CAPÍTULO 18: "La duda"

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Narra Jaz:

Tina justo había tenido que irrumpir en ese momento en el baño. En un momento tan importante en el que yo le estaba contando a Mar mi primera vez con Tacho. Seguro que Tina se iba a enojar, el año pasado ya habían tenido problemas con Mar y Thiago, ya que justo ella había quedado embarazada. Si Tina se enteraba de que me podía estar pasando lo mismo, podíamos tener un problema.

— De nada — responde Mar al rato.

— Sí, pasa algo — ella suspira y entra dentro del baño —, se respiran nervios en el ambiente. ¿De qué están hablando?

— Emm, de que Mar tuvo problemas con Thiago ayer a la noche, pero ya se han arreglado — digo, rezando para que nos crea y que no nos pase nada más.

— ¿Solo eso? — Tina levanta una ceja.

— Sí, solo eso — responde Mar.

— Bueno, espero que no hayan mentido. Porque yo, Justina Merarda García, siempre termino enterándome y sabiendo todo. Vayan a desayunar ahora — Tina sale del baño y vuelve a dejarnos solas a Mar y a mí.

Mar me mira nerviosa:

— Te voy a decir unas cosas, y te lo digo con experiencia porque la tengo, Bruno es lo mejor que me pasó en la vida, pero a nuestra edad tener un pendejo no es la mejor opción. Por eso le tenés que preguntar a Tacho, si es verdad que se cuidó o no se cuido o de verdad lo que pasó ahí. Se acostó con vos, tenés derecho a saber. Además, él fue el primero que cuando Thiago no se cuido, lo retó. Así que es posible que él se haya cuidado. Pero para saber le tenés que preguntar.

— Me da cosa Mar. Pensar tan solo que me acosté con él me da mucha vergüenza.

Mar suspira:

— Hace lo que quieras, si necesitas ayuda, sabés que la tenés — Mar sale enojada del baño y regresa a la cocina.

Sé muy bien que tengo que hablar con Tacho si no quiero tener el mismo problema que tuvieron Mar y Thiago hace un año, pero por la otra parte está la vergüenza de preguntarle.

-...-

Narra Mar:

Regreso a la cocina y encuentro a Thiago dándole la mamadera a Bruno. Sonrío y me acerco a ellos:

— ¿Qué quería Jaz? — me pregunta Thiago rápidamente.

— Preguntarme una cosa. 

— Preguntarme una cosa.

— ¿Algo malo?

Niego con la cabeza.

— Nada importante. ¿Qué tal come Brunito? — pregunto sonriendo mientras le agarro de los piecitos a mi hijo.

— Muy bien come el enano, ya es muy grande — dice Thiago sonriendo —. Grande y hermoso se va a hacer.

— Obvio, grande y hermoso como sus papás — digo sonriendo y le doy un pico a Thiago, "el besito de la reconciliación". Pero en ese momento, Tina entra en la cocina, dispuesta a hacer el desayuno, y además, dispuesta a que la cuente que me ha dicho Jazmín.

— ¿Qué pasó con la gitana Mar?

Suspiro:

— Ya la dijimos que no pasó nada, tan solo que me peleé con Thiago y se lo estaba contando. nada importante, pero ya nos hemos arreglado, ¿verdad mi amor?

Thiago asiente con cara de no entender nada. Pero, debo guardarle el secreto a Jazmín, tampoco debo contárselo al amor de mi vida.

— Solo la voy a decir una cosa, si esa no es la verdad, las voy a retar en serio.

— Esa es la verdad Tina — intento sonreír.

— Más vale.

-...-

Narra Tacho:

Me despierto. Anoche lo hice con la gitana. Fue increíble, sin duda. Aunque se que la gitana no estaba demasiado convencida cuando lo hicimos. Pero, yo no la obligue. Debo contárselo a alguien, ¿a Thiago? Él al menos tiene experiencia, y va a saber responderme. Así que me levanto, me baño, me visto y voy a la cocina, donde mientras Tina prepara el desayuno, Mar y Thiago desayunan con Bruno:

— Buen día — digo al entrar —. Hola Brunito.

Mar me mira de forma rara, por lo que empiezo a sospechar que Jazmín ya la ha contado algo. Miro a Thiago, el cuál me sonríe:

— Thiago, ¿podemos hablar después del desayuno?

— Sí, claro. ¿Pasó algo? Están todos tan raros esta mañana, me siento confundido — se queja Thiago agarrándose la cabeza.

— Está todo bien, mi amor — le responde Mar dándole un beso en el cachete —. No te preocupes que está todo más que bien.

Jaz es la siguiente en entrar a la cocina. Es tan linda... Ella se sienta al lado de Mar, y apenas me mira durante el desayuno. Tras desayunar, y antes de ir al colegio, voy a hablar con Thiago.

— ¿Te puedo decir una cosa? — le pregunto.

— Sí, ¿lo de antes?

Asiento con la cabeza:

— Lo hice con Jazmín por primera vez.

Thiago levanta una ceja, sorprendido:

— ¿En serio?

— Sí, lo hicimos anoche.

— ¿Y cómo fue? Bueno, vos me entendés. ¿Estuvo bien la gitana?

— Sí, al principio la costó un poco, estaba muy tensa, muy nerviosa, pero después todo fluyó.

— ¿Te cuidaste?

— Sí.

— ¿De verdad? — pregunta Thiago sonriendo —. Mira que Bruno quiere seguir siendo el bebé del hogar por bastante tiempo.

— Me cuide Thiago, de verdad te digo.

— Entonces bien. ¿Y hablaron después de hacerlo?

Niego con la cabeza:

— No sé como hablar con ella del tema Thiago, aunque te parezca raro, me da vergüenza tocar ese tema con ella. 

Padres Adolescentes 2 - Continúan los problemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora