—Está comenzando a nevar —anunció Phil al llegar una tarde de noviembre—; todo el jardín está cubierto de preciosas estrellitas y cruces. Hasta ahora no había notado lo bonitos que son los copos de nieve. Cuando uno vive con sencillez tiene tiempo para descubrir esas cosas. Dios os bendiga por haberme abierto las puertas de este mundo. Es realmente encantador preocuparse porque la manteca vale cinco centavos más.
—¿Ha subido? —preguntó Stella, que llevaba las cuentas de la casa.
—Ha subido... y aquí la tienes. Me estoy convirtiendo en una experta en compras. Es más divertido que coquetear —concluyó Phil.
—Todo está subiendo de un modo escandaloso —suspiró Stella.
—No importa; gracias a Dios, el aire y nuestra salvación son gratuitos —dijo la tía Jamesina.
—Y también la risa —agregó Ana—. Todavía no paga impuestos; y es una suerte, porque ahora os vais a reír: voy a leer la carta de Davy. Su ortografía ha mejorado muchísimo desde el año pasado, aunque todavía pelea con los acentos, pero posee el don de escribir siempre cartas interesantes. Escuchad y divertios, antes de que nos sepultemos en la gravedad de los estudios:
«Querida Ana:
»Tomo la pluma para decirte que estamos todos bien de salud y espero que tú también lo estes. Hoy está nevando un poco y Marilla dice que la Señora de los Cielos esta sacudiendo sus colchones de plumas. ¿La Señora de los Cielos es la esposa de Dios, Ana? Quiero saber.
»La señora Lynde ha estado muy enferma, pero ahora está mejor. La semana pasada se cayó por las escaleras del sótano. Cuando cayó se agarró del estante con todos los tarros de leche y las cacerolas, que se rompió y también se cayó y hizo un ruido magnífico. Marilla primero creyó que era un terremoto. Una de las cacerolas estaba toda abollada y la señora Lynde se golpeo las costillas. El doctor vino y le dio una medicina para fregarse las costillas pero ella se equivoco y se la tomo toda. El doctor dijo que era un milagro que no se muriera, pero no se murió y se curo las costillas. Y la señora Lynde dice que los doctores no saben nada. Pero no pudimos arreglar la cacerola y Marilla tuvo que tirarla. La semana pasada fue el día de Acción de Gracias. No tuvimos colegio y tuvimos una cena fantástica. Comí pastel y pavo asado y torta de frutas y nueces y queso y dulce y pastel de chocolate. Marilla dijo que me iba a morir, pero no me morí. Después Dora dijo que tenía dolor de óidos pero lo que le dolía era el estomago. A mí no.
»Tenemos un maestro nuevo. Hace todo en broma. El otro día hizo que los niños de tercer grado hiciéramos una redacción sobre la clase de esposa que elegiríamos y a las niñas qué clase de marido. Se murió de risa cuando las leía. Esta es la mia. Pense que te gustaría verla:
»"LA CLASE DE ESPOSA QUE ME GUSTARÍA TENER
»"Debe tener muy buenas maneras, tenerme siempre lista la comida y siempre tratarme muy bien. Debe tener 15 años. Debe ser buena con los pobres y tener limpia la casa e ir a la iglesia. Debe ser muy hermosa y tener cabello rizado. Si consigo una esposa así seré muy buen marido con ella. Creo que las esposas tienen que ser muy buenas con sus esposos. Algunas pobres mujeres no tienen ningún marido.
»La semana pasada fui a White Sands, al funeral de la señora de Isaac Wright. El esposo de la muerta estaba muy triste. La señora Lynde dice que una vez el abuelo de la señora Wright robó una oveja, pero Marilla dice que no debemos hablar mal de los muertos. ¿Porqué no, Ana? Quiero saber. No hay peligro en hacerlo, ¿no es cierto?
»La señora Lynde se puso furiosa el otro dia porque le pregunté si había vivido en los tiempos de Noe. Yo no quería ofenderla; sólo quería saber. ¿Vivió, Ana?
»El señor Harrison quería librarse de su perro. Una vez lo colgó pero el vivió y se puso a correr por el granero mientras el señor Harrison cavaba la fosa, y entonces volvió a colgarlo y esta vez se quedo muerto. El señor Harrison tiene un peón nuevo. Es patizambo. El señor Harrison dice que tiene los dos pies izquierdos. El peón del señor Barry es haragán. La señora Barry lo dice, pero el señor Barry dice que no es haragán exactamente, sino que piensa que es mas fácil desear las cosas que hacerlas.
»El cerdo premiado de la señora Andrews que ella estaba tan orgullosa se murió de un ataque. La señora Lynde dice que es un castigo por su orgullo. Pero yo creo quo fue peor para el puerco. Milty Boulter ha estado enfermo. El doctor le dio una medicina que tenia un gusto horrible. Le ofrecí tomarla yo por un centavo, pero los Boulter son muy tacaños, Milty dice que prefería tomársela el y guardarse la moneda. Le pregunte a la señora Boulter como se hace para pescar un hombre y se enojó mucho y me dijo que no sabía, que nunca había pescado ninguno.
»La S. F. A. va á pintar otra vez el salón. Están cansados de tenerlo azul.
»Ayer vino el ministro nuevo a tomar el te. Comió tres pedazos de torta Si lo hubiera hecho yo la señora Lynde me habría llamado glotón, y el comía ligero y tragaba pedazos grandes y Marilla siempre me dice que no se debe hacer. ¿Por que los ministros pueden hacer lo que no pueden hacer los niños? Quiero saber.
»No tengo nada mas que contarte. Te mando seis besos, xxxxxx. Dora te manda uno; este es el de ella. x. »Tu querido amigo »David Keith.
»PD: ¿Quién es el padre del diablo, Ana? Quiero saber.»
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ANA LA DE LA ISLA
Teen FictionVol.3/8 En esta flamante etapa, Ana, junto a viejos y nuevos compañeros, dejará atrás los días de su infancia y descubrirá la vida en su plenitud; verá publicado su primer relato, e incluso recibirá su primera propuesta de matrimonio. Aunque no todo...