𝕽𝖊𝖎𝖓𝖆 𝕸𝖆𝖋𝖎𝖆

𝟙𝟙

D I V E R C I Ó N

–¡No! ¡por supuesto que no! –,  trato de aclarar, pero su estabilidad temblo y de sus labios salieron negaciones que confirmaban la acusación  –, yo no me enamoro, de nadie.

Eliott dudó un poco de ella y volvió a hablar.

–Nunca he dicho que te hayas enamorado –, enfatizó –, solo pregunté si te estaba comenzando a gustar, y no es lo mismo.

En ese momento la vergüenza invadió a Scherlott. Se sintió expuesta, ella misma se había delatado ante Eliott, y ni siquiera se había percatado en cuanto abrió la boca.

–Como sea –, murmuró cambiando su humor repentinamente –, quiero que entrenes a Ligan lo más pronto posible. También quiero que lo dejes salir.

Eliott no replicó más y solo asintió en silencio. Observando el rostro contraído de la rubia, que jugaba nerviosamente con el lápiz en sus dedos, y desviaba la mirada avergonzada. Conocía esa faceta negativa y renegada de su amiga, la había visto así desde la llegada de ese chiquillo ojos de bambi, como él solía llamarlo. Sabia que Scherlott no estaba lista para aceptar que ese niño la estaba cambiando, y no iba a obligarla, tarde o temprano se daría cuanta de todo lo que estaba empezando a revolver dentro de ella.

Notaba la evidente cercanía y conexión entre ambos incluso cuando ellos no lo habían notado.

–Bien, lo haré –, concluyó alzando las cejas y acercando su rostro al de la rubia –, pero mejor que cambies tu pésimo humor, o sólo lograrás asustarlo.

–No se de que hablas –, afirmó Scherlott –, el no me interesa en lo más mínimo.

–No lo hagas perder la cordura, es un inocente bambi que aún cree en santa clous –, advirtió saliendo de la habitación dándole la espalda.

–Oh... es exactamente lo que haré.