CAPÍTULO XIX

925 91 32
                                    

  Los personajes son creados por la escritora Kyōko Mizuki, uno de los seudónimos de Keiko Nagita, y la mangaka Yumiko Igarashi, seudónimo de Yumiko Fijii, publicado en Japón por Kōdansha Ltd. desde 1975 a 1979. 

Tom y Jimmy ya lejos de la casa de Candy se detenían para sacar al pequeño de su escondite,  él dormía plácidamente haciendo reír a sus tíos,  llegaban a un lujoso hotel siguiendo las instrucciones que contenía el sobre que George les había entregado y pedían hablar con el encargado al que le entregaba una carta, al leerla enseguida hacia llamar a alguien .

-Enseguida trasladaran sus equipaje a el auto que les llevara a su destino, esperen un momento por favor, ambos aunque extrañados guardaba silencio, hasta que llegaba un joven botones con mas de diez maletas en un carrito.

-Por Acá por favor,  su transporte ya les esta esperando, sin decir nada lo seguían hasta que Jimmy recordó que aun estaban en el auto en el que llegaron su propio equipaje y las cosas del bebé.

-Espere un momento por favor, entregándole el pequeño a su hermano caminaba hasta el auto y sacaba todas sus cosas con bastante dificultad pues eran varias valijas, como pudo los alcanzo para colocar aquello con lo demás y volver a tomar a el niño en sus brazos.

-Podrías dejármelo yo también puedo llevarlo, Tom se quejaba pues Jimmy parecía querer mantener al niño todo el tiempo cargado, a lo que este sonreía.

-Cuando le toque comer sera tu turno hermano, se parece tanto a ella que no me canso de mirarlo, Tom negaba con la cabeza de inmediato.

-Se parece al padre con los ojos de la madre, a ver si es tan inquieto y mal portado como ella o tranquilo como Albert.

-Me gustaría que se mudaran conmigo así podría verlo todos los días, Jimmy lo ajustaba en sus brazos pues estaba haciendo algo de frió. 

-Podrían ir a vivir con migo también papá estaría feliz de tener por fin un nieto que cuidar y ya no me andaría presionando con que me case, este viaje sera un respiro para mi, Jimmy reía pues desde hace algún tiempo el padre le Tom le había pedido que le presentara algunas muchachas para ver cual era la mejor candidata para Tom.

-No creo que se quede tranquilo con eso, puede ser que se tranquilice un poco al ver a este niño o puede ser que se ponga aun más insistente, uno no sabe que esperar con tu padre hermano, Tom exhalaba fuertemente porque aquello era la verdad.

El auto al que eran conducido era  de color negro, un  ultimo modelo, era bastante espacioso por dentro y lo mejor era que el frío se disipo al entrar en el, algunas maletas eran guardadas en el baúl y otras eran metidas a otro auto pues no cabían, amparados en la noche después de más de una hora de camino ingresaban a una mansión en una de las zonas residenciales más costosas de la cuidad, varios empleados salían presurosos a recibirlos, nunca habrían imaginado que un lugar así les servirían de escondite, cuando menos hasta que Candy y Albert los alcanzaran y decidieran que hacer, la sala era espaciosa y su decoración era muy lujosa, enseguida les indicaron cuales serian sus habitaciones y la del pequeño al que ninguno de los dos quería dejar sólo, por lo que acordaron turnarse para dormir con él y así cuidarlo, una de las empleadas se ofreció a darle de comer y ellos se negaron, aún que extrañada la empleada no insistió y después de servirles algo de comer se retiraba y los dejaba solos, el pequeño resulto ser todo un angelito y no dio que hacer  en toda la noche, por lo que ambos pudieron descansar toda la noche.

En el hospital Paolo se despedía de la rubia ya tarde en la noche, pues debía abrir el local temprano y ya estaba bastante cansado le prometía volver al día siguiente a la hora de las visitas, durante todo el día le habían hecho examenes a Albert, y aun no había recobrado la consciencia,  deliraba constantemente  pero no se entendía lo que decía, por ratos parecían  murmullos y en otros momentos parecía hablar en otro idioma, se movía inquieto en la cama, mientras Candy lo cuidaba y cambiaba constantemente, la fiebre parecía ir en aumento con el paso de las horas, ella lloraba en silencio sin dejar de atenderlo, lloraba porque desde que su bebé nació ella no hizo más que contradecirlo y empeñarse en imponer su voluntad,  se  negó siquiera a escuchar sus razones y el por qué de sus preocupación con respecto a los Andrew, el medico de guardia revisaba su historia y no entendía, sus exámenes estaba normales aparentemente todo estaba bien y no había motivos para que el joven estuviera en ese estado, necesitaba obtener respuesta y al estar él inconsciente su única oportunidad de obtenerla era su esposa.

-Disculpe Candy necesito saber algunas cosas, no es normal que este sucediendo esto ¿su esposo le manifestó tener algún dolor, o un malestar antes de que le pasara esto? ella no respondía tan solo lo veía a su esposo sudoroso e inconsciente.

-No, esta mañana parecía estar bien cuando despertó, doctor .....mi esposo sufre de  amnesia desde hace algunos años a últimas fecha ha estado muy preocupado, y  ha dormido poco.

-En tiendo ¿sabe que esto pudiera ser más emocional que fisco? por ahora trataremos de controlar la fiebre, puede tornase peligroso si no podemos controlarla, para mañana pediré que lo evalué un neurólogo y depende de lo que diagnostique procederemos.

-Como usted diga doctor, ella suspiraba y cambiaba nuevamente la compresa.

-Lo lamento tanto Albert te había prometido no hacerlo de nuevo y lo hice, tan solo te he causado angustias y preocupaciones, perdóname mi amor por favor, ella lloraba abrazada a su pecho y al abrazarlo con fuerza sintió un dolor punzante en sus senos  que estaban llenos y pesados pues en todo el día no le había  dado pecho a su pequeño, se hizo más profuso su llanto, era verdad ahora tenia un hijo que dependía de ellos y no era justo cargarle tantas preocupaciones a a Albert y todo el tiempo estuvo para ella sin importar nada, así se quedaba dormida hasta que sintió que alguien la llamaba.

-No, no Candy no me dejes, no te lo lleves, también es mi hijo Candy, no por favor ...... sus ojos sus ojos no son azules no, ese no es mi hijo no, no Tony, tony tiene los ojos verde Candy, Candy... el niño Candy... mi mujer es Candy .... no se los lleve son mi familia... mi familia... Candy mi amor cuida a nuestro hijo..... no George, no quiero irme, la pequeña George, no dejes que se la lleven, protegerla, no quiero estar sólo, no me dejen aquí, CANDYYYYY, sus gritos llamaron la atención del medico que corrió y al verlo moverse con tanta agresividad decidió aplicarle un calmante y minutos más tarde dormía tranquilamente, la noche paso lentamente para ella que velaba su sueño y vigilaba que no subiera más su temperatura, la mañana llego y ella no había dormido nada.

George despertaba con dolor en todo el cuerpo pues se quedo dormido en un sofá, la preocupación no lo dejo dormir mucho y de ahora en adelante seria mejor guardar la mayor discreción posible, el que estuvieran vigilando la casa le daba mala espina,  no sabia los habían seguidosi cuando Candy y su esposo fueron al hospital, tratando de organizar sus ideas camino hasta la cocina para preparase un café, tan sólo dio unos pasos cuando se percato que había hecho un desastre cuando saco el equipaje de los muchachos, era tanta su prisa que tiro toda aquella ropa al suelo, en ese momento se ocupo en levantar todo aquello, en medio del desorden encontró el sobre del  que Tom había sacado aquella fotografía, la misma estaba  sobre la pequeña mesa de la sala, la tomo y al verla detallo a la novia vestida de blanco el vestido aunque sencillo era elegante, la hacia lucir simplemente hermosa, fue una lastimas no haber asistido aquella boda, pero tenia que ultimar todo el tramite legal para declarar a William Andrew  muerto, los últimos años de solo se dedico a buscarlo, pero después de tanto tiempo, si no regreso era porque definitivamente algo malo le había sucedido.

-Debí impedir que emprendieras solo ese viaje, debía hacerte rectificar hijo, ahora lo haré con ella no permitiré que les hagan daño y menos ahora que creo saber quienes son sus padres, tu tía no podrá lastimarlos cuando él este aquí, ya no es un jovencito al que va a asustar tan fácilmente y menos si mis sospechas son ciertas, te pareces tanto a ella que espero que todo sea como lo imagino así todo seria más fácil para ustedes en adelante.

Después recoger y de doblar todo la ropa, se percato que también el sobre se había quedado en el suelo, en medio de aquel caos, lo tomo junto con lo demás y lo llevo a la habitación de huéspedes, y regreso a la cocina a poner la tetera sobre el fuego para calentar el agua, fue hasta la ventana y aunque le costo ubicar donde se escondían, allí estaban nuevamente aquellos sujetos vigilando, ya no había ninguna duda para él Elroy tramaba algo encontrar de Candy y su familia, al pensar en aquello le dio curiosidad en ver el contenido del sobre que había llevado a la recamara pues imaginaba que eran fotos de la boda.

CONTINUARÁ......................

HASTA EL FIN DEL MUNDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora