CAPÍTULO XXXII

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Los personajes son creados por la escritora Kyōko Mizuki, uno de los seudónimos de Keiko Nagita, y la mangaka Yumiko Igarashi, seudónimo de Yumiko Fijii, publicado en Japón por Kōdansha Ltd. desde 1975 a 1979.

Alan regreso a la habitación de Albert, cuando menos ya sabía que la chica de Londres por la que amigo decidió viajar era Candy y ahora estaban casados ¡y con un hijo! sólo necesitaba Hablar con su hermano del alma y para aclarar todo ese enredo.

Pasadas una hora candy llegaba veía con terror el camino por el que transitaba el auto donde iba con aquel hombre que según Alan era parte del equipo de seguridad, justo era la calle donde se encontraba la mansión de los Andrew y por nada del mundo ella iba a ir a ese lugar.

-Detenga el coche por favor...la voz de la rubia se escuchaba que el hombre se preocupo un poco y le explico para calmarla, parecía asustada.

-Señora ya estamos por llegar, no se preocupe en unos minutos estará con su hijos y sus hermanos, aquellas palabras parecieron tranquilizarse un poco.

-Esta bien, solo tenga cuidado en esta calle viven los Andrew, por favor.

-No se preocupe, a esta hora ya no hay nadie en la calle, nadie va a sospechar que hicimos una casa de seguridad para ustedes, justo enfrente del enemigo si somos muy cuidadosos al movernos, ahora ella entendía y sonreía, George era el hombre más inteligente del mundo, el pensar que siempre contaría con él la hacía suspirar aliviada, pasaron unas cuantas casas más y doblaron hacia una mansión tan grande como la de los Andrew, la fechada era hermosa, ella muchas veces había pasado frente quella casa y el enorme portón no le había permitido ver lo majestuosa que era.

-¡Que hermosa! musitó Candy al estar frente a la entrada principal, se quedo asombrada de ver como al abrirse la puerta salían más de cinco hombres armados, todos saludaban al sujeto que la habia traido, el llanto de su hijo la hizo correr escaleras arribas sin saludar o preguntar por nadie, ya todos habían intentado tranquilizar al pequeño y ninguno lo había conseguido, en el piso superior, Jimmy trataba de arrullarlo sin éxito,

-Ya bebé, mami viene pronto ya no llores por favor, cuando la rubio irrumpió en la habitación Jimmy corrió hasta ella y ahora él acompañaba el llanto de su sobrino sin importarle que todos los presentes lo vieran.

-Llegaste, por fin llegaste, Tom se aproximaba y cerraba el abrazo con fuerza.

-Dame Jimmy, debe extrañar a sus padres por eso está así, ella enseguida lo toma y se sentaba en uno de los sofá que estaba en aquella habitación en donde se encontraba el cuarto improvisado de su pequeño.

-Válgame que tiene buenos pulmones, decía Tom rascándose la nuca.

-¿Desde cuando esta así? ella se preocupaba su niño casi nunca lloraba de esa manera, era un bebe que casi no daba trabajo.

-Como unas dos horas, estaba tranquilo de repente estalló en llanto y ya no se detuvo, explicó Jimmy mientras observaba atento a lo que su hermana hacía para tranquilizar al pequeño.

-¿Lo alimentaron? ¿lo cambiaron? ¿le sacaron los gases?

-¿Los gases? todos se veía sin saber de qué diantres hablaba ella.

¿CÓMO LO ALIMENTAN Y LUEGO NO LE SACAN LOS GASES? el sonoro grito que pego candy no solo brincar de su lugar a Tom y a Jimmy también a los hombre que custodiaban la casa, con aquello el bebé comenzaba nuevamente a llorar a todo pulmón.

-Ya bebé no llores, ya llego tu mami, mami luego le va a dar a tus tíos una paliza por ser tan inútiles, el pequeño empezaba a sonreír como si entendía lo que madre le decía, Tom y Jimmy se espantaban y los guardias reían por lo bajito por la reacción de los dos muchachos, mientras el pequeño era puesto en posición para recibir unas palmaditas en la espalda y comenzará a botar los gases quedarse tranquilo, con la mano ella despidió a todos los que estaban en la habitación, el pequeño estaba atento a la voz de su madre, después de tranquilizarlo preparo la tina aún con el en brazos para luego meterse juntos a la tina, aquello los ayuda a relajarse, finalmente se envolvió en una toalla y fue por una bata para colocarse, el pequeño por instinto busco el pecho de su madre, ella se recostó en la cama y lo veía succionar de su pecho, asi se quedo dormida profundamente.

HASTA EL FIN DEL MUNDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora