"Olvidando lo que somos"

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Sugeriría que lo hicieran.
Dijese muchas cosas pero ninguna sería tan propia como atreverse a tomar el consejo de William y Samuel.

~Primer día~
~Narra Tom~

Saldríamos a la oficina.
Despertar es diferente, hablando en buenos términos quería decir que Galeano es de esos tipos de piel cálida pero por mucho la mía es esa que él busca en la noche.
Tomé la iniciativa al salir de la ducha a su lado. De ayudar a colocar el nudo de su corbata.
-Enserio que no ha sido necesario que te atrases por mí.
Diría él al meterse la caída dentro del pantalón.
-Descuida, que no tengo nada previsto para tan temprano.
Di un beso.
Salimos con esa sonrisa al separar sus camino del mío.
Conversé con William.
Los papeleos que Samuel ha empezado, el borde de su paciencia era esa en la que no podría ayudarle al estar él lejos pues no conozco a nadie.
-Que no hace falta Daddy, le han dicho que demora unos días.
Diría William al saber que me preocupa que esto se demore más de lo previsto.
-Te extraño, mucho más de lo que creí hacerlo.
-También te extraño Daddy. Tienes a José, todo bien?
-Y sí, salimos ayer después de dejarlos en el aeropuerto.
-Él primer día es difícil, Samuel también necesita de Daddy.
-Willy.
-Daddy?
-Enserio no estás celoso de que esté con Galeano?
-No. De él confío, de otro no. Ambos están sanos.
-Quería escucharlo eso, te llamo más tarde?
-Podríamos hacer una vídeo llamada.
-Bárbaro, suena mejor.
Corté.
...
...
Ya no tenía nada importante que hacer a la una de la tarde.
Llamé a Galeano.
-Vos qué haces?
Se escuchaba que nadaba en en carro.
-Estoy saliendo de la oficina, las dos reuniones que tenía programadas se suspendieron hasta mañana. ¿Por?
- ¿Y si venís por mí?
-Estas libre?
-Y si te lo digo es que sí. Anda, vení a verme que te espero en diez.
Él no demoró.
Fuimos a casa.
Nos pusimos algo cómodo.
En mi caso no quería estar encerrado.
En el suyo se notaba que quería aire.
Conduje en mi carro pues no me acostumbro al de él.
-¿Te importa si escojo el destino?
Quería saber si es que él tenía otro lugar en mente.
-No, adelante.
Desvié el destino a esa carretera en la que nadie suele ir y peor al ser jueves ya que siguen trabajando.
Su mano entonces empezaría a recorrer mi pierna, estoy seguro que hice esa mueca en la que él se sonrojo.
-¿Te molesta?
Su mano estaría por retirarse.
-No, para nada. Vos... Vos... Seguí...
Reí.
¿Concentración?
No, claro que no lo estaría.
Humedecía los labios ya al sentir su mano en la entre pierna desnuda.
-Para el carro...
Obedecí.
Ya no podría hacer otra cosa.
Lentamente.
Sus labios sobre los míos.
El roce de su piel sobre la mía, esa imagen en la que él empezaría a complacerme.
Una vez más, siendo el primer día sin ellos nosotros lo haríamos.
Y no, esta vez no lo trataría como a William ni él como Samuel.
Besaba los lunares que recaen en su espalda.
-Tenemos permiso para esto Daddy...
Susurré a la vez que le robaba el aliento.
-Y estamos sólo al primer día D...
No pudimos hablar después de esto, Galeano me tomó.
Está era la ocasión en la que él debía ser el top.

Sugar Daddy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora