C a p í t u l o 21: "Una verdad no creíble"

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(Kelsey)

La enfermera se hace a un lado para dejar paso a nuestras inesperadas visitas, aún sonriendo amablemente hacia nosotros.

Más vale que la interrupción sea por un motivo razonable o denunciaré al hospital por falta de privacidad entre pacientes y acompañantes.

Por la puerta aparece un adulto joven que ya hacía tiempo que no veía. Parece ser tan intimidatorio como siempre, derrochando confianza en sí mismo y mostrando una sonrisa ladina a medida que va entrando en la habitación.

-Señor Williams... -musito al ver al hombre frente a nosotros, un tanto sorprendida. Por el rabillo del ojo puedo ver que Kyle hace una mueca de desagrado ante la presencia de nuestro nuevo invitado.

Mi novio puede ser el más reservado del mundo, pero está claro que no se esfuerza en esconder su opinión sobre alguien.

-El mismo -asegura el recién llegado guiñando un ojo.

-John -menciona el castaño con el ceño fruncido-, ¿a qué se debe tu agradable visita?

Puedo percibir un poco de sorna en su voz, tal y como era de esperarse, oculta tras la firmeza y seriedad con la que habla. El supuesto aludido no se ofende por la inquisitoria pregunta de Kyle, sino que su sonrisa se ensancha y clava su mirada sobre él dispuesto a dar una respuesta digna de tal detective privado.

-Lamentablemente hoy no vengo a fastidiarte, novato -sentencia divertido, el más joven rueda los ojos, irritado-. Quiero mantener una conversación formal contigo con respecto a lo sucedido, y ya que estamos hablar de casos anteriores. Porque habrás descubierto algo por fin, ¿no?

-Eso creo -responde el otro seriamente.

-Por cierto -prosigue el criminólogo-, el culpable fue detenido tras el accidente. He de suponer que este tipo tiene algo que ver con vosotros.

Las suposiciones de John eran acertadas, y al parecer las mías también, o eso confirmo cuando veo entrar ni más ni menos a nuestro querido Jack, con la mirada fija en en suelo de la habitación y escoltado por dos policías.

Lo sabía. Sabía que el culpable debía ser él.

Le lanzo una mirada hostil al pelinegro y, preocupada, me giro para ver la reacción de mi novio. Pensaba que estaría tan o más enfadado que yo, pero en vez de eso mira a aquel que fue su amigo con ojos llenos de lástima y decepción.

Seguro que por un momento ha querido pensar que cambiaría, que dejaría atrás su fachada de chico malo para enmendar sus errores y seguir su camino como una buena persona, no obstante seres tan horribles nunca cambiarán. Yo fui una excepción, pero porque en realidad almacenaba en mi corazón más bondad de la que creía. Y porque tuve a Kyle a mi lado en todo momento, dispuesto a ayudarme a ser quien verdaderamente soy. Ya me cansé de pagar mi frustración con los demás, de amenazar a quienes me rodean por no querer contar mis problemas, de romper las reglas para darme cuenta en un futuro tardío de que no debí hacerlo.

Aun así, Jack no es como yo. Ni aunque haya sido uno de los causantes de la muerte de un chico inocente, ni aunque haya sido quien provocó el accidente de Kyle, sé que en realidad carece de esa humanidad que le permitiría arrepentirse.

-Yo me encargo de él -aseguro dando un paso al frente.

A Jack parece atemorizarle la idea, debido a que me mira con cierto pánico, consciente de cómo soy cuando me enfado. Normalmente era él el que se sentía el superior, pero en nuestras discusiones le bajaba un poco los humos demostrándole que yo no soy de esas chicas que quieren sentirse esclavas de sus deseos.

Júralo Por Mí [#UAI2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora