CAPÍTULO X IIII

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Los personajes son creados por la escritora Kyōko Mizuki, uno de los seudónimos de Keiko Nagita, y la mangaka Yumiko Igarashi, seudónimo de Yumiko Fijii, publicado en Japón por Kōdansha Ltd. desde 1975 a 1979.

Elroy Andrew se mostraba impaciente, muy a su pesar se encontraba atada de pies y manos,  la vida había dado un giro inesperado, mil veces había pensado como sacar a su sobrino de la jugada y al último momento había desistido, el muchacho parecía no tener interés en los negocios o su herencia, debía reconocer que su actitud había facilitado todo para ella, y de cierta manera había salvaguardando su vida.

-Más vale hubiera acabado contigo antes de que se complicará todo. Elroy mantenía un monólogo mental.

- Tu también tenias que traer a un maldito huérfano  para que trastocar mis planes, eres tan estúpido como tus padres, la mujer se detenía frente a un ventanal quedaba hacía un pequeño rosedal, a la distancia se podía observar como un coche atravesará la verja principal y avanzaba lentamente hasta llegar a la puerta principal de la mansión, la silueta de George era inconfundible, minutos después el mayordomo anunciaba la llegada del susodicho.

-Buenas tardes, George saludaba a la anciana que aún se encontraba de espalda.

-¿Y por fin para cuándo? La mujer no quería mostrarse impaciente.

-Me temo que por ahora será imposible mandame, la señora Candy aún se encuentra delicada y su bebé por ser prematuro esta un poco delicado también.

-Entiendo algo similar sucedió cuando William nació, Elroy evitó maldecir cen voz alta pues tenía la esperanza de que finalmente uno o ambos murieran.

-Los doctores recomiendan que el pequeño permanezca prácticamente aislado por temor a que contraiga alguna enfermedad, George había reflexionado en el camino y lo principal era ganar tiempo a Como diera lugar, necesitaba confirmar sus sospechas y dilatar la lectura del testamento la mayor cantidad de tiempo posible.

Cuando Elroy finamente dejo ver su rostro aparentaba una tranquilidad que no sentía, el no poder tomar control definitivo de la fortuna Andrew la estaba enloqueciendo.

-Si no queda más remedio pues nos tocará esperar, haciendo una inclinación de cabeza George disimulaba una sonrisa del triunfo.

-Madame Elroy quería pedirle unos días libres, estos días no me he sentido bien de salud y me gustaría hacerme algunos exámenes, ya hace un tiempo mi médico me lo había sugerido y hasta ahora es que he resentido el malestar.

-No te preocupes, tómate todo el tiempo que necesites, Elroy necesitaba quitarse aquel hombre de encima mientras planeaba Cómo controlar la situación.

Paulo no terminaba de entender por qué George cuando le hablaba era Cómo pidiendo su permiso, se sentía extraño por la forma como aquel hombre lo trataba, al sentir ruidos que provenían de la habitación se dirigió hacia allá, de repente los gritos de Candy se escucharon trato de apresurarse, mayor fue su sorpresa cuando ve que Albert salia sobresaltado.

-¿Qué sucede? Paolo se asustó y abrazo contra su pecho al pequeño.

-No vuelvas hacer eso, no tomes al niño sin avisar, Albert se apresuraba a tomar al pequeño sin decir nada más, lo llevo con su madre.

Luego de un rato regreso ya más calmado, su amigo se había portado muy bien con ellos, no era justo recibir ese trato.

-Disculpame por favor, no sabes lo mucho que nos sustamosmos al no encontrar al bebé en su cuna.

-Lo siento, es que lloro un poco y ustedes estaban dormidos, no fue mi intensión asustarlos.

-Por favor, yo soy quien debe disculparse Paolo, toda esta situación con lo de los Andrew nos ha sobrepasado.

HASTA EL FIN DEL MUNDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora