Júralo Por Mí [#UAI2]

EXTRA #2: "Nuestra vida juntos" +AGRADECIMIENTOS

(Kelsey)

La adolescencia es, sin duda alguna, una etapa significativa en el ciclo de la vida de una persona. Yo no soy ninguna excepción; de hecho me ha afectado mucho más que cualquier otra y en ella he tomado buenas y malas decisiones. Pero en los primeros años de la pubertad, desde luego, me permití el lujo de escoger las peores elecciones.
Descuidé mis estudios, mis amistades, y me dedicaba a hacer la vida imposible a los profesores y a todo aquel pobre condenado que se cruzara conmigo. No sé cómo, pero ese fue mi estilo de vida por muchos años. Sin olvidar que con respecto a novios, cuanta más mala reputación, mejor.

Había personas a las que les intimidaba, otras simplemente me odiaban. Y Kyle estaba entre estas últimas, tuve la oportunidad de comprobarlo.

Todo era diferente en aquella época, eso está claro. Yo para ese entonces pensaba solo y exclusivamente en mí misma; nada ni nadie me importaba en realidad. Era egoísta y cruel, un verdadero asco de persona. Era normal que me dedicara a romper las normas, además de que mostraba total indiferencia ante las sanciones que se me aplicaban. No obstante, jamás olvidaré lo que vi un día de esos.

Quedaban minutos para la primera clase de la jornada. Cerré mi taquilla con un brusco manotazo y entonces sentí una mirada clavada en mi nuca. Me di media vuelta y me topé con unos profundos ojos verdes que me miraban fijamente. En ellos había visible desprecio, desprecio hacia mi persona. Yo ignoré el osado comportamiento del chico, quien frunció más el ceño cuando nuestros ojos coincidieron. Normalmente mi lamentable orgullo no hubiera dejado que algo así sucediera, pero en ese momento estaba demasiado somnolienta como para acercarme hasta Kyle y chillarle en la cara que por qué coño me miraba con tanto asco.
Mientras volvía a clase pensé que era la primera vez que veía a alguien irradiar tanto odio hacia mí, pero por esa vez decidí olvidarlo y no machacar más a mi agotada mente. Sin embargo, eso ha quedado grabado como uno de mis más claros recuerdos, y es imborrable por más que intente eliminarlo.

Del amor al odio puede haber un solo paso, soy muy consciente de ello. No obstante, el recordar que la persona que más te ama ahora sentía repugnancia ante tu existencia hace unos años, provoca un extraño sabor de boca.

Nos odiábamos mutuamente, ambos lo sabíamos. Pero tal vez éramos demasiado orgullosos como para dirigirnos la palabra. Por supuesto, no faltaron las miradas de reojo que decían mediante la ausencia de la voz lo mucho que deseábamos que la otra persona desapareciera de la faz de la tierra.

—¿Por qué lo odias sin ningún motivo? —me preguntó Alice en un receso.

—Su mirada me cabrea —respondí yo de mala gana—. ¿Qué cojones le pasa? Si tiene algún problema conmigo, que venga y me lo diga a la puta cara.

—Es normal que te mire así —concluyó ella—, vas a hacer de este lugar una dictadura.

—Pues lo tienen fácil. Que me dejen hacer lo que me dé la gana si no quieren que les haga la vida imposible, joder.

—Ese chico no es el único que se opone a tu deseo —aseguró mi amiga tranquilamente.

—Pero es el que más lo demuestra. Verás como se cruce conmigo por los pasillos un día.

Como sabéis, eso ocurrió. Fue un día cualquiera en uno de los primeros meses del curso. No sé quién de los dos tuvo realmente la culpa, pero estaba claro que él no deseaba encontrarse conmigo ni mucho menos buscar pelea. Desconozco si no quería meterse en problemas o simplemente no se le apetecía alterarse, pero el caso es que nos encontramos. Estuve tiempo deseando dejarle las cosas claras, humillarlo como había hecho con el resto hasta ese entonces. Pero mostré una debilidad que hizo a Kyle cambiar de parecer.