CAPÍTULO XXV

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Los personajes son creados por la escritora Kyōko Mizuki, uno de los seudónimos de Keiko Nagita, y la mangaka Yumiko Igarashi, seudónimo de Yumiko Fijii, publicado en Japón por Kōdansha Ltd. desde 1975 a 1979.

La tarde dio paso a la noche y Alan se mantenía sentado en una silla viendo a Albert, por más que intentaba entender, aquello no tenía ni pie ni cabeza, había ido en dos oportunidades hasta el área de emergencia pero la muchacha no despertaba aún, no podía dividirse en dos y después de considerar todos los panoramas posibles decidió tomar las decisiones por su cuenta, ya no podía volver a contactar a George, pues él se lo había ordenado, si su órdenes eran cuidarla pero Albert era su amigo, al revisar su reloj de pulsera y percatarse de lo tarde que era, buscar a la joven enfermera que le había dado un poco de información por lo visto los conocía bien y quien mejor que un amigo cercano de la pareja para que le ayudará, los pasillos estaban solos y en silencio, solo en el puerto de enfermeras se veia algun movimiento, al parecer estaban cambiando la guardia porque los expediente estaban sobre el mostrado, esto puso en alerta a Alan, no había el mínimo de seguridad y en cualquier descuido alguien podía obtener información y comprometer la seguridad de la pareja y eso.. eso era algo que él no permitiría nunca, luego de ver a un lado al otro por fin pudo divisar a la muchacha que sonriente caminaba hasta las escaleras, hablando con otra enfermera.

-Por suerte el cuñado de Albert ya está acá y lo va a cuidar, como ya y termine mi turno avise a mis padres que me voy a quedar cuidando la ella la pobre está tan cansada que aún no despiertan.

-¿El pequeño en donde esta? ¿Quien lo está cuidando?

-Tom me llamó ayer, me dijo que él y Jimmy venían de visita (Flamy suspiraba) seguramente ellos lo estarán cuidado, ya muero por ver a Tom, tenía meses sin poder venir a Chicago y la verdad creo que me gusta Nathy.

-Recuerda que dijiste que no nos harias bromas pesadas, es tu culpa que no se diera nada entre tu y Tom, pero eso no tiene que perjudicarnos a Jimmy y a mi Flamy.

-Lo sé, lo sé, cuanto se dé la oportunidad trataré de hablar con él, con todo esto han de estar como locos por lo que está pasando con Candy, de ser por ellos estarían viviendo con ellos, no aquí en donde están prácticamente sólos.

-Pues si ¿te diste cuenta que ni la morena engreída a venido a verla?

-Que no te escuche Candy decir eso, ella dice que Annieee es su "hermana" pero la verdad es que no se parece a ellos, ellos tres son tan amables con todos que ashhhh pues mejor uno no opina, la chica suspiraba.

-Si necesitas relevo mañana estoy libre y puedo venir a cuidarla, las dos jóvenes se despedían al llegar a la entrada de la sala de emergencias Alan se hacía el tonto caminando a una distancia prudente para así poder escuchar la conversación, por lo visto podía contar con estas dos chicas de ser posible el traslado de los dos a la mansión, al ver que la joven entraría a emergencias apresuró el paso y la sujetó del brazo, pues a él no le dejarían entrar.

-¿Qué le pasa? la chica sacudió el brazo con fuerza para soltarse de su agarre.

-Disculpe señorita, ella al verlo se apenaba y llevaba ambas manos a la boca.

-Lo siento, es que me asustó, ella se ruborizaba por lo que Alan sonreía.

-Alan, me llamo Alan por favor no me hable de usted, ella parecía no entenderle.

-¿Albert necesita algo?

-No, aun estaba bajo el efecto del calmante, disculpa que te moleste pero el doctor nunca fue no he podido hablar con él, de verdad me urge trasladarlos a otra parte y buenooo ahora con mi cuñada así, no sé si sea lo más prudente, la chica lo veía como pensado.

HASTA EL FIN DEL MUNDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora