12. "Reglas"

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Mire a otro lado menos a ver su cara, lo menos que quería era ver su cara de satisfacción al verme sufrir, me imaginaba cómo es posible que los asesinos pueden disfrutan el dolor y el sufrimiento ajeno. Me limpie las lágrimas que quedaban con mi suéter y respire profundamente, sentía como el rencor y el odio llenaban mi alma con cada minuto que pasaba.

—Ryan, déjame solo con tu hermana, después hablamos— sentí como Ryan cerró la puerta dejándome sola con el idiota de Jason McCann. Sentí como él se sentaba en la cama, yo seguía con mirada hacia el balcón y con los brazos cruzados. Sentía como su profunda mirada estaba clavada en mí, no le tome importancia y seguí en la misma posición.

— ¿Qué diablos quiere? — por fin me anime a hablar, había sonado dura, fría, seca, eso quería hacer, si quiere ver sufrir a alguien que busque en otra parte.

—Que agresiva— susurro suficientemente como para que yo escuchara— Sabes, deberías estar más relajada, estas muy tensa ______—ahora si me había hartado.

— ¿Relajada? —Me acerque a él furiosa— ¡¿Cómo me voy a relajar cuando unos idiotas tienen secuestrada a mi madre y yo no puedo hacer nada para salvarla más que casarme con un estúpido?! — lo golpee en el pecho varias veces y Jason con sus brazos detuvo los golpes fuertemente y me acerco a él.

— ¿Sabes? Sino fueras tan enojona esto sería mejor— murmuro sin soltar mis brazos y viéndome a los ojos— Te casaras conmigo quieras o no, no tienes otra opción, hasta dormirás en la misma cama que yo— susurro esto y sonrió maliciosamente, se fue acercando a mi cara y yo por un momento me sentí ¿atraída? No lo sé, era un sentimiento demasiado extraño, jamás lo había sentido por nadie, me dispuse a ver sus labios, eran carnosos y rojizos, me mordí el labio ante mis pensamientos, sentía su aliento en mi boca, mi mente deseaba separarme de él pero mi cuerpo decía otra cosa muy diferente, después sentí como él se alejaba de mí y me soltaba al mismo tiempo y salía de la habitación dejándome sola de nuevo. No podía creerlo todavía lo que acababa de pasar, ¿Por qué pensé eso? Era una locura, no podía gustarme un asesino. Me senté en la cama tratando de relajarme, de mantener mi mente fría, sin ningún pensamiento, sin nada que me atormentara. De tanto pensar sentí como me quedaba dormida poco a poco.

Narra la escritora.

Jason seguía afuera de la habitación tratando de saber la razón por la cual se sintió atraído por ______, había algo en ella que le gustaba y mucho. Pero no podía enamorarse, simplemente no podía. Mucho menos de ella.

Se dirigió de nuevo a la habitación en donde seguía _______, entro a la habitación y vio a ______ profundamente dormida, por un momento se le hizo adorable, pero negó con la cabeza tratando de sacar esos pensamientos. Necesitaba hablar con ella, así que se acercó a ella lentamente y la movió lentamente con su mano hasta que ______ abrió los ojos lentamente hasta encontrarse con la mirada de Jason.

___________.

Sentía como una mano estaba en mi hombro moviéndome, no quería despertar, estaba demasiado cansada, la situación me cansaba demasiado. Abrí los ojos pesadamente y me encontré con Jason, sus ojos profundos mirándome, él era demasiado misterioso, como si su crueldad fuera causada por algo del pasado. Me senté en la cama y Jason se sentó a un lado mío, ¿Qué quería? Estaba nerviosa, él me ponía nerviosa, no sabía la razón por la que yo actuaba así, era algo estúpido.

— ¿Qué quieres? — dije pesada, el volteo para otro lado de la habitación.

—Solo quería aclarar las reglas— ¿Reglas? ¿De qué demonios habla?

— ¿Reglas? —murmure confundida.

—Si reglas, cuando nos casemos— dijo con la mirada seria, bufe.

—Ah. —dije con fastidio.

—Primera regla, ni se te ocurra escaparte, corre en peligro la vida de tu familia— lo fulmine con la mirada y mire para otro lado, me hartaba su presencia— Segunda regla, aunque no lo creas soy sociable y fingirás amor ante todo el mundo— Levante una ceja y lo mire incrédula.

— ¿Crees que yo fingiré amor por ti? — murmure con odio y Jason siguió hablando ignorando mis palabras.

—Tercera regla, tendremos luna de miel como toda pareja normal— sonrió con malicia y rodeé los ojos.

—Ni creas que me acostare contigo— pronuncie con desprecio y el soltó una risita lo cual no me hizo nada de gracia.

—Eres una amargada—dijo y yo lo fulmine con la mirada— Cuarta regla, dormirás en la misma cama que yo, quinta regla en nuestra casa te comportaras de buena manera, no quiero niñas berrinchudas— me cruce de brazos, era un idiota repugnante, si antes me había atraído, esa atracción se acabó.

— ¿Cuando nos casaremos? —susurre mirando a Jason, él sonrió.

—En un mes—dijo y se levantó de la cama.

— ¿Cuándo veré a mi madre? — lo mire y el volteo para otro lado— ¿Qué pasara con Ryan?

—Ryan se quedara aquí, y tu madre la veras mañana, o tal vez ahora, mañana nos iremos de aquí— dijo serio y salió de la habitación, suspire profundamente, vería a mi madre muy pronto, eso me emocionaba, pero ¿Qué iba a pasar con mi vida? ¿Con mi madre? Eso no entendía, y no entendía porque esto me tiene que pasar exactamente a mí.

El destino ya estaba escrito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora