《Treinta y Ocho》

5K 503 100
                                    

Oficialmente, Jos es un pendejo.

Plumas blancas por todas partes. Dos patas anaranjadas y escamosas. Dos lindos ojos a los lados de la cabeza. Un corto pico anaranjado y pequeño.

Creo que está era una de esas veces en las que realmente, el gato te come la lengua.

--- ¡TA RAAAAAA! ---exclamó Jos con una sonrisa, sosteniendo en sus manos lo que había sacado de la mochila.

--- Dime que es una broma, por favor. ---murmure con la parte inferior de mi barbilla casi en el suelo, de tan abierta que mi boca estaba.

--- ¿Me veo como que estoy bromeando? ---cuestionó y yo hice una mueca. Jos enseguida borró  su sonrisa y más bien parecía una mueca  ahora.--- ¿No te gusta?

--- ¡Si!... Sólo que... no lo sé... quiero decir. ----aclaré mi garganta.--- Acabas de sacar un pato de tu mochila, no sé como reaccionar a eso.

--- No es sólo un pato, _______. Es El Pato. ---dijo serio mirando al pequeño de pico anaranjado con gran interés.

--- No es qué te quiera incomodar ni nada pero... ¿Porqué trajiste un pato a mi habitación? ---pregunté con una ceja alzada.

--- ¿Y porque no traer un pato a la habitación de mi chica?

Por un momento quise sonreír al escuchar el "mi chica" salir de sus labios. Era tierno.

--- No es algo que pase todos los días. ---aclaré.

--- Ya veo... ¿Prefieres que te traiga un canguro?  Porque puedo conseguir uno. Tengo contactos, nena. ---dijo enseguida. Dios, Jos está demente.

--- ¿Donde encontraste el pato, Jos? ---pregunté intrigada.

--- Yo no encontré a él pato, El Pato me encontró a mi.

--- Okay sin duda me estas asustando. ---Jos rodó los ojos.

--- Iba camino a tu casa cuando accidentalmente mi teléfono cayó al suelo, lo tomé y ¡Pum! Un pato estaba frente a mi. ---dijo haciendo ademanes.

--- ¿Un pato a media noche, Jos? ¿Estas seguro de que no es un extraterrestre?

--- Un 97% seguro. ---dijo pensativo.

--- Oh por dios. ---murmure.

--- Carga a nuestra pequeña. ---dijo y casi al mismo segundo, puso el ave enplumada en mis manos.

--- Ay Dios... ---susurre.

--- Mientras venía para acá, estaba pensando en un nombre para nuestra pequeña pato, por que ya sabes, debe ser bueno o de lo contrario crecerá y lo odiara para siempre, así que... ---murmuraba.

--- Jos no podemos tener un pato. ---lo interrumpi sin más y éste calló enseguida. Fue exactamente igual que decirle que no a un niño sobre un cachorrito. Pero esto era distinto. No se trataba de un perro, sino de un pato.

--- Pero... es nuestra hija, ¿Como puedes decir eso? ---dijo enseguida algo dolido, cubriendo los "oídos" de el pato.

--- Lo que quiero decir, es que mis padres jamás me dejarían tener un pato. No tenemos donde ponerlo. Y además, seguramente soy alérgica a él.

Jos pensó por un momento, yo esperaba a que dijera algo.

--- Tal vez podamos cuidar a él pato unos días cada quién. Así sería más fácil. ---dijo con una sonrisa esperanzada, en verdad quería quedarse con el pato, y decirle que no a Jos, era jodidamente difícil.

--- Mí madre notará en algún momento que tengo un pato escondido en mi habitación.

--- Nunca notó cuando dormía aquí, pero claro, al pato si lo va a notar. ---se quejó Jos y mordi mi labio para evitar reír, se veía realmente lindo cuando se molestaba.

Jos deseaba que cuidaramos a él pato como si fuera nuestro hijo, lo cuál sonaba raro pero dulce al mismo tiempo. Así que... ¿Porque no ser parte de otra de las locuras de Jos?

Suspire y mire a Jos con los brazos cruzados sobre su pecho y un ceño fruncido en su frente. Era adorable.

--- Hey. ---dije y éste me ignoró.--- Jos. ---lo llamé y éste hizo una mueca. Rodé los ojos y tomé con cuidado su barbilla cubierta por una ligera capa de barba. Y lo hice mirarme, su mirada enseguida se suavizo. Besé sus labios, disfrutando de las miles de emociones que estos me brindaban y sonreí en estos.--- Creo que vas a ser papá. ---dije riendo al escucharme.

La manera en la que Jos cambio de ánimo de un segundo a otro fue realmente graciosa e inexplicable. Ahora sonreía enormemente y daba enormes brincos por toda la habitación, celebrando que había aceptado cuidar a el pato con él.

Dejó de saltar y me miró, fue hasta mi, rodeó mi cintura con ambas manos y unió nuestros labios una vez más.

--- Seremos padres pato. ---dijo tiernamente.

--- Seremos padres pato. ---dije lo mismo riendo un poco.

--- ¿Y como se llamará? ---pregunto. Sus ojos avellanas me miraron expectantes, buscando una respuesta.

--- ¿Patricia? ---pregunté y Jos enseguida negó.

--- Pensé en Phoebe. ---dijo y sonreí en respuesta.

--- Me agrada Phoebe. ---dije.--- Pero aún así buscaré en Internet. ---reí.

Casi de inmediato me senté frente a mi computador y teclee rápidamente, "Nombres para patos" lo cuál sin duda fue extraño.

--- Esto me recuerda a cuándo buscábamos por Internet, cómo aprender a besar. ---Jos rió tiernamente y sonreí grande al recordarlo.

--- Internet no se compara contigo. ---asegure mientras le guiñaba un ojo al pelinegro y este reía nervioso.

Después de una busca exhaustiva en Internet, una vez más no encontramos nada bueno.

--- Internet es caca. ---se quejó Jos.

--- Al menos lo es para nosotros.

--- Nunca nos ha dado respuestas, aceptalo. ---dijo rendido, tirándose al suelo.

Escuchamos un crujido y ambos miramos hasta el otro lado de la habitación, donde estaba el pato, comiendo unos pepinillos de la mochila de Jos.

Eso me dio otra señal de lo raro que era todo esto.

--- ¡Eso es! ---grito Jos después de mirar al pato por unos instantes.--- ¡Pepinillo! ---exclamó alegre.--- así se llamará

--- Creí que era hembra

--- Era. ---aclaró Jos.

--- pero...

--- ¡Pepinillo!

--- Pepinillo, entonces.

¿Cómo Aprender A Besar? © #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora