"Ve tranquilo"

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Narra Tom.

Samuel ya ha entrado en la casa, todo el día ha estado l clima con esta lluvia.
-Gracias a todos, pido disculpas por lo que causaron esos señores.
Diría Samuel mirando al piso.
-No seas tonto, no ves que  es lo que debemos de hacer.
William tomó su mano ya con sus raspones por haberse peleado con unos de esos tipos.
-No, esto no debía porqué llegar a tanto.
El móvil sonó.
Me alejé lo suficiente para poder escuchar las noticias de los padres de Samuel.
-Middleton.
-Si.
-Listo, los padres de Samuel estarán hasta mañana el medio día. Ellos aunque no es que puedan quieren ver a su hijo por última vez.
-Samuel no creo que acepte.
-Es atreverse a verlos una última vez, ellos estarán encerrados en uno de esos lugares que no se permiten visitas.
-Galeano no dejará que vaya solo.
-Cumpli con decírtelo. Cuídate y dale un beso a William de mi parte.
-Hey!
-Que era broma, a tu pertenencia le ha afectado lo ocurrido con Samuel.
-Fueron pareja, ni Galeano o yo vemos mal en que se preocupe aún uno por el otro.
-Entonces...
-No he dicho nada.
-No ha sido necesario (Riendo),  tranquilo que hubiese hecho lo mismo por esa pareja.
-...
-Middleton, tu secreto está a salvo conmigo.
Corté.
Darles la noticia no era buena pues José buscaba su pasaporte pues le fue notificado un viaje de la oficina que tenía para mañana a primera hora, uno de esos que no puedes cancelar.
Esperé a que todos se duchas en y ya en la cena lo diría.
...
No funcionó como pensé. Fue mucho peor.
-Dime por favor que no piensas en ir...
Susurró José.
William solo calló.
Que se supone debía de decirle.
-Daddy tranquilo, ve a tu viaje.
Samuel le sonrió.
-Samuel...
-Estaré con la policía, ellos ya no podrán hacerme más daño.
-Tom, dime qué irás con él.
José se acercó a mí. Su preocupación era tan latente que la sentía mía ya desde que todo empezó.
-Por supuesto, iré con Samuel.
Esa noche dormir sería complicado.
Eran muchas las cosas que han pasado, desde que empezó a llover esto no ha parado.
...
La noche se hizo día, el día era esa realidad que nos costaba creer.
...
Tomé la maleta que llevaría José al aeropuerto, esa que será solo por dos días.
-Te llamaré a cada rato,no apagues el móvil.
Su preocupación era esa que también tendría por William.
-Daddy ya te dije que vayas tranquilo, estaré bien.
Samuel tomó a José por la cadera, lo besó mientras esté botó el aliento.
Los tres le sonreímos.
-Esta bien, iré tranquilo.
Él nos dio un guiño.
-Cuidate Daddy...
Dirían William y Samuel al mismo tiempo.
...
Los horas pasaron muy lentas.
Pero finalmente las diez de la mañana se dieron.
Primero entrarían los abogados y luego los padres de Samuel.
La mirada de los adultos no era esa de estar contentos con ver a Samuel, aunque de cierta forma era mejor que se vean por una última primera vez.
Sí, primera pues estoy seguro que nunca se han visto de tal forma.
-Has ganado, vivirás en tu perversión!
Diría su madre.
-Que es lo que siguieron buscando de mí!? Nunca fuí algo que quisieran, porque me hacen esto ahora?
-Eres nuestro hijo.
Diría el padre.
-Eso no me funciona.
-No debemos porqué disculparnos. Tampoco te daremos explicaciones, ya arruinaste todo.
-Sin  ustedes un  asco de padres.
-Vale, tratamos de salvarte.
-Debemos de seguir con las consecuencias, ustedes con el hijo que no quisieron y yo con la mierda que me aventaron.
-Estas muerto para nosotros Samuel.
-Nunca quise que me vean como alguien vivo, ustedes se encargaron de matarme en plazos largos. Tuve la dicha que alguien me rescatase, fui luz para alguien. Él siempre me lo ha dicho.
Nos pusimos de pie.
Samuel agarró mi mano con tanta fuerza que era de entender que finalmente él enterró a sus padres.
...
-Queriendo pensando cómo no quisiera Daddy...
Fueron sus palabras ya al salir de la sala y darle un abrazo.
-Ven, vamos a casa. Has tenido suficiente de ellos.
-Necesito respirar, por favor aún no vayamos a casa...
-Esta bien, vamos por William. Caminaremos...
Era una de las pocas veces donde me sentía como cuando tomo a William de la mano, era esa sensación de querer protegerlo para que nadie lo lastimase.
William se acercó a nosotros, las palabras se desvanecieron.
-Willy, caminemos un poco.
Mencioné ya dejando el carro un momento en el estacionamiento.
-Quieres tomar mi mano?
William susurró a Sam.
-Si, estoy con mucho frío.
Pero él no soltó la mía, William iba del lado derecho y yo del lado izquierdo de Sam.

Sugar Daddy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora