Los personajes son creados por la escritora Kyōko Mizuki, uno de los seudónimos de Keiko Nagita, y la mangaka Yumiko Igarashi, seudónimo de Yumiko Fijii, publicado en Japón por Kōdansha Ltd. desde 1975 a 1979.
Ante el asombro de Annie, Elisa y Sara un grupo de seis hombres trajeados y con gafas oscuras entraba, eran con aquellos hombres que algunas veces custodiaban a gente importante en aquellas reuniones de la alta sociedad, todos estaban en silencio con su atención puesta en la puerta que daba hacia la sala de juntas.
-¿Quienes son ellos madre? preguntaba sin quitar sus ojos de él, Sara la veía con molesti este no era momento de estar indagando sobre aquellas personas
-Debe ser gente de seguridad que contrató la tía para sacar a esa gentuza de aquí después que tome posesión, más te vale guardar la compostura, la mujer no fue nada discreta al decir aquello.
Entre ellos uno apretaba la mandíbula y apretaba los puños, precisamente ese en el que Elisa se había fijado, tan solo giro su cabeza unos centímetros para ver hacia donde las dos se encontraban sentadas, cosa que Elisa aprovecho para sonreírle con coquetería, era imposible ver la reacción de este por sus lente, pues enseguida había regresado a la posición que tenía anteriormente, aquello la desconcertó pues siempre los hombres respondía a aquella sonrisa, Eliza era realmente hermosa, el silencio fue roto por los gritos histéricos de una mujer que salía de la sala de juntas gritando como una desquiciada.
Sus palabras retumbaron en toda la habitación, fueron dichas con tanto odio y de manera tan amenazante que todos se quedaron en silencio, ahora habían muchas más personas, Eliza solo tenía ojos para un castaño que había entrado entre ellos, el hombre era alto y portaba lentes oscuros entre todos aquellos sujetos que estaba allí era el que más sobresalía algo en él lo hacía destaca entre todos aquellos sujetos, el primero en reaccionar fue Alexander, pero al ver a la rubia que ver tomado con brusquedad por aquella anciana se paralizó, era ella, tenía que ser su hermana, la cara de terror de la joven era evidente, aquello hizo que su corazón se acelerara e interviniera por instinto queriendo protegerla.
-Si algo llegara a sucederle a ella o a su familia usted deberá asumir las consecuencia, esto será considerado como una amenaza, todos se voltearon a hacia donde se encontraba el dueño de aquella voz, hasta la misma Elroy quedó de piedra y disminuye la fuerza de su agarre, cosa que aprovechó la rubia para zafarse.
-Si le toca un solo cabello a mi hijo o a mi esposo no sabe de lo que soy capaz señora, lo que sucedió luego fue inesperado, la anciana comenzó a llorar mostrándose frágil ante todos, todo sucedió en cuestión de segundos, el hombre que había intervenido tomo a la joven por un brazo y se había retirado de aquel lugar casi llevándola arrastraras.
-Por acá señorita por favor, ella accedió a caminar por algunos metros luego se safo de él y salió corriendo tan rápido como pudo, al llegar al coche en donde había llegado le pidió al chofer que la llevara al hospital y que se asegurara de que nadie los seguía, el hombre así lo hizo, todo el camino lo hicieron en silencio.
Al Llegar con Albert corrió a sus brazo llorando de manera descontrolada, estaba asustada, ahora más que nunca le pesaba no haber atendido lo que su esposo le pedía hacer, ahora su pequeño estaba en peligro ella sabía que esa amenaza no era producto del momento, Elroy Andrew no amenazaba en vano.
-Lo lamento, perdoname, perdoname por favor, todo esto es mi culpa, perdoname Albert por favor perdóname, él se asustaba y la abrazaba algo muy serio debió pasar para que ella estuviera en ese estado, Alan corría hasta el hombre que estaba cuidandola y él le contó lo poco que sabía, tendrían que esperar que ella se tranquilizara y pudiera explicar que era la que estaba sucediendo, al regresar con ellos le hizo señas a su amigo indicandole que no sabía nada.
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HASTA EL FIN DEL MUNDO
FanfictionReto 3 ALSS 2016 Después de un tiempo juntos como Albert y Candy comienzan a sentir temor, pequeños destellos de su pasado aparecen como sueños inquietantes, atormentadolo, aunque su amor crece con el pasar del tiempo, la preocupación por ese pasado...