CAPÍTULO XLIX

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Los personajes son creados por la escritora Kyōko Mizuki, uno de los seudónimos de Keiko Nagita, y la mangaka Yumiko Igarashi, seudónimo de Yumiko Fijii, publicado en Japón por Kōdansha Ltd. desde 1975 a 1979.

Antuan mientras se acercaba al grupo que mantenían una conversación amena, mientras aún comían algunos bocadillos, su comportamiento era tan diferente al que ellos debían mantener, definitivamente aquel grupo de personas era de oro nivel social, aquellos modos eran tan distintos que ella se tenso un poco al estar más cerca de ellos.

-Buenas tarde, saludo el hombre haciendo que todos se pusieran alerta, Stear cubría a Tony protector.

-Buenas tardes, contestaba Albert viéndolo fijamente.

-Con su permiso nosotros nos retiramos dijo Alan haciendo un movimiento de cabeza a Stear y este se levantaba de in mediato al entenderme que algo no estaba bien.

-Oh ¿se retiran con el pequeño? en el desayuno le comentaba a mi esposa sobre él, seria posible que nos permitiera cargarlo un momento, entre ellos se vieron , a ninguno le parecía aquello normal.

-NO, contestaron Stear y Alan al mismo tiempo.

-Vas con tus tíos a ver a un ingles arrogante ¿Verdad bebé?

-¿Van a ir buscara Terry? la cara de Candy se transformo de inmediato.

-Creí que iríamos todos, Stear no sabia como hacerle señas a la rubia que lo veía achicando los ojos.

-Le estamos muy agradecidos por ayudarnos anoche, no quiero ser grosero pero su actitud es muy extraña y la verdad nos incomoda mucho, las palabras del rubio dejaron a todos asombrados, él era un hombre que hasta los momentos se había manejado con tacto.

-No. no por favor, no piensen mala es solo que su bebe tiene los ojos igual a los de mi mujer y yo, pues yo solo pensaba que ..

-Si me disculpa, eso sonó aún más extraño, ya Albert se ponía de pie frete a Stear y Alan y el pequeño, Alan hacia un pequeño movimiento con la mano y eso era suficiente para que sus hombres le imitaran.

-¿Albert? la rubia lo sostenía del brazo porque su cuerpo se había tensado, parecía que en cualquier momento le brincaría encima al pobre hombre que tenia cara de asustado.

-No por favor, no mal interpreten, en ese momento la joven se hacia notar, sus ojos eran verdes, casi del mismo tono de la misma Candy.

-Veo que su bebé tiene el color de sus ojos, no entiendo porque no notaste eso, estaba le hablaba a su esposo viendo a la rubia que estaba totalmente confundía por aquella situación.

-Acepten nuestras sinceras disculpas por favor, como podrán ver somos extranjeros y .. pues quizás un poco arrebatados, no pretendemos asustarlos o hacerle daño al pequeño, solo esperaba que mi mujer lo pudiera conocer.

- ¡Antuan ya basta! no seas necio, estas importunando a estas personas, por favor discúlpenos, vamos al hotel por favor, la chica parecía apenada y Candy se compadeció de ella, tenia algo que le inspiraba ternura.

-Podrían que darse un rato con nosotros, Albert se volteaba y la fulminaba con la mirada, lo que era notado por el matrimonio.

-No mi esposa tiene razón, he de pareceres un desquiciado, espero que podamos coincidir en algún momento en el hotel, diciendo aquello se retiraban con paso lento.

-¿Candy qué fue eso? no sabemos quienes son, si los envió esa mujer, su primo la veía igual que su esposo.

-¿Ustedes creen? ella habría mucho los ojos y se llevaba las manos a la boca, no pensó en aquella posibilidad.

HASTA EL FIN DEL MUNDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora