63. "Confesiones y confusiones"

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Capitulo 63.

Sonreí emocionada ante sus palabras. Se escuchaba hermoso por parte de él, su voz tan perfecta y ronca, sus ojos mieles brillosos mirándome, y la forma en que lame sus labios con nerviosismo... es perfecto. Sentía que mi mundo se detenía con solo mirarlo a los ojos. Oh, estos efectos del amor.

—Lo estás haciendo de maravilla —dije, perdida completamente en sus ojos. Le sonreí de nuevo.

Sirvió un plato de lasaña enfrente de mí, se veía deliciosa. Luego, se sirvió para él lo mismo, y dos copas de vino blanco.

—Brindemos, por nosotros —alzó su copa, imité su acción.

—Por nosotros —chocamos nuestras copas delicadamente, y después cada quien tomó de la suya. Dejamos las copas en su lugar, y seguimos comiendo la deliciosa comida que él había preparado.

Después de varias horas de risas, conversaciones, besos y caricias, el crepúsculo estaba a su máximo esplendor. Ahora me abrazaba por detrás, mientras observábamos el atardecer, y la brisa del mar chocaba contra nuestras caras.

—Esto es demasiado romántico y cursi —gruñó, y me abrazó aún más fuerte, para después besar mis labios.

— ¿Qué prefieres que hagamos?

—Follemos —sonrió en mis labios, negué con la cabeza.

—Estás loco, Jason.

—Anda, ¿sí? —puso una mirada de niño inocente, ¡ni como resistirse! Oh, este hombre me dejaría embarazada en cualquier momento.

—Bien —suspiré rendida, posó sus manos en mi cintura, y me tomó entre sus brazos—. Que no se te haga costumbre, eh.

—Y a ti que no se te haga extraño, nena.

—Eres un caso perdido, Jason McCann.

¿Qué horas eran? Ya perdí la cuenta. Sólo sé que me sentía agotada, muy agotada. Pero al final, me sentía genial. Se podría decir que era feliz, y nada me puede arruinar esta felicidad. Excepto el dichoso contrato. Desearía no haberme enterado de su existencia. Aunque, podía sentirme bien después de todo. Jason me ama, yo lo amo, lo demás no importa.

Me levanté en mis pies, y me asomé por la ventana, ya se hacía de madrugada. Y nosotros aquí, teniendo nuestra merecida luna de miel. Mi ropa se encontraba en el suelo, la agarré, y me vestí lo más rápido que pude. No había rastro de Jason. Abrí la puerta para salir de la habitación, y me topé con él.

— ¡Oh, joder! Me asustaste —dije sobresaltada, llevé una mano a mi pecho, sintiendo mi ahora agitada respiración. Él solo sonrió apenado.

—Perdona, ¿lista para irnos? —me preguntó. Asentí con una sonrisa, y besé su mejilla dulcemente. — ¿Nomás eso? —dijo indignado. Negué con la cabeza, y planté un beso en su frente, para después tomar su mano y caminar, pero no logré mi propósito, ya que Jason me jaló hacia él y me besó en los labios. Se alejó, sonriéndome complacido.

— ¿Contento?

—Mucho.

***

— ¡Vaya! Hasta que por fin llegaron —refunfuño Ryan, justo cuando nos vio entrar por la puerta. Sonreí con inocencia, y me alejé de Jason para acercarme a mi hermano—. Estaba preocupado por ti —me dijo, y lo abracé.

—Tranquilo, estoy bien. Sólo necesitábamos un tiempo a solas —sonreí.

—No den detalles, por favor.

El destino ya estaba escrito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora