JUEGO TÓXICO | kookmin.

15

Oh, look what you just made me do.

•

Empujó su cuerpo fuera del departamento, jalándolo como si de una muñeca de trapo se tratase. La conmoción que llenaba el cuerpo de Jimin era tanta, que le resultaba complicado oponerse y salir de dicho estado. Su cuerpo seguía siendo jalado con rudeza por las escaleras que les separaban del lobby.

Jungkook se hallaba furioso, o quizás algo más que eso. Había esperado saber algo de Jimin al llamar a Jin, pero el chico afirmó que estaba solo con sus padres, por lo que el paradero del rubio se le hizo tan claro como el agua.

Una vez se hallaban cerca del auto, empujó el cuerpo de Jimin contra este, manteniendo un fuerte agarre contra su pecho al presionarle contra el vidrio del puesto del copiloto, casi deseando hacerlo más pequeño con un grito.

Pero había algo en los ojos de Jimin que le impedía drenar su rabia, algo en esos brillantes ojos avellanas que le imposibilitaba despotricar contra él. Y justo por eso, fue que se apartó con un resoplido, dando zancadas lejos de él.

-¿No vas a pegarme? ¡Anda, hazlo si te atreves, mocoso! -masculló el rubio, frustrado con todo mientras empuñaba sus manos y caminaba detrás del menor, cuyas manos se aferraban a su cabeza con un sollozo-. ¡Cobarde!

Jungkook terminó dándose media vuelta, ojos rojos tanto por la rabia como por el llanto que se asomaba.

(Tiene miedo, rabia, tantas cosas resumidas en su débil corazón.)

-¡No te voy a golpear! Joder, eres un mentiroso, Jimin -sollozó el menor, tomándolo bruscamente del brazo y zarandeandolo con cierta exprés de desespero-. ¿Por qué dijiste que irías con Jin? ¿Por qué me engañas?

Bajó la mirada, sintiéndose han pequeño bajo la mirada de Jungkook de la cual parecía brotar sangre. Sabía que era su culpa, se sentía culpable y como una pequeña basura.

Se mordió el labio, sin atreverse a mirar al menor cuya expresión denotaba dolor. -Lo siento...

(En otras instancias, no dejaría que alguien le hablar y le sujetara de esa forma tan brusca.

Pero es Jungkook, quien hace que sus piernas tiemblen y que se sienta tan débil con una sola mirada.

Sabe que no es sano, que hay algo mal. Recuerda la charla con Tae. Pero no puede evitarlo.)

Jungkook le jaló hasta el auto, casi lanzándolo al asiento del copiloto sin mirarle ni por un segundo. Era obvio que seguiría molesto por un buen rato, y algo le decía que la charla continuaría de alguna forma u otra -probablemente terminaría mal, eso era obvio.

Jimin suspiró, con sus manos temblando mientras su teléfono vibraba entre ellas. Podía ver una llamada de Jin iluminando la pantalla, y a la vez una de Hoseok. -Apaga el teléfono.

Quiso protestar, pero definitivamente enojar a Jungkook era un no-no para él. Presionó el botón de desbloqueo, esperando hasta que la opción para apagar se reveló.

Con el teléfono apagado, se atrevió a mirar de soslayo a Jungkook. Su mente divagando por tantas cosas estúpidas, como por ejemplo, por alguna razón Jungkook siempre usaba chaquetas. En ese momento usaba una de cuero negra, con una camiseta del mismo color algo desteñida y pantalones de jean que apretaba sus trabajadas piernas. -¿Cómo supiste que estaba allí?