CAPÍTULO XLVII

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Los personajes son creados por la escritora Kyōko Mizuki, uno de los seudónimos de Keiko Nagita, y la mangaka Yumiko Igarashi, seudónimo de Yumiko Fijii, publicado en Japón por Kōdansha Ltd. desde 1975 a 1979.

-Alan necesito enviar esto, Albert le entregaba un sobre y al ver el nombre, chasqueaba la lengua.

-¡En serio! ¿Es en serio que el Italiano se va a reunir con nosotros? ¿No es suficiente llevar a este? con la cabeza señalaba a Stear.

-Cuidadito que este tiene nombre ehhh , pero concuerdo, no invitemos al italiano, Stear se reía con malicia, estaba decidido a permanecer junto a ellos, desde que había regresado se sentía más cómodo en su compañía que con su propio hermano, le incomodaba ver como Annie lo manipulaba en todo y para todo, la madre blanqueaba los ojos al escucharlos hablar.

-Como sea, como sea, ya es mucho compartir a mi niño con él para que venga también el italiano.

-Anthony es mi hijo y no me quejo por tener que compartirlo con ustedes, la intervención de la madre termino con aquellas lamentaciones absurdas de los "tíos"

-Por Dios parecen un par de niños peleando por un juguete, Paolo nos ayudo mucho y es un buen amigo Alan, envía esto por correo antes de que cierren por favor.

-Esta bien, de mala gana tomaba la carta y se marchaba al correo.

Entrada la noche Anthony comenzó a llorar a todo pulmón, Candy salio al pasillo y caminaba tratando de calmarlo, el piso superior en su totalidad había sido tomado por el personal que custodiaba a los extranjeros por medidas de seguridad, pasados unos minutos el bebé comenzara a llorar, por la escalera bajaba uno de los hombres de aquellas personas a pedir que lo callaran pues no dejaba dormir.

-Buenas noche, la mujer que trataba de calmar al niño se encontraba al otro extremo del pasillo parecía no escucharlo, por lo que con paso firme se acerco a ella .

-Buenas noches ¿sera posible que logres hacer callar a ese niño? por el tamaño de la mujer no debía ser más que una adolescente supuso el hombre, cuando ella se volteo se que un tanto confundido.

-Lamento mucho las molestia, mi niño no esta acostumbrado a lugares tan encerrados como este, el hombre paseo su mirada del bebé a la madre, el chico no se parecía en nada a ella.

-¿Tu hijo? el interrogatorio se vio interrumpido al escucharse a alguien venir corriendo del extremo contrario al que ellos se encontraban, un hombre alto y de porte elegante se aproximaba con un biberón en las manos.

-Ya esta lista listo Amor, tomaba al pequeño en sus brazos para darle de comer, este aumentando la intensidad de su llanto ensordecía a los tres dejándolos sin palabras, le daba con la mano al hombre que lo cargaba y el biberón se estrellaba contra el suelo haciéndose añicos.

-Albert esto no es normal en Anthony, vamos por un medico, el hospital a donde vieron a Susana no esta tan lejos, la preocupación era notoria en la joven madre.

-Entonces ve por algo con que abrigarnos, ya me estoy asustando, al ver al hombre parado observarlos , el rubio se disculpo.

-Le pido por favor nos disculpe, mi hijo no se comporta de esta manera es un niño muy tranquilo.

-Si me espera un momento creo que podría ayudarle, Albert asintió de inmediato.

-Se lo agradeceremos infinitamente, poniendo a bebé en sus hombros Albert empezó a cantarle a su pequeño, cosa que llamo la tensión del hombre que se debuto a escucharlo por unos segundos.

HASTA EL FIN DEL MUNDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora