CAPÍTULO XXXIV

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  Los personajes son creados por la escritora Kyōko Mizuki, uno de los seudónimos de Keiko Nagita, y la mangaka Yumiko Igarashi, seudónimo de Yumiko Fijii, publicado en Japón por Kōdansha Ltd. desde 1975 a 1979.

 Aquel viaje de regreso a Chicago parecías ser eterno, aquella carta hizo que Alexander sintiera un vacío en el pecho, ni cuando su padre murió había sentido una desolación tan grande, sería porque él siempre disfruto del amor, un amor que resulto ser solo el capricho de una mujer egoísta y sin corazón, un amor que no le correspondía, ese era el problema, exactamente ese, se sentía responsable de toda aquella tragedia, de no ser por él su padre habría regresado enseguida, no casi tres años después, esa pobre mujer en sus palabras tan solo reflejaba amor y un profundo dolor.

Algunas personas podrían decir que el amor no mata, y puede ser que eso sea cierto, lo que mata es el dolor y la herida que este deja cuando no es correspondido, cuando es traicionada o desechado como si realmente no valiera nada, y esa pobre mujer había sido, abandonada despreciada, humillada y desechada por el hombre que le había prometido amor y jurado fidelidad ante el altar, hora le causaba dolor recordar las miles de veces que su padre le dijo que esperaba su nacimiento con amor.

¿Cómo podía amarlo a él? cuando su verdadera esposa quizás estaba agonizando y tuvo que abandonar a su hija en un orfanato,  porque ella ya no estaría más para cuidar de ella, quizás su hermana había sufrido humillaciones y desprecio de la gente por ser huérfana cuando realmente el hijo bastardo era él y no ella, que tuvo una madre que dio todo por ella, que la amaba más que a que ha si misma.

 El muchacho permanecía en el vagón privado, apoyando sus brazos sobre sus rodillas, apoyando la cabeza en ellas con la mirada hacia el suelo, George creyó prudente darle un poco de espacio, si para él fue difícil asimilar todo aquello no quería ni imaginar lo que estaba pasando por la cabeza de ese pobre muchacho en ese monto, por lo que hizo una seña a Rubén para dejarlo solo por un momento, aún con la cabeza baja pudo sentir cuando sus acompañante abandonaron el lugar, y al sentirse solo comenzó a sollozar, aquello se fue transformando en un lastimero llanto.

Al comprobar que el matrimonio entre su padre y su madre era nulo, no pudo más que considerarse indigno y en deuda con su hermana, algunas vece escuchó a su abuelo decirle a su madre que el que obra mal en algún momento su propia maldad le alcanzaría, a su madre pronto su maldad le alcanzó, de nada le había servido el haber forzado a su padre a yacer con ella y forzar un matrimonio por haber quedado embarazada, de él, tanto vanagloriarse ante toda la sociedad Irlandesa de ser la esposa de un Andrew, cuando fue solo la concubina de su padre.

 Su dolor se hizo fisco, al pensar por todo aquello por lo que terminó tirado en el suelo, comenzó a gritando su agonía, le debía y mucho a esa mujera la que no merecía  llamar hermana, le había robado a su padre y hasta la vida de su madre.

 Al embarcar había jurado vengar cada lágrima derramada por ella ¿y ahora? no sabía cómo hacerlo, su madre fue el mayor verdugo no solo de su hermana,  sino de esa pobre muchacha, llegó al punto de sentir remordimiento y un  odio que iba crecien conforme avanzaba el tren a su destino, si, odio por esa mujer que de alguna manera había manipulado todo aquello, por su madre que le había dado la estocada final, al forzar a su padre a permanecer con ella, también sintió resentimiento por su padre.

 ¿Cómo pudo abandonar a su suerte a la mujer a la que supuestamente amaba? ¿cómo pudo abandonarla sabiendo que en su vientre estaba creciendo un hijo suyo? ahora entendía que todo el tiempo que se dedicó a buscarla, él hizo por remordimiento, esos viajes sólo eran para acallar sus conciencias, no había sido más que un hipócrita, ya se encargaría él, de limpiar el nombre de su hermana y el de su madre, no supo cuánto tiempo permaneció tendido en el suelo, solo sintió como George y Rubén le ayudaron a incorporarse y tomar asiento, después de esto su actitud ya no fue la misma, pasaron algunas horas hasta que rompiera el silencio .

HASTA EL FIN DEL MUNDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora