Narra Mar
Pasó un mes... Todo seguía prácticamente igual. Mi relación con Thiago bien, aunque, todavía no nos habíamos casado. Barto seguía en coma, internado en el hospital. No había mejorado, pero tampoco había empeorado, más bien, según los informes diarios del doctor decía que se mantenía estable dentro de la gravedad. Si por alguien me dolía esa situación, era por Thiago. Lo visitaba en el hospital, todos los días, por la tarde, justo al salir del colegio. A veces yo le acompañaba, otras veces iba con Rama y Tacho, otras veces solo. Era real que Barto le había lastimado mucho en algunas ocasiones, pero Thiago siempre decía que: "Al menos él no le había dejado tirado".
Y eso era cierto. Barto, a pesar de que Thiago era su sobrino, le había criado como había podido. Le había dado muchas cosas, a pesar de que fueran simples cosas materiales. Pero, a veces, a un nene le interesan más las cosas materiales que cualquier otra cosa, y más si el cariño no se recibe por ninguna parte. Los autitos, los aviones a control remoto... Todas esas cosas tapan la falta de amor y cariño en algunos momentos.
En cuanto al resto de los chicos, nadase salía de la normalidad. A pesar de que se habían acostado, Jaz y Tacho seguían peleándose como nenes. Alelí y el resto de los chicos se divertían tanto como podían, siempre bajo la presencia de Justina, de Nico y en alguna ocasión de Malvina.
Malvina... Malvina y su extraña relación con Nico. Todos notábamos que en realidad ahí no había amor, tan solo capricho, y en especial, por parte de Nico. Malvina era una persona inmadura a la que solo la importaba su físico y estar casada con un hombre importante para el resto de su vida. Y, ¿a quién no? Pero bueno, muchas de las que lo han hecho, han sabido como fingir. Pero Malvina era tan hueca... Que metía la pata. Tanto en la vida diaria como en el amor.
Y Tefi... Tefi seguía siendo mala. Sí, mala. Era mi hermana, o, mejor dicho, mi hermanastra. Pero era mala. Le gustaba verme sufrir. También al resto de los chicos, pero sobre todo a mí. Cada día, la confianza de Thiago y Tefi era mayor, y eso me molestaba muchísimo. Los cuchicheos a la hora del desayuno, o al salir de clases... Y los: "No es nada importante" de Thiago cada vez que yo le preguntaba sobre qué hablaba con Tefi.
Y llegó un día, en el que me cansé. En el que quería saber la verdad. Así que, sin pensarlo dos veces, soy directa y le pregunto a Thiago:
— ¿De qué hablabas con Tefi ayer?
Thiago me miró, dedicándome una sonrisa tranquilizadora.
— De nada. Mar, no podés ser tan perseguida. Tefi es solo mi amiga, hablábamos de cosas normales, nada más.
— Si fueran cosas normales, me lo contarías. Cuando hablas con Tacho, o con Rama, incluso con Lleca, me cuentas. Aunque sean cosas de hombres. Pero lo que hablas con Tefi no — digo suspirando.
— ¿Tanto te molesta Mar? — Thiago suspiró también.
Asentí con la cabeza:
— Sí, Thiago. Me molesta. Sabés cómo soy y sabés que me molesta — respondo frunciendo el ceño.
— Hablamos de cosas de clase. De la gente, de los chicos... De vos. Pero son cosas que no tienen la mayor importancia. Cosas de amigos Mar, no tienen por qué importarte.
¿En serio me lo está diciendo? ¿Es joda? Hablan de mí y Thiago piensa que me da igual... Es completamente incoherente. Si algo me molesta en primer lugar es que jodan a mi hijo, y en segundo lugar es que hablen mal de mí a mis espaldas, y mucho más si se trata de mi novio, el amor de mi vida, mi prometido y el padre de mi hijo.
— Siento decírtelo Thiago, pero es patético. Es muy patético que pienses que estás hablando de mi con otra persona y que no me importe. ¿Acaso crees que no tengo sentimientos?
— Para Mar — Thiago me agarra de ambas manos y me mira a los ojos, sincero. Sí, creo que este Bedoya tiene mucha facilidad para mentir —. En ningún momento he hablado mal de vos, ni a Tefi ni a nadie. Puede que cuando me enojo diga tonterías, pero nunca diría cosas feas de vos, porque te amo. Muchísimo. Y estoy deseando que se arreglen las cosas para poder casarnos.
Justo en ese momento, cuando estaba a punto de responder a Thiago a sus estúpidas excusas, alguien toca en la puerta de nuestro cuarto.
— Pasa — digo yo mirando a Thiago como diciendo: "Más tarde hablamos. Esta conversación aún no ha llegado a su fin".
Jaz asoma la cabeza por un pequeño hueco de la puerta:
—¿Podemos hablar Mar? Es importante.
Miro a Thiago.
— Tan solo te la voy a robar un momentito Thiago, en 10 minutos te la traigo, sana y salva — Jaz sonríe.
— Está bien — dice Thiago —. Mientras le voy a dar de comer a Bruno, creo que tiene hambre.
— Le da hambre que su padre sea un mentiroso — me levanto, le doy un beso a Bruno en la frente y salgo del cuarto sin mirara Thiago. Después cierro la puerta. Hubiera cerrado aún más fuerte, pero, viendo que mi hijo estaba dentro, bastante relajado, no lo he hecho.
— ¿Qué pasó? — me pregunta Jaz, borrando la sonrisa de su cara.
— Thiago y Tefi pasan. No puedo verlos juntos, me da muchos celos. Además, cuchichean. ¡Hablan sobre mí Jaz! Te juro que poco a poco estoy empezando a desconfiar de Thiago. Me está hartando. Se piensa que soy estúpida, pero no lo soy.
— Mar, no sé bien si Thiago te está diciendo la verdad. Pero yo no creo que él quiera lastimarte. Porque te ama. No sabés la suerte que tenés de tenerle a tu lado, de que sea el papá de tu hijo...
Siempre con el tema de "Te ama", "Te quiere", "Es el papá de tu hijo", "Nunca te dejó sola" ... Pero ¿por qué mierda no me quiere decir la verdad?
— Mar, lo mío es peor. Te lo aseguro.
— ¿Por qué lo decís? — levanto una ceja. Jaz siempre suele ser exagerada.
— Ahora me arrepiento de no haberte hecho caso... Vos sabías como podía terminar todo esto, y me avisaste, porque me querés amiga, porque soy como tu hermana. Pero yo me lo tomé todo como un juego, y ahora estoy en un problema. En un grave problema.
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Padres Adolescentes 2 - Continúan los problemas
FanfictionDe regreso en el Hogar Mágico, Thiago y Mar se enfrentan a la crianza de su hijo Bruno, la cuál no va a ser nada fácil. Por su parte, Jaz y Tacho, comienzan a tener relaciones sexuales sin ningún tipo de protección, de la cuál, nacerán consecuencias...