El Guardaespaldas III

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— Sé que todo esto puede parecer confuso, te he dicho muchas cosas injustas estos meses, pero estaba actuando desde la rabia — dijo Justin. — Ahora, después de escucharte y darme cuenta de que tú también has sufrido con esta situación, quiero disculparme por mi actitud. Nosotros nos merecemos otra oportunidad, Maluma. Yo cometí un error.

— No, Jus. El error fue mío, por deshonesto y cobarde.

— Pero ya lo aclaraste todo. Por favor, Maluma. Vamos a darnos otra oportunidad.

— ¿Estás seguro de lo que estás diciendo? Pienso que debes hablarlo primero con tu familia, tu papá se va a poner furioso. Creo que te estás apresurando.

— Si estoy apresurado, es porque quiero recuperar el tiempo perdido.

— Para tu familia siempre seré el hermano del asesino de tu tío Brad...

— No te preocupes, de mi familia me encargó yo. Los demás no me importan. Realmente no me importa lo que opine nadie. En el fondo, el único que me importa es Dylan y él te adora. Eso es suficiente para mí.

— Dylan es tan adorable — sonrió.

— Por cierto, Dylan habló conmigo anoche... — suspiró. — Se atrevió a contarme cosas que no sabía que le estaban pasando y dijo que fuiste tú quien le dio el valor para hacerlo.

— ¿Qué fue lo que te dijo exactamente?

— Él me dijo que los otros niños lo molestan porque me casé con otro hombre y que por eso escapó de la escuela, pero tú le dijiste que no debía sentirse mal por ello. Gracias.

— No tienes nada que agradecer, quiero mucho a Dylan y lo único que quiero es que esté bien.

— Y ahora que vivirás con nosotros, va a estar mejor.

— Jus, de verdad creo que deberíamos esperar un tiempo.

— Y yo pienso que el momento es ahora... — insistía el otro. — Por lo pronto, te llevaré a casa de tu amiga, la abogada.

Maluma sonrió.

— Gracias por tu confianza y por entenderme, yo...

— No digas nada... — colocó su dedo en los labios del de barba. — Déjame demostrarte que sí vamos a poder contra todo y contra todos.

— Insisto en que debemos ir más despacio y preparar la reacción de tu familia, en especial la de tu papá.

— De mi familia me encargaré yo, pero por favor, no me hagas esperar demasiado...

Maluma tomó a Justin y le dio un nuevo beso para calmarlo.

— Te amo, tú lo sabes, no nos apresuremos...

Entretanto, Andrew llevaba un poco más de 30 minutos esperando en la sala de la mansión de don Enzo, que lo había citado para tratar un asunto del que no tenía ni idea.

De pronto, miró a través de una ventana como un hombre de traje echaba a empujones de la entrada a Paulo.

El engominado se sorprendió de ver al ojiverde allí, que además, se notaba bastante alterado.