Y esta invitación?

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Abel era ese tipo seguro se sí mismo; cambiando su destino por completo, no solo haciendo a un hombre feliz sino que manifestándolo cada día.

Una carta en específico llegó a la casa de Evan, la respiración de Abel se convirtió en esa lentitud que pausó torpemente su corazón.

-Daddy...

Dijo en susurro al saber de dónde venía esta carta.

Muchos recuerdos pasaron por su mente y la mayoría no serían buenos, se agitó al soltar la correspondencia.

...

...

...

-Narra Evan.

-Abel, amor disculpa que no te pueda atender pero estoy en una operación.

Diría en una nota de voz enviada a W.app.

-Quiero que declines cualquier invitación, sería el único favor que te pediría por toda mi vida junto a ti.

Esto era algo que no comprendía.

Que se supone significa y peor al sumarle el tono en que lo pide.

-Abel, que ha pasado. Estoy fuera del quirófano y no es propio que hablemos pero esto me está preocupando.

-Solo compláceme en esto, di que no y prometo no pedirte nada.

-Termino en una hora y te llamaré.

Que equivocado estaría.

Al salir de quirófano un amigo que tenía mucho tiempo sin ver se presentó de manera sorpresiva.

-Harold.

-Evan.

-Qué haces aquí?

--Razones que explicaré, puedes atenderme ahora.

-Es que debo de llamar a alguien que me tiene preocupado.

-Supongo que ha de serlo pero primero te quitaré un tiempo breve.

-Harold, disculpa pero...

-Anda, solo serán unos minutos.

Una cosa llevaría a otra.

Esa conversación me aclaró muchas interrogantes del mundo en que vivía antes Abel; supongo que si se las hubiera preguntado él las habría aclarado sin embargo ese sería revolver un pasado que a él lo trajo a mí y que claramente le irrita.

Decir que no era algo que no sabría si decir, y afirmarlo tampoco.

Confirmé muchas posibilidades a ser o no un Sugar Daddy.

Pese a que Abel no podría ser parte nuevamente de este mundo, no pensaba renunciar a él. Esto ellos no lo pasarían por alto.

-Abel es alguien importante en muchos sentidos en mi vida, no pienso dejar nada por todo lo que ya tengo.

Dije ya molesto, aventé furia al saber que es a esto que ha venido. Sabía que a Harold le iba excelente pero jamás me imaginaba que se debe al pertenecer a este mundo.

-Evan, solo piensa en el tipo de pareja que puedes tener. Abel es uno de muchos, te lo digo yo y es que he conocido demasiados hombres parecidos en todos los sentidos.

-No, Abel es diferente.

-Te mueve la atracción que él despierta en ti, es solo eso.

-No te escucharé más.

-Te he visto durante mucho y pensé incluirte pero te la pasabas ocupado y es que no estaba seguro de que fueses como yo.

-No somos iguales! Tú eres alguien que usa y en cambio yo amo. Podrá que Abel perteneció a ese mundo pero he sido yo quien lo rescató. Cada noche al hacerle el amor me dice que he sido su príncipe que lo rescató de ese mundo de perdición.

-Ha sido ese chico un egoísta al pervertir todo lo que vivió con satisfacción.

-Da igual si es un mundo en el que puedo conocer a muchas parejas, acaso no quieres entender que ya tengo eso que no sabía me hacía falta? Eres tan egoísta que quieres arrebatarme lo que he rescatado para transformarme en el monstruo del que Abel escapó?

-Claro que no, será tu decisión finalmente la que te una a nosotros.

-No habrá ningún nosotros.

-Muchas cosas mejoraran, a tu pareja siempre lo ha movido el dinero.

-A todos nos mueve el dinero, solo que unos que otros nos termina afectando más.

-Piénsalo.

-Qué quieres que piense? Disfruta de tu mundo de infinita comodidad, tengo pareja, dinero y salud. El amor hace todo esto y no quiero renunciar a él por el infierno del que ha escapado.

-No puedes juzgar lo que no has vivido.

-Vivo la recuperación de mi pareja, no tienes idea de lo que dices si es que no has rescatado a nadie de ese mundo. Tú no sabes nada Harold.

Salí de aquel lugar encontrándome a Abel esperando para cruzar la calle.

-Daddy...

Su voz tímida y un beso desesperado.

-Tranquilo, re4spira que no aceptaré nada. Solo quiero ser tu Daddy...

Respondí el beso y tomé su mano yendo al carro.

Debía decirles muchas cosas pero jamás comentar lo que he dicho o con quien he hablado.

-No quiero perderte Evan, es que ha sido un shock recibir tal noticia.

-Descuida, prometo que no deberás de preocuparte de aquella carta.

-Seguro?

-Seguro...

Sugar Daddy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora