Narra Mar:
Por ese día, Barto no me dejó tomar clases. "Así podrás ayudar a Tefi a guardar sus cosas y a enseñarla todo el Hogar". Tefi dormiría con Jaz, y mi pobre amiga gitana ya me estaba dando lástima. Porque, sin duda, Tefi era insoportable.
Al entrar en el cuarto, Tefi mira todo de mala manera. En ese cuarto, Jaz duerme sola, pero hay tres camitas más, puesto que si alguna persona de otro hogar no tiene más lugar, Barto tendrá que acogerla acá. Así está señalado por los servicios sociales. Desde que Barto cambió, ahora todo en el Hogar es al 100% legal. Alelí duerme sola en otro cuarto, que cuenta con otras dos camitas por si viene alguna nena más chiquita. Monito también tiene su cuarto, con otras dos camas, y Tacho y Rama comparten el cuarto de los varones más grandes.
— ¡Esto es horrible! — dice Tefi mirando todo. Su bolso ya estaba encima de la cama, pues antes del desayuno Justina lo había dejado ahí.
— Es lo que hay — digo con Bruno en brazos. Hoy que no tengo clase, estoy aprovechando para no separarme de él ni un momento.
— Pues no me gusta lo que hay — ella se da la vuelta y me mira con maldad —, es un auténtico asco. Por cierto, ¿siempre tenés que ir con ese maldito bebé a todos lados?
Toso incómoda:
— El maldito bebé es mi hijo — estoy teniendo demasiada paciencia. No quiero pelearme con ella adelante de Bruno, no quiero que se asuste —. Y lo amo. Me ha enseñado muchas cosas, entre ellas a ser de mejor corazón. Cosa que deberías practicar.
— ¿Para qué me hace falta? — Tefi me mira y se sienta en la cama de Jaz.
— Emm... Esa es la cama de Jaz. La tuya es la de enfrente.
— A mí me gusta esta. Seguro que la ocupó porque es la que tiene mejor colchón, así que yo me quedo acá.
Suspiro y dejo a Bruno sentadito en el piso. Sí, parece que está bastante tranquilo ahora mismo. Pero yo no lo estoy, tengo ganas de matar a Tefi.
— Andate de la cama de Jaz o se lo diré a Tina.
— ¿Vos me vas a obligar a mí a no dormir en la cama de tu amiga? ¿Una huérfana mugrosa como vos que se acostó con un hombre que no supo cuidarse bien? Me das pena, ¿sabes Marianella? Mucha, pena.
No me resisto. La pego una cachetada fuerte y ella cae en el colchón quejándose.
— ¡BRUTA!
— No jodas más — me separo y agarro a Bruno del piso —, ahora voy a llamar a Tina. Y deshacé vos la valija, que yo no soy la criada de nadie — me doy la vuelta y me voy enojada del cuarto. Tefi sigue reprochando.
La guerra se ha abierto, Tefi contra los chicos. Nosotros somos más, así que ella será la que tenga que adaptarse.
-...-
Narrador:
Bartolomé aquel día tenía una cita en el Tribunal de Menores. Los chicos no lo sabían, pensaban que todo ya había cambiado. Pero después de una denuncia del padre de Dolores a don Bartolomé Bedoya Agüero, el director del Hogar Mágico, debido a que su hijo había tenido relaciones sexuales con una de las pupilas menores a su cargo. Ahí, Barto se había metido en un grave problema.
Las Autoridades luchaban desde el día de la apertura del juicio por sacar a Marianella Rinaldi y Bruno Bedoya Agüero del Hogar Mágico y mandarles a otro lugar. Seguramente un instituto de menores, por el mal comportamiento de Marianella y sus antecedentes de peleas con internos, celadores, robos, etc...
Barto tenía miedo, mucho miedo de que Thiago y Mar fueran separados. De que se llevaran a Bruno a otro lugar y que Thiago y él jamás pudieran volver a verlo. Porque Bruno, su nieto de corazón, era una de las personas más importantes en su cambio. Bruno era su vida, un bebé simpático, sonriente, que le alegraba todos los días.
Barto iba pensando en todos los problemas que habían llegado después del nacimiento de Bruno. En esa horrible denuncia. Se jugaba ir preso, que todos los chicos fueran separados, que su propio hijo terminara en un orfanato. Y nunca se iba a permitir que a Thiago le pasara eso.
Teniendo la cabeza y los pensamientos totalmente ocupados, no se dio cuenta de que el semáforo estaba en rojo y que un auto estaba justo delante de él parado. Fue entonvces cuando chocó contra el auto. Ese momento lo cambió todo... Para siempre. Tal vez a mejor...
-...-
Narra Thiago:
— Tefi es odiosa — determina Jaz mientras hablamos entre los cuatro en el cambio de clase de inglés a literatura.
— Y tanto, además, ¿vieron lo flaca que está? Da asco — dice Tacho.
— Bueno, no se metan con el aspecto de uno. Pero le doy la razón a Jaz, es odiosa — dice Rama.
— Yo mientras que no la haga nada malo a Mar...
— Mar, Mar, Mar... ¿No podés hablar de otra cosa que no sea Marianella Rinaldi? — bromea Tacho dándome un golpecito en el hombro.
Niego con loa cabeza:
— Solo pienso que nos queda menos de un mes para casarnos.
— Aww... ¡SON TAN TIERNOS! — exclama Jaz.
De repente mi celular comienza a sonar. Lo miro, es un número que no conozco.
— Atendé — dice Tacho.
— Sí, la clase está a punto de empezar. Tal vez es algo importante.
Atiendo por tanto:
— ¿Thiago Bedoya Agüero?
— Sí, soy yo.
— Llamo del Hospital.¿Hospital?
— Perdona si le molesto, pero le llamo por su padre. Don Bartolomé Bedoya Agüero.
— ¿Qué pasa? ¿Qué ha ocurrido? — el corazón se me queda atravesado en la garganta.— Don Bartolomé ha tenido un accidente de auto.
Oh, no, papá... Dejo de respirar.
— Será mejor que vengas rápido. Estamos muy preocupados por su vida.
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Padres Adolescentes 2 - Continúan los problemas
FanfictionDe regreso en el Hogar Mágico, Thiago y Mar se enfrentan a la crianza de su hijo Bruno, la cuál no va a ser nada fácil. Por su parte, Jaz y Tacho, comienzan a tener relaciones sexuales sin ningún tipo de protección, de la cuál, nacerán consecuencias...