro.
-El momento más divertido de esto -, susurro Eliott frotando sus palmas junto a una sonrisa llena de burla. La rubia detiene su paso antes de entrar en la habitación.
-Deja que yo lo haga -, ordenó de manera demandante y con una mirada cómplice y divertida.
El semblante de la ojiazul cambió a uno completamente neutral tanto que parecía tétrico. Sus orbes azules se fijaron en el menor de piel pálida y cabello azabache, conectando sus miradas, sintiendo el temor que trataba de ocultar el pequeño, y por alguna razón, eso le gustó. Se sentía poderosa (y lo era) pero estar delante de un alma inocente con ojos llorosos le provocaba sentir el control que evidentemente si tenía.
Se posicionó delante de él y a un lado de Eliott. Tratando de buscar en las expresiones faciales de Logan algún rastro de impureza, algún signo de maldad y alguna manera de tomar la información que quería de él. Pero su corazón se derretía al mirar la timidez del menor, la manera en que lamia sus labios en nerviosismo y sus constantes cruces de miradas.
-¿P-por qué estamos d-de nuevo aquí? -, se atrevió a preguntar, tratando de fortalecer sus palabras para que salieran relajadas, aunque falló.
Eliott se apresuró a abrir la boca para responderle de la manera que el conocía, brutal y agresivo para conseguir intimidar al menor, pero fue interrumpido por la voz hostil de la rubia.
-Por qué te haremos unas preguntas más -, Eliott se sorprendió al escuchar la respuesta anormal de Scherlott, ella generalmente no respondía las preguntas de sus "víctimas" -, coopera y seguirás con vida. Niega tus respuestas y cavas tu propia tumba.
Eliott estaba cada vez más confundido, la rubia hablaba con firmeza y hostilidad, pero había algo que se salía de lo habitual.
-No entiendo de que puedo servirles yo -, habló el menor bajando al mirada intimidado.
-Seré clara y directa, tus padres te mostraron códigos secretos que abren compuertas en todo tu hogar. Necesito de esos códigos para obtener la información que deseo -, Scherlott sonrió acercando su rostro al de él, sintiendo su reputación agitada cerca de sus labios -, le darás a Eliott esos códigos y comenzaremos con este juego, ¿si, angelito? -, se podría decir que la rubia hipnotizó al pelinegro con su mirada divertida y sus palabras hostiles pero con un toque de ternura que solo Logan percató.
Él no pudo evitar no separar sus miradas, incluso cuando Scherlott salió lentamente de la habitación dejándolo con Eliott.
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