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Advertencia: Hay ligero smut en este capítulo. Realmente es una tontería, no es muy explícito. Pero no piensen que este libro será puro smut, ya que no es el propósito.

Simplemente este libro trata temas algo maduros y fuertes, así que con o sin smut no habrá diferencia. Sin embargo, si les molesta, pueden decirme y en un futuro lo dejaré más implícito y sin narrar.

¡Gracias por leer y comentar! Las adoro, me animan a seguir 💖

I'll be the actor starring in your bad dreams.

Era inexplicable la necesidad de hablarle que sentía. Como si Jungkook fuese un imán, y Jimin su contraparte.

¿Acaso era su apariencia? No, había conocido a muchos hombres atractivos, él no era el único. ¿O sería su aura peligrosa y misteriosa la cual le llamaba a gritos?

De cualquier forma, era algo que no podía controlar. Oh, cómo desearía en un futuro haberse controlado.

Corrió un pequeño trayecto del lobby del edificio, saliendo por la puerta principal. Su objetivo estaba allí, silbando con las manos en sus bolsillos y la mirada perdida en ningún punto en específico.

No debía acercársele, no era una buena idea. Que Jungkook le hubiese hablado con normalidad en la cena no implicaba que siempre lo haría, y la idea de recibir un puñetazo no era para nada tentadora.

Pero se atrevió. Y eso fue un grave error.

-¡O-Oye, espérame!

Ante su voz, el de cabellos oscuros se giró sobre sus talones, fijando su vacía pero curiosa mirada en el de menor estatura.

-¿Qué quieres? -preguntó de manera directa y hasta ruda, logrando que las mejillas de Jimin se encendieran.

Quiso golpearse; ¿Debía tomarlo como un progreso a su ansiedad por haberse atrevido a hablarle, o una decisión descabellada y estupida?

-Lo siento... No quería molestarte... -suspiró, quitando el cabello de sus ojos-. Quería disculparme, te trataron muy mal y yo no hice nada... Lo siento.

¿Realmente se estaba disculpando por eso? No era su problema, y Jungkook se lo merecía, tanto por sus acciones anteriores como por lo que dijo en la cena.

Pero las palabras simplemente escapaban de su boca y no podía filtrarlas correctamente.

El menor sonrió, generando un brillo embriagantes en sus orbes, los cuales se fijaron en él con una intensidad bastante incómoda.

-Ya veo... Eres muy lindo, Jimin -metió su mano en el bolsillo trasero de su pantalón, sacando un empaque. Al verlo mejor pudo definir una chupeta rojiza envuelta en un papel transparente, y se la tendió al de cabellos naranjas-. Tómala como unas gracias.

Sorprendido, Jimin parpadeó, mirando brevemente la chupeta. Aquel gesto fue una sorpresa, no había comido una desde hace mucho tiempo.

Era un lindo gesto.

-Gracias... -sonrió algo apenado, tomando la misma con cierta inseguridad. Jungkook movió la cabeza, indicando que la comiera.

JUEGO TÓXICO | kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora