✦Habían pasado cerca de dos semanas desde esa llamada. Durante ese tiempo había tratado de no pensar en Jungkook, y estaba yéndole más o menos bien. Ahora trabajaba en el turno de la mañana, y tenía la tarde libre para sí, de hecho había pensado en buscar un segundo empleo.
Chayeol no había vuelto a llamarle, supuso que estaba muy ocupado al empezar a trabajar en una empresa de renombre en Busan.
Se había unido más a Jin, Nam, Hoseok, Tae y a Yoongi. De hecho conoció a la novia del último, Suran, y descubrió que era psiquiatra y terapeuta, por lo que se quedó con su numero ante la celosa mirada del pelinegro.
Tae era tan amable y dulce, que se sentía culpable por siquiera sentir envidia de él. Jungkook era una lacra, sin duda alguna; logró forjar en él sentimientos negativos hacia un chico tan bueno como Taehyung.
Y Hoseok era tan amigable y divertido, incluso vio películas en compañía de él y su pareja hacia unos pocos días. Namjoon y Jin no se quedaban atrás, invitándolo a cenar dos veces a la semana -por lo que veía, Jin cada vez vivía más con Namjoon.
Todo estaba... bien.
Sus cortadas habían cicatrizado. Ahí estaban, una de ellas algo hinchada y notable, como un cruel recordatorio de cómo se había dejado llevar por la desesperación.
Jungkook no lo valía. Ni un poco.
Y para su buena suerte, la sertralina había empezado a hacer efecto.
Aquella noche era de fiesta. Los chicos estaban alegres, sobretodo porque Jungkook ya ni se les unía casi en salidas -algo le decía que el chico había discutido con Jin. Pero claro, a su primo político no le agradaba la idea de que se alegraran por eso.
A Jimin le daba igual. No, no le daba igual, pero quería convencerse de eso.
Los seis chicos junto a Suran se habían ido a beber a Ma City. Y sin duda era un buen rato.
-Les juro que puedo tocar la flauta con mi nariz, ¿Por qué no me creen? -musitó Hoseok, portando un adorable mohín mientras su novio Taehyung se reía sentado en sus piernas.
-Es cierto, yo lo vi hacerlo -asintió Yoongi, recibiendo una incrédula mirada de su novia, acto que respondió encogiéndose de hombros.
Jimin se rió, disfrutando de lo que significaba ser feliz. Taehyung besaba a su novio en la mejilla, y Namjoon y Jin bailaban en la pista con torpeza pero sin dejar de verse adorables. Incluso Yoongi se veía animado, haciéndole caras tiernas a su novia, las cuales esta besaba con cariño.
Y luego sintió algo de amargura. Él también deseaba algo así.
Pidió otra margarita, la cual disfrutó cuando le fue entregada. Sobretodo aquel fuerte sabor salado y agrio a la vez. Tanto, que le fue difícil sentir cuando un toque se hizo presente en su hombro, y un hombre de contextura gruesa y rasgos varoniles ya estaba junto a él.
-¿Quieres otro de esos, muñeco? -preguntó el hombre, bajando su mano por la estrecha cintura de Jimin hasta su trasero. Hedía a licor.
Asco, asco, asco.
-No, gracias.
Se levantó de su asiento, tomándose la margarita de golpe ante la sorpresa del hombre desconocido.
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JUEGO TÓXICO | kookmin.
FanfictionJimin era simplemente el recién llegado en aquel grupo de amigos tan disfuncional. Jungkook era la oveja negra de ese grupo. Caer en manos del otro fue lo peor que les pudo haber pasado. ─┈ Solo espero que no te le acerques, Jimin. Jungkook es un t...