C a p í t u l o 47: "La reconciliación ideal"

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(Kyle)

Entre la penumbra en la que estoy atrapado en este momento, siento cómo Kelsey aparta mi brazo de su cintura para sentarse sobre mí, pero yo apenas me percato de ello en mi estado de inconsciencia. Oigo su respiración en mi oído, por lo que supongo que su rostro está cerca del mío.

—Despierta, gandul —dice abriéndome un ojo, pero yo estoy sumido en un profundo sueño del que no quiero despertar.

Suelto un gruñido, irritado, y cierro los ojos con más fuerza. Siento que la castaña apoya su cabeza sobre mi pecho y con su dedo índice hace círculos en mi mejilla, cosa que me hace cosquillas. Yo llevo mis manos a sus caderas y beso su cabeza, todavía un poco somnoliento.

—¿Qué hora es? —pregunto desorientado.

—Las cinco y media —me informa tan animada como siempre—. Venga, tengo ganas de decir a los demás que hemos vuelto.

—Sí, ya... —musito llevando una mano a mis sienes— ¿Tú no has dormido?

—Un poco, pero prefiero verte mientras duermes.

Su comentario me hace sonreír, y ahora un poco más espabilado, hago una rápida maniobra de manera que mi cuerpo quede sobre el suyo. Ella me regala una sonrisa juguetona, lo que hace que yo comience a besar con suavidad la piel de su cuello, luego bajo a su clavícula, y sigo hasta llegar a sus pechos. Ella deja escapar un suspiro de placer antes de rodear mis caderas son sus piernas, atrayéndome más a su persona para poder así besar mis labios de una forma tan apasionada que me enamora.

Cuánto extrañaba estos pequeños momentos juntos.

—Por más tentador que parezca, no nos podemos quedar en la cama todo el día —me explica despeinando mi cabello—. ¿Qué pasaría si llega tu hermana?

—Pues que seguiríamos haciéndolo —le contesto, y beso la punta de su nariz—. Yo muchas veces he tenido que poner música a toda voz para no escucharla follando con su ex.

—Oh, Kyle —menciona ella riendo—. Dejemos la segunda ronda para más tarde, ¿vale?

—¿Me lo prometes? —inquiero divertido.

—Lo juro por ti, cielo —afirma, y deposita un pequeño beso sobre mis labios.

Después de unos minutos hablando de asuntos estúpidos mientras nos ponemos la ropa, salimos de mi habitación. Afortunadamente no hay nadie más a excepción de un hambriento Konny que pide a base de ladridos un poco de comida con la que llenar su estómago. Así que tras dar de comer a mi perro, tomo las llaves del apartamento y salgo de allí con mi novia, ambos cogidos de la mano.

El sol ilumina las calles en lo alto de un cielo azul. Las personas caminan de un lado a otro en un día común como otro cualquiera, pero yo permanezco absorto en mis pensamientos.

El que Kelsey estuviera con Dylan se debía, al final, a mi propia seguridad. Que ella haya soportado las amenazas y la actitud severa de esos dos cabrones ha sido todo un acto de valentía por su parte. Yo por otro lado... he sido infiel a nuestros verdaderos sentimientos. Todavía ese hecho me atormenta, pese a que le haya confesado que era en ella en quien pensaba cuando me acosté con Kaitlyn. Pero claro, con eso lo que hice no me será perdonado. Además, desprecio las palabras que le dije cuando no le di la oportunidad de explicarse, y me arrepiento enormemente de mi comportamiento distante todo este tiempo. Creía que ella me había hecho daño, pero finalmente he sido yo el imbécil que dificultó las cosas.

—Kel... —comienzo a hablar, con un claro tono de arrepentimiento en mi voz— Lo siento muchísimo por todo lo que te he hecho sufrir. Esas palabras fueron muy duras y mi actitud no fue la mejor porque soy un...

Júralo Por Mí [#UAI2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora