Justin estaba muy nervioso. Estaba por comenzar el juicio que definiría el futuro de Dylan.
— Lo he pensado mucho y voy a escapar con mi hijo. No lo pienso perder.
— No te adelantes a los hechos, Justin... — dijo Amanda a su lado.
— Tengo miedo. Yo tengo a Dylan desde que nació, pero ella es la madre biológica del niño. Va a ganar el caso, lo presiento.
— Jus, cálmate — comentó Maluma. — Vamos a ganar el caso.
— Maluma, solo de imaginar que mi hijo puede dormir a partir de hoy con ella...
Su voz se quebró y sus ojos comenzaron a humedecerse.
— No, Jus... — le dio un abrazo. — No te derrumbes ahora. Te necesito.
— Escúchenme con atención — indicó Amanda. — Hoy se define todo. La jueza encargada del caso es Ivonne Flamerich, una mujer muy rígida.
— Justo lo que necesitaba escuchar... — dijo irónico el rubio.
— En caso de llamar a alguien a declarar, llamaré a Maluma... — agregó la abogada. — Justin está muy nervioso. ¿Entendido?
— Entendido... — dijeron ambos.
En ese momento, vieron llegar a Sophia y Salvatore, que se mantuvieron a un lado.
Segundos después, apareció Melissa con una gran sonrisa.
— ¿Qué hace ella aquí? — preguntó Justin.
— No tengo ni idea... — respondió Maluma.
La pelirroja se acercó a ellos.
— Chicos, vine para darles mi apoyo — aseguró Melissa. — Les deseo la mejor suerte.
— No te creo nada, Melissa — dijo el rubio. — Largo de aquí.
La otra se apartó un poco.
— Todo va a salir bien... — dijo Pattie.
— Ánimo, chicos... — comentó Shawn.
— Cómo quisiera que Dylan estuviese aquí... — lamentó Justin.
— Es lo mejor para él. No es recomendable que los niños estén presentes en un juicio — explicó Amanda. — Por eso se les realiza una entrevista previa.
A la hora de iniciar la sesión, todos entraron a la sala.
— Todos de pie... — indicó un hombre de traje. — La honorable jueza Ivonne Flamerich preside la sesión.
La mujer, con su toga puesta y una serie de papeles en sus manos, tomó asiento para dar inicio al juicio.
— Damos por iniciado el juicio para determinar la custodia del niño Dylan Bieber, solicitada por la señorita Sophia Bloom. Siéntese, por favor.
— Esta señora no me gusta nada...
— murmuró Justin.— Quédate tranquilo, Jus...
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El Guardaespaldas III
أدب الهواةCinco años han pasado desde que Justin Bieber se mudara a Nueva York, ahora, convertido en un genio publicitario de Calvin Klein, comenzará a hacer, de manera inesperada, lo que nunca quiso: Trabajar también junto a su padre en la joyería familiar. ...