15. "Amelia"

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15.

Me lleve una mano al pecho sintiendo como mi corazón latía fuertemente, vi que entraba una señora de mayor edad, cabello un poco canoso y la piel arrugada, traía en sus manos unas bolsas que se veían pesadas, las poso sobre la mesa y suspiro, hice un ruido y se percato de mi presencia.

—    Oh, perdón, ¿te asuste? Cuanto lo siento— dijo tiernamente, se veía que era una buena persona, sonreí levemente apenada— ¿Eres ________ cierto?

—    ¿Cómo lo sabe? —pregunte curiosa, me agache y recogí la manzana del piso.

—    Que distraída soy, no me he presentado, soy Amelia Grunt, soy la ama de llaves de esta casa, conozco a Jason desde que ha sido un bebe, yo lo he cuidado durante todos estos años— sonrió y me sorprendí que una mujer tan buena como lo aparentaba ella haya cuidado a un idiota como Jason.

—    El no me conto de usted— murmure y le di una mordida a la manzana.

—    Si, el casi no cuenta de mi, pero yo sé mucho de ti chiquilla, y porque estás aquí.

—    Porque Jason y yo nos casaremos.

—    Conmigo no tienes que aparentar _______, se la verdad, que Bill te está obligando a casarte con Jason con una condición, tranquila pequeña—sonrió tiernamente, Amelia me daba confianza, sentía que podía contarle todo sin pena— ¿Cómo se comporta Jason contigo?

—    Es muy…—es un idiota, frio, estúpido, egocéntrico, pervertido— Jason.

—    ¿Muy ‘Jason’? —sonrió levemente— Te refieres a frio, egocéntrico y cortante.

—    Algo así— reí un poco y Amelia soltó una risita tierna.

—    Ya sabía que te referías a eso, pero Jason antes no era así, su pasado lo cambio repentinamente— hizo una mueca y saco algunas verduras de la bolsa de mandado y las poso sobre la mesa, dejándome con aquella duda, ¿acaso Jason antes era bueno? Es totalmente incierto, ¿amable él? Já, y yo me chupo el dedo.

—    ¿A qué pasado se refiere? — pregunte curiosa y dejando la manzana de lado.

—    Eso es algo que tu descubrirás con el tiempo chiquilla, yo no puedo decírtelo, lo lamento— hizo una mueca, abrió la puerta del refrigerador y metió algunas legumbres. Ahora yo como siempre quedaba con la maldita duda de siempre, tendría que averiguarlo por mi misma el pasado de Jason McCan, me tomaría tiempo descubrirlo, pero por la actitud de Jason, tal vez me tome demasiado tiempo. Me acerque a Amelia y le ayude a guardar la despensa. — ¿Qué se te antoja comer pequeña?

—    No lo sé—hice una mueca y ella sonrió y saco algunos productos y los poso en la mesa.

—    ¿Qué tal un rico spaguetti? —sonreí levemente, era mi comida favorita.

—    ¿Le puedo ayudar a prepararlo? —asintió y sacamos todos los ingredientes que ocupábamos, de vez en cuando yo picaba verduras y ella preparaba la pasta. Amelia era una señora muy divertida y amable, me recordaba mucho a mi madre…

Deje el cuchillo de lado y baje la mirada, la extrañaba tanto, se que la vería pronto, pero no me la quitaba de la cabeza. Amelia se acerco a mí y me acaricio el cabello.

—    ¿Qué tienes pequeña?— me pregunto tiernamente, trataba de contener las lagrimas, en realidad si extrañaba mucho a mi familia, pero no quería llorar, nunca me ha gustado llorar enfrente de los demás.

—    Nada, no es nada—la mire y sonreí levemente, que al parecer la convenció. Amelia siguió con lo suyo y luego de un rato dijo:

—    Puedes engañarme a mí, a Jason, a todo el mundo, pero no puedes engañarte a ti _____, no ocultes tus sentimientos como un cofre— me miro seria, tal vez tenía razón, estaba shockeada, por un lado me hacia reaccionar, porque yo jamás me he enamorado, no sé lo que siente ser ‘amada’ y que alguien te ame, porque mi vida ha estado llena de mentiras gracias a mi padre, muchos chicos me ha dicho ‘te amo’ y esas palabras son más que parte de una apuesta, razones suficientes por la que oculto mis sentimientos a los demás. Suspire profundamente, sentí como unos pasos venían hacia la cocina, mire a Jason entrar, lo mire y luego seguí haciendo lo mío. Sentí como él me agarraba de la cintura y besaba mi mejilla al mismo acto, se me hizo tierno, oh no. ¿Por qué lo hizo? ¿para aparentar delante de Amelia? No lo sé.

—    ¿Qué haces? —susurre confundida mirándolo.

—    ¿No puedo darle un beso a mi futura esposa? —sonrió levemente y levante una ceja.

—    Recuerda la razón de porque me casare contigo.

—    Porque nos amamos, lo sé—sonrió de nuevo, me estaba hartando.

—    Mi amor— sonreí, si quiere jugar a los esposos, juguemos.

—    ¿Si muñeca?

—    ¿Ahora haremos lo que tú siempre has deseado? —murmure en forma seductora, con un dedo delinee sus labios.

—    Solo si tu quieres— susurro y me apretó más hacia él, estaba logrando mi objetivo.

—    Pues… ¿te digo que quiero? —susurre cerca de sus labios, me mordí mi labio inferior. Jason se alejo de mi y se quito la camiseta, sonreí, estaba funcionando el juego, después agarro una silla y se sentó, poco a poco la sonrisa se fue desvaneciendo de mi cara.

—    Yo quiero comer spaguetti, ¿tú también querías eso? —sonrió divertido, lo fulmine con la mirada y me senté con él.

—    ¿Tenias que quitarte la camiseta para comer? —levante una ceja y rio.

—    No, solo lo hacía para seguir tu jueguito—siguió riéndose fuertemente, acepto que me dio una muy mala jugada, ¡es un idiota!

—    Eres un imbécil— le tire con una servilleta en su cara, dejo de reír y me la aventó a mí— ¡Hey! —me queje.

—    ¡Hey! —imito una voz aguda y le di un pequeño golpe en el brazo—Eres una inmadura, no aceptas que no pudiste seducirme—sonrió.

—    ¿Yo seducirte? —reí tontamente— ni que fueras la cosa más grande del mundo—seguí riendo y él se levanto de la mesa y me miro.

—    Yo puedo hacerte gritar en lo menos que cante un gallo— sonrió egocéntrico—Sino me crees pregúntale a las personas que han pasado por mi cama.

—    Si claro—rodee los ojos y Jason se acerco a mí.

—    ¿No me crees?

—    No—susurre segura. Aunque por dentro aceptaba que me estaba poniendo nerviosa.

El destino ya estaba escrito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora