Sugar Daddy.

A quien buscas.

Samuel alcanzo a ver a William que bajaba de un carro.

La urgencia por llamarle debían de ser pausadas ya que su Daddy lo debía a registrar en una habitación mas acorde a él; Daddy no iba a pasar mucho tiempo en la habitación pero quería que Samuel estuviese más a gusto. Una suite sería ello que se diese para ambos.

El encargado de recepción cambio el detalle de las habitaciones.

-A quien buscas?

Preguntaría Daddy al ver a su acompañante inquieto.

-A nadie, me preguntaba si pudiese usar las piscina?

Claro que ello sonó muy dulce de parte del castaño, el encargado lo supo en ese instante. Samuel se desabrochó el tercer botón de su camisa pues era claro que le encanta mostrar sus cuerpo.

Daddy se sonrió y pasó su mano por el pectoral del castaño.

-Vaya, pero si estas muy acalorado...

Reía Daddy al tomarlo por la cintura y arquear la ceja mirando al encargado de recepción.

-Claro señor, pueden ocupar la piscina.

Mencionó el encargado al sentir el calor a centímetros del castaño.

-Iré a buscar algo y bajo.

Diría Samuel al distanciarse, tomó el móvil y enviaría el siguiente mensaje a Daddy.

-*Te espero en la parte de atrás del hotel, Daddy se irá y dice demora. Tengo mas que tiempo.

William no demoraría en responder.

-Dame unos minutos que Daddy está ocupado con unos señores, él también se ira y regresará tarde.

Minutos pasaron como segundos, el castaño estaría recostado a un carro esperando a William.

Eran ya al menos como se vestían y como lucían como chicos bien, pero en el sentido de estéticamente.

Ambos se pertenencia como ese estado critico que no debía de pausarse por sus respectivos Daddys.

-Tienes tiempo?

-Preguntó Samuel al ya acariciar el trasero de William sin dejar de basadle. 

-Sí.

El castaño lo tomaría de la mano e irían a cualquier lugar, uno en los que nadie los regresara a este mundo.