«Caballero andante».

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El sudor en el cuerpo de Tora aumentaba por momentos, sus ojos clavados en la silueta de su hermana menor ya hacía un tiempo que no se posaban en ningún otro punto. Sus manos parecían ser envueltas por las cicatrices que hacían arder su piel.
Notó como su brazo estaba algo adolorido por el golpe de las ramas. Su estado era lamentable, pero se podía mover eso era lo importante.

En su plan no entraba la aparición de Reika, ni encontrarse con una de las villanas junto a Tsuyu y Ochako.

—¿Tora-chan la conoces?—preguntó confundida la castaña, ella no pudo evitar asentir.

—¿Es enemiga o amiga entonces?—preguntó la de cabello verde, Reika o Sen, las observó con desprecio.

—Para vosotras rana de mierda, soy una enemiga—se giró hacia Tora—Ppara Taiga soy amiga.—aclaró con una sonrisa.

—¿Rana de mierda? Me recuerda a alguien...—musitó Ochako, acordándose del rubio explosivo.

—¡Sen-chan! ¡Déjame jugar con tu linda amiga! ¡su sangre la va hace ver,tan hermosa!—la expresión bizarra de la rubia le hacía parecer aterradora, las dos compañeras de la pelirosada se mantuvieron alerta.

Toga agitó sus cuchillas, intentó aproximarse a la pelirosada, pero esta le envío una onda de aire, pero no pudo evitar que Tsuyu y Ochako fueran afectadas, ambas salieron ilesas por los reflejos de la chica rana.

—¡Lo siento Tsuyu-chan, Ochako!—dijo Tora preocupada, ellas negaron con una sonrisa.

—¡Hagamos que regresen, Tora-chan, kero!—exclamó Tsuyu, el rostro de Reika se paralizó, su sangre ardía, o por lo menos lo sentía así, ya que no le gustaba las imágenes que llegaban a través de sus ojos.

—¡No!—comenzó a gritar—¡no!—repetía incensantemente—¡Taiga vendrá conmigo!—parecía enloquecer.

—¿Taiga?—musitó Ochako confundida ante ese nombre. Tora se acercó a sus dos amigas, las tres estaban en posición.

—Ellas me llamaban así cuando vivía en las calles, es una larga historia. Ahora lo importante es salir ilesas de aquí. Si la loca estuviera sola no tendríamos problemas, pero Reika es poderosa, que no os engañe su apariencia.—ambas compañeras asintieron.

—Es por eso, que me encargaré yo sola de Reika.—mbas asintieron, pero al instante se giraron sorprendidas hacia Tora.

—¡¿Qué?!—exclamó Uraraka, Tora sonrió con esa ya tan característica sonrisa.

—Ella es mi mejor amiga, mi hermana, mi responsabilidad, por lo tanto yo me encargaré de hacerle entrar en razón. ¡Cómo la hermana mayor que soy!—Tsuyu y Ochako la observaron con cierta admiración.

Aware [E]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora