HASTA EL FIN DEL MUNDO

CAPÍTULO XL

Los personajes son creados por la escritora Kyōko Mizuki, uno de los seudónimos de Keiko Nagita, y la mangaka Yumiko Igarashi, seudónimo de Yumiko Fijii, publicado en Japón por Kōdansha Ltd. desde 1975 a 1979.

Finamente el día que Albert seria dado de alta llego, como lo había prometido Alan ya había realizado arreglos para trasladar a Albert a Europa y desde allí a otro lugar lejos de los Andrew, en dos semanas se embarcarían y el junto con ellos, no tenia caso que le visara a George que seguramente se opondría, pues Alan sospechaba que todo aquel revuelo era por la herencia de los Andrew y ya sabia que ni Candy ni Albert estaba interesados en reclamar nada de eso, por el contrario querían estar bien lejos de aquella familia burguesa y lo que representaban, hasta el mismo se estaba entusiasmando con la idea de establecerse con ellos, encontrar una linda chica y sentar cabeza, por su trabajo tenia dinero suficiente para ello y ofrecerle a una  buena mujer una vida digna con algunos lujos si quería, aquel pensamiento le hacia sonreír, cosa que le llamo mucho la atención al rubio que lo veía extrañado.

-¿A ti que mosca te ha picado? preguntaba el rubio con una ceja arqueada y viéndolo con aquel aire autoritario que su amigo desconocía.

-Eso pregunto yo ¿A ti qué mosca te pico que me ves de esa manera? ¿sabes? por momentos tu postura y tu actitud distan de aquel sujeto sencillo y despreocupado, amante de la naturaleza que solo teniaojos para aquella señorita rubia y revoltosa, que se escapaba del internado y te robaba el aliento ¿Quien eres tu y donde dejaste a mi hermano?Alan lo zarandeaba un poco tomándolo de los hombros y el estallaba en risas.

-ja ja ja ja ja ja aún amo la naturaleza y si mi esposa era aquella chica a la que amaba en aquel tiempo, puedo jurarte que ese amor sigue intacto, no  sé si antes era despreocupado, pero ahora con tantos problemas te aseguro que soy más cauteloso, no sabes como quisiera que nuestras vidas fueran como hace dos o tres años atrás, solo eramos nosotros dos, juntos, disfrutando de nuestra vida, nuestros logro, nuestra compañía, la voz de Albert se fue apantanando poco a poco al igual que su sonrisa.

-Tranquilo hermano, en cuanto salgas de este hospital te reunirás con tu familia, las cosas estarán un poco más tranquilas solo debemos estar quietos unas semanas y luego nos largamos de este país, estando en Escocia decidiremos a donde ir, ademas tengo que arreglar algunas cosas y vender unas propiedades luego a vivir felices como perdices, nuevamente la expresión severa de Albert volvía a su rostro.

-¿Nos largamos? ¿ Cómo que decidiremos a donde ir? Alan se hacia el inocente y se encogía de hombros.

-Pues si, ni creas que voy a permitir que tu, mi cuñada y mi sobrino,¿estén solos en quién sabe dónde, pasando por quien sabe qué? estas locooo si crees que los voy a dejar solos, esto que te sucedió o esto que les sucedió a ambos es el mejor ejemplo, de no ser por tus cuñados ¿Qué habría sido de mi sobrino? levantando un poco la cabeza, Alan hacia como un gesto de desafió a su amigo.

-Tienes razón, después de todo no es ta mal tener a alguien que te apoye en los momentos difíciles, yo creo que mejor lo consultamos con ella primero ¿No crees?

-Si, lo que tu quieras, pero yo no acepto un no por respuesta, amigo como se ve que no recuerdas pero nada, yo siempre me salgo con la mía, voy a ver si ya podemos irnos estoy muriendo de ganas de ir a ver a ese pequeño ..... ¡TENGO UN HERMOSO SOBRINO! gritaba aquel tipo medio loco antes de salir de la habitación, por lo que careando los ojos Albert negaba con la cabeza, definitivamente tenían un imán para juntarse con gente poco convencional él y su esposa.

-Pronto estaremos juntos y lejos de toda esta locura Candy, los he extrañado tanto que ya no quiero separarme nunca más de ustedes.

En la mansión de los Andrew una Annie furiosa caminaba de un lado a otro, le lectura del bendito testamento, no era lo que ella esperaba, su esposo debería ser el sucesor de todo aquello, Stear aunque era el mayor no estaba apto para ocupar el cargo de patriarca y por derecho de sangre era a su marido a quien le correspondía no al hijo de Candy, una sonrisa retorcida se dibujo en los labios de la morena, sin perder tiempo se cambio y pido a una de las empleadas de servicio que pidiera prepararan un coche, pues ella necesitaba salir con urgencia, siempre le bastaba con llorarle a Candy un poco para que ella cediera a sus peticiones y seguramente esta no seria la excepción, al subirse al coche sintió algo de dolor en el vientre y recordó lo dicho por el medico que la atendió cuando se desmayo.

-Debe mantenerse en reposo absoluto, seguramente recibió una impresión muy fuerte y por eso el desmayo, lo más inquietante es ese sangrado que tiene en este momento. Tan solo iría un momento a la casa de Candy y regresaría a recostarse y hacer el bendito reposo, apenas habían sido unas pocas gotas de sangre, no entendía porque ese hombre había alarmado a su marido hablándole de que rea peligroso si no descansaba.

-Pamplinas, tan solo sera un momento, solo necesito que ella desista de recibir esa herencia y todo estará resuelto, una sonrisa de triunfo se dibujo en sus labios, utilizaría la misma táctica que cuando fue adoptada y cuando le pidió a ella que se alejara de Archie en el colegio.

- Candy no soporto nunca verme llorado, decía para si en un susurro, para después empezara a tallar sus ojos hasta dejarlos un poco enrojecidos, tenia que convencerla a como diera lugar.

-Después de todo a ti nunca te gusto esta vida Candy, a mi si, vivir entre lujos, bailes y fiestas, era mi sueño no el tuyo, el chófer se quedaba asombrado de lo que escuchaba, aquella chica tan amable que se veía y era una gran manipuladora, sin darse cuenta Annie estaba pensando en voz alta, mientras parecía tener la vista perdida en la nada, ni cuenta se dio cuando el auto se estaciono.

-Señora ya hemos llegado..... ¿Señora? el hombre un poco extrañado se volteaba y hablaba un poco más alto.

Señora ya llegamos ¿esta es la dirección que me dio? no quería ser indiscreto y quizás no había escuchado bien a donde quería ir la señora. 

-Ahh si, llegamos, espere acá no tardare mucho, sin más se bajo, al hacerlo sintió otra pequeña punzada de dolor en su vientre.

-CANDYYY, CANDYYYYY, ALBERTTT, Annie gritaba pegada de la reja al encontrarla cerrada, desde que los habían encontrado era la primera vez que veía candados puestos en aquel lugar, extrañada de aquello camino hasta la casa de una de las vecinas de la pareja y les pregunto.

-Disculpe señora ¿De casualidad no sabe si mi hermana salio? ¿no la ha visto?   la mujer la vio con recelo desde que los rubios vivían en aquel lugar nunca comentaron tener familia y por la fisonomía de aquella mujer tan bien vestida y refinada no le parecía ser familia de su joven vecina.

¿Su hermana? pregunto la mujer suspicaz.

-si, Candy es mi hermana, dijo tratando de sonreír con dulzura mientras la punzada de dolor era más fuerte, por un momento palideció y contuvo la respiración.

-Tengo días de no verlos, quizás se fueron de viaje con sus hermanos, me parece que los vi, creo días atrás con el pequeño Tony en brazos, pero no le sabría decir.

-¿Tom y Jimmy estuvieron acá? y no  me avisaron, al decir esos nombre la mujer se quedaba más tranquila porque ella conocía a los hermanos de la rubia.

-Si, quizás ellos puedan darle razón de su hermana, Annie veía a la mujer con una expresión extraña en la cara, era una mezcla de dolor y rabia.

-En cuanto llegue a casa los llamare, si la ve dígale que vine a buscarla, la mujer abrió los ojos por la arrogancia de aquella mocosa, si realmente era hermana de Candy seria de otra madre u otro padre porque en nada se parecía a la rubia o sus hermanos siempre amables y sonrientes. 

-Mocosa grosera, claro que no  le voy a decir que pasaste a verla, la mujer muy digna levantaba su cara y entraba a su casa molesta.

Annie al subir al coche daba un portazo y el dolor en su bajo vientre aumentaba al igual que su rabia.

CONTINUARÁ..................