The royal tutor (Viktor x Heine)

Mi pareja.

Eins salio algo irritado de el lugar de donde estaban sus hermanos, los recuerdos de esos dias volvian a su cabeza cada vez mas nitidos, aun no podia dejar el rencor del pasado, aun si ellos no tenian la culpa, sin darse cuenta choco con dos personitas mas chicas que el.

-¡Hermano!-gritaron ambos mellizos abalanzandose sobre Eins.

-¿Shira? ¿Daniel?-pregunto viendolos apegados a el como goma.

-¡Te extrañamos hermano! ¡¿Porque no vienes a visitarnos?!-pregunto shira levantando la cabeza para verlo a los ojos.

-Estuve algo ocupado...-dijo acariciando sus hebras bicolores. Ambos mellizos sonrieron.

-¿Te quedaras en el castillo?-pregunto Daniel soltandose de Eins al igual que su hermana.

-Quieron que me acompañen un rato a mi residencia ¿Pueden?-ambos asintieron-afuera hay un carruaje, entren y esperenme hay, ya di las ordenes de que les dejen pasar.

-¡Si! ¡Vamos Daniel!-dijo Shira agarrando la mano de su hermano y corriendo lejos de Eins. Hizo caer a Daniel en el camino pero aun asi lo jalo.

-Eins...-llamo su padre atras de el.

-Te enterastes sobre la guerra que se avecina ¿Verdad?

-Si, ya me han enviado una carta de guerra-dijo poniendose serio-¿Te puedo pedir un favor?

-...¿Cual?-pregunto con molestia, ya se hacia la idea de que va a ser lo que le va a pedir.

-Lleva a TODOS tus hermanos menores a vivir contigo en tu residencia por unos dias, porfavor.

La cara de Eins se volvio azul y se desinflo por completo, recondanco como fue la ultima vez que llevo a cinco de ocho hermanos a su residencia la ultima vez.

-....¿Todos...?

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-¡B-Bajeme!-forcejeaba Heine en los brazos de aquel peliblanco de ojos rojos y sonrisa divertida que lo llevaba  en brazos hacia un carruaje.

-Eins-sama me dio ordenes de llevarlo con nosotros a su residencia, porfavor coopere con este conde que solo cumple ordenes-dijo con una sonrisa divertida haciendo molestar a Heine.

-Si, pero no de ese modo-dijo Eins apareciendo, Ernst solamente sonrio divertido.

-Mil disculpas-se disculpo bajandolo al piso.

Heine se posiciono en el piso, sacudiendo su sacon y acomodandolo, escucho pasos acercandose a el, levanto la vista enconttando en su campo de visión a su hijo.

-Hola, madre.

-Eins...-fue lo unico que pudo susurrar, ante de que sus hijos menores salieran del carruaje, una avalanzandose sobre el pelirrojo, el otro solamente tratando de sacarle de encima.

-¡Shira deja de lanzartele encima de esa manera a mamá!-llamo la atención el menor jalando a su hermana.

-Si si, lo que tu digas...-dijo restandole importancia, su vista presto atención a el conde al fremte suyo-Oye...

-¿Si, señorita?.

-¿Eres hombre o mujer?-pregunto Shira inocentemente al conde.

Eins no pudo evitar carcajearse. Recibio una disimilada mirada de su pareja, molesto.

-E-Eh... soy hombre.

-Disculpa si te he ofendido pero como tienes una cara tan bonita...-Dijo la rubia viendo cada detalle.

-Usted tambien es muy bonita señorita-dijo Rosemberg tambien sonriendole coqueto.

Eins no pudo evitar que su ceja empezara a temblar de enojo.

Estaba vengandose.

-¿Porque estan aqui abajo?-pregunto Heine.

-Vamos a ir a la residencia de Eins-dijo Shira.

-¿Que?-sorprendido miro a ambos-Tu..

-Mil disculpas por la ultima vez que nos vimos-se disculpo Rosemberg haciendo una reverecia.

-¿Ya se conocian?-prefunto Eins sorprendido.

-Algo asi-respondio Heine sin decir nada mas.

-Pues permiteme presentarlo adecuadamente-dijo Eins parandose al costado del peliblanco y alzando su mano hacia el-El es el conde Ernst Rosemberg y tambien...-Eins desvio levemente la mirada sonrojandose-... Mi pareja.

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E estado pensando...

Si, tambien pienso.

Y se me ocurrio hacer una historia.

Sobre Eins.

Ya que estoy en un rol y se me entro la imspiración derrepente por eso.

Decidi hacer algo parecido.

Pero claro, cambiare muchas cosas.

¿Que opinan?