Jamas nos dijimos mentiras.

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Un beso puede que signifique muchas cosas, Tom miraba a la pareja de jóvenes sobre el sofá.

Besos iban y otros venían en día viernes por la noche al ser él quien llegaba, José.

Su mirada llena de esperanza por ese amor que aprendió a compartir.

Daddy no podría imaginar que otra vez tenga que insistir a las adversidades por los padres de alguien que jamás imaginó conocer.

Un recuerdo de quien antes fue cambiaría su vida. Un beso que William daba a Samuel fue un momento en el que toque el cielo por primera vez.

-Flashback-

Era la segunda noche en la que Samuel duerme conmigo, una almohada es la que nos separa de estar totalmente en roces.

-No tienes porque tener miedo.

Repetí ya tres veces al quitarme la ropa y quedarme en unos brief amarillo.

-Esto es nuevo para mí, Usted dijo que...

Lo interrumpí.

-Daddy. Recuerda que puedes llamarme así, no me trates de usted por favor.

Sonreí al notar lo incomodo que se le hacía esto.

-Eso también es muy difícil para mí, yo...

-Está bien, seré paciente.

La luz de noche se apagó, pero a diferencia de la primera noche en mitad de la misma quité la almohada solo para sentir su piel que es mucho mas cálida que la mía.

Sentía como su delgadez lo ha tenido mal, acaricié sus mejillas y dejé que se recostara en mi pecho.

Se escuchaba el sonar de las hojas de todos los arboles, bueno quizá no todos pero si en su mayoría.

El frió que pasaba por toda la casa mientras él se acercaba cada vez un poco más a mí.

Al despertar él lo haría conmigo.

En su rostro habría ese gesto de: -Que hago aquí?

-Tranquilo, recuerda que ya no tienes porque temer. Estoy aquí para ti.

Tomé su mejilla y di un beso queriendo que fuese en otro lugar pero desperté queriendo que solo él confié en mi.

Él respiró confuso al notar lo temprano que era.

-Podría acompañarte?

-Seguro?

-Sí, no sé qué haré en este lugar.

-Puedes salir, toma las llaves.

-No, quiero ir contigo.

-Vale, ponte algo semi formal para ir a la empresa.

En el camino encargamos el desayuno en la oficina y salimos de lo más normal pues quería que él siga con su vida tal y como quedó inconclusa.

El camino sería como de quince minutos ya que iríamos por la carretera.

-Quiero ser honesto en todo, absolutamente en todo ya que no me gusta ocultar cosas.

-Me parece bien.

-Eres casado?

-No.

-Lo fuiste?

-Sí.

-Vaya.

-Tranquilo, no tengo hijos o una ex que te haga algún reclamo.

-Trabajas para esa empresa o es tuya?

Sugar Daddy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora