El Guardaespaldas III

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— ¿Qué quiere decir con eso de que mi vida va a cambiar? No entiendo.

— Todo lo sabrás a su debido tiempo... — aseguró el hombre.

— ¿Por qué necesita hacer justicia?

— Te prometo que te voy a contar todo, pero cuando lo crea conveniente.

— ¿Por qué tanto misterio?

— Temo adelantarme a los hechos. Mi plan es lento, pero efectivo.

— Me da miedo que algo salga mal y todas las personas que me odian terminen por destruirme.

— Te garantizo que eso no va a pasar.

— Le agradezco mucho su propuesta, pero debo pensármelo.

— Está bien, pero mientras te lo piensas, bienvenido a tu nuevo hogar.

El chico frunció el ceño.

— ¿Perdón?

— El primer paso del plan es que te vengas a vivir a esta casa.

— ¿Y eso para qué?

— Maluma, aquí vamos a lograr la transformación más grande de tu vida.

— ¿Transformación? No entiendo.

— Aquí morirá el antiguo Maluma para dar paso a uno nuevo.

— ¿Y qué tipo de transformación es esa?

— Te voy a convertir en un hombre preparado para enfrentar la nueva vida que te espera.

— ¿Qué clase de vida es esa?

— Una muy distinta a la que tienes ahora. En los próximos meses, vas a adquirir mucho conocimiento, pero en especial, poder.

— Si le soy honesto, me asusta un poco que hable así.

— Confía en mí, sé lo que hago.

— ¿Y cuándo iniciaría esa transformación?

— En poco tiempo, pero eso no es lo importante ahora, ponte cómodo y echa un vistazo a tu nuevo hogar.

Maluma recorrió la mansión, que era realmente impresionante.

Claro que le encantaría vivir ahí, pero no podía aceptar esa oferta, al menos no de esa manera. Todo era muy apresurado, apenas conocía a ese hombre, del que no sabía ni su nombre.

— Ya recorrí la mansión y...

— Claro, no te gusta... — supuso el mayor.

— Al contrario, me encanta, es amplía...

— Entonces, ¿por qué tienes esa cara de preocupación?