Sugar Daddy.

Antes de ti.

Si es de ver las señales que la vida nos pone delante he de decir que ignoré muchas de las tenía frente de mí.

Casi gran parte de mis 20 la pase en negación, unas personas que me gustaron las rechace solo por que no alcancé a aceptarme.

Ahora viendo a William de mi mano entendía que aunque sea feliz hoy también pude serlo en esa etapa de mi vida.

                       *Flashback*

Al principio del último año de colegio tuve la oportunidad de que me aceptasen en la mejor universidad para la especialidad que busco.

Mis padres no es que quisieran que acepte la beca ya que ellos insistían en que estudie otra carrera con una mejor universidad según ellos. Esa discusión que terminó muy mal porque yo no quería hacer de mi vida la que ellos querían ya que deje de ser ese niño al que le escogen la ropa que se debe de poner.

Salí de casa solo para dar un poco de exámenes y abrir cada vez más el tema que a ellos les fastidiaba.

Ser el hijo único de esa relación de padres doctores en Argentina fue un lujo pero también que ellos estén ausentes; agradezco todo lo que han hecho pero ya era hora de vivir por mí y no por ellos.

El año fue intermedio, pero finalmente llegó.

Ellos no querían aceptar que me iría; salí de casa sin pedirles su permiso ya que en breve cumpliría los 18.

Al cabo de unos meses ellos llamaban, su preocupación fue esa de ya aceptar que vivía por mí y no por ellos.

Cada vez nos distanciamos mucho más de lo que hacíamos cuando vivíamos juntos.

La primera fiesta se dio y un chico muy guapo me invito a bailar. Que tonto fui, él me daba bola y yo ni lo notaba.

Salimos en ese grupo grande a bailar. Chicos, chicas.

Una cosa llevó a otra y él me besó.

Fue muy lindo.

Fue muy virgen para mí, y no. Me refiero a besar a alguien que realmente me gusta y que le guste también.

Bajé la mirada y una cosa llevaría a otra pero no el mismo día.

Queriendo ser franco con papá solo me aventure a lo típico de "tengo al amigo de un amigo".

-Yo no acepto eso. Vos sabes que eso no iría en nuestra familia así que para ya de decir barbaridades como esas.

Papá se molestó y mi felicidad pronto era esa de darle la razón.

-Está bien papá.

Baje la voz.

Dejé de salir con aquel chico sin darle más explicación que un ''No puedo''

Fue horrible aquel momento, mi corazón se rompió.

Lo lastimé tanto a aquel chico que no me volvería a hablar y tendría que verlo con otros chicos.

Lamentaba por mucho el haberle hecho caso a mis padres.

Los años pasaron y a los 27, ya algo tarde decidí después de un año divorciarme de una hermosa mujer ya que era imposible que siga con esta farsa.

Nunca le fui infiel aunque la tentación siempre estuvo ahí.

Mis padres no estuvieron con la boda pero en definitiva se escandalizaron el que me divorciara.

Ese día hablé, bueno más bien ella con ellos pues no comprendían que no es que algo había mal en ella.

La dejé solo para que encuentre la felicidad con alguien que no viva una doble vida.