Júralo Por Mí [#UAI2]

C a p í t u l o 24: "Cita sorpresa"

(Kyle)

Traspasando el cristal de la ventana, los primeros rayos de sol de septiembre hacen su aparición. Tardo un poco en darme cuenta de que ya es el primer día del mes, después de ser informado por el calendario de mi teléfono móvil. A pesar de que una pequeña sensación de tristeza me oprime, intento a toda costa mantenerme en el lado positivo de este comienzo, aunque conlleve a reanudar mi visita diaria a la universidad un año más.

Porque en el noveno mes de hace un año, la conocí a ella.

Obviamente no fue la mejor forma, apenas nos habíamos visto antes y ni siquiera podíamos soportar vernos las caras, pero de alguna forma el destino se las apañó para vernos juntos. Esto me ha hecho aprender que hay ocasiones en las que la buena suerte aparece de entre la mala suerte, eso descubrí cuando el amor llamó a mi puerta y yo sin embargo no estaba preparado para dejarle paso.

No creía en el amor, era un iluso que pensaba que ese sentimiento era un sinsentido subjetivo que desperdicia todo tu tiempo. Consideraba que jamás sabría lo que es amar a alguien, me menospreciaba constantemente diciéndome a mí mismo que sería imposible que alguien se enamorara de mí. Escondía mis debilidades mediante palabras que sabía que no eran veraces, pero aun así yo no me daba cuenta de ese error.

El conocer a Kelsey me hizo tener claro que no siempre conoces de una buena forma a las personas a las que querrás con locura en un futuro. Pensaba que en el hipotético caso de que volviera a sentir esas mariposas en el estómago, sería en un bonito campo al aire libre junto a una chica tímida y amable.

Obviamente Kel no es nada de eso.

No obstante, su carácter fuerte y su aspecto rebelde hizo que, de alguna forma, mis retinas capturaran su imagen para no borrarla jamás. Sus ojos azules, esos que me parecen tan fascinantes, fueron lo primero que me conquistó.

Supuse que su comportamiento se debía a problemas externos, y no me equivoqué. A pesar de que en un principio la odiaba, me sentía incapaz de dejarla a su suerte sabiendo que en realidad no tenía en quién confiar. Normalmente desprecio a los demás y no interfiero en sus vidas, pero al parecer esta chica fue la excepción.

Hasta yo mismo me sorprendí al ver mi actitud frente a ella. Sentía la necesidad de apoyarla, creía que en el fondo era una buena persona. Veía cómo además de a Alice, no tenía a nadie más, y por una vez tomé la iniciativa y decidí indagar más en su vida.

El tiempo pasó y con él su confianza en mí aumentó considerablemente. Me contó sus problemas, fui su pañuelo de lágrimas en todo momento, de ser desconocidos que se detestaban pasamos a ser buenos amigos. Aunque cuando descubrí que en ese entonces ella tenía un novio abusivo, me dispuse a protegerla hasta tal punto en el que me metí en una pelea con ese imbécil y fui expulsado. Y cada vez se hacía más difícil el no sentir algo más que amistad entre nosotros, pero yo no quería admitir que ella era alguien especial para mí, simplemente por mi miedo a ser rechazado.

Así que de una forma extraña, ella fue quien se confesó un trece de enero, a lo que respondí de la misma forma. Esos días me sentía tan feliz que todo parecía un sueño, mis días junto a Kelsey mejoraron considerablemente después de que nos hiciéramos novios.

No sé lo que pasará en el futuro, pero de lo que sí estoy seguro es de que haré lo posible por cuidarla y hacerla sentir como la chica más afortunada de este mundo.

Alejándome poco a poco de mis pensamientos observo rápidamente los alrededores de mi habitación y me levanto de la cama de un salto, sin saber de dónde demonios he sacado mis energías.

Una gran idea es la causante de mi muy inesperado buen humor.

Abro la puerta lentamente, esperando no encontrarme de cara con mi querida madre. Desde el día del accidente ha sido excesivamente protectora, tanto que incluso lleva todo este tiempo entrando en el cuarto de baño como si nada preguntando si necesitaba ayuda para ducharme.