Un punzante dolor en mi mano derecha me hizo despertar poco a poco, una luz cegadora lastimó mis ojos por unos segundos, todo era desconocido.— ¿Dónde... —murmuré mirando a todos lados sin saber donde me encontraba.
Mire mi mano y vi que estaba vendada, tenía unas cuantas suturas, y dolía como un infierno.
— Enfermería. —respondió alguien del otro lado de la habitación.
Enseguida miré y me topé con una mirada familiar. Estaba recargado en el marco de una puerta, con sus brazos cruzados y sus ojos puestos en mi. Yo lo conocía.
— Eres Alonso... —murmuré.
— ¿Enserio? Siempre creí que tengo más cara de Néstor. —dijo con una mueca y una ceja alzada. Sonreí de lado.
— ¿Qué haces aquí?
— Esperando. —dijo sin rodeos.
— ¿Esperando a...? —pregunte Esperando una respuesta más específica.
— Que despertaras. Digamos que tengo que asegurarme de que estés bien. —dijo sonriendo.
— Gracias, supongo.
— Por nada, ricitos. —dijo refiriéndose a mi cabello.
Me senté en una de las pocas camillas de la enfermería y me estiré con cuidado, mi espalda dolía un poco.
— Cuidado, tienes suturas en la espalda. —dijo respondiendo a mis dudas.— Cuando caíste, algunos vidrios rotos lograron llegar hasta ahí.
— Vaya mierda. —gemí con dolor al sentir un dolor terrible en esa zona.
— Si, lo sé... —murmuró vagamente.— aunque lo que es una mierda peor, es qué hayas hecho tremenda estupidez, quiero decir, ¿Que creíste que pasaría cuando golpearas el espejo? ¿Qué mágicamente llegarías al país de las maravillas?
— Ojalá. —musité poniéndome de pie. Caminé tambaleándome hasta la puerta.
— Bueno, entonces creo que el conejo blanco se ha ido desde hace rato. Te desmayaste por un largo tiempo, y si no tiene cuidado, pasará de nuevo... --habló y casi pierdo el equilibrio, pero logró sostenerme a tiempo con una sola mano. — _________.
Estuvimos cerca por unos cuantos segundos y pude notar lo realmente lindos que eran sus ojos detrás de ese par de gafas grandes.
Nos separamos incómodamente y él aclaró su garganta, pero yo hablé antes.
— ¿Haz visto a algún chico por aquí? —pregunte alzando una ceja e intentando no tomarle interés.— Cabello negro, pestañas largas y unos cuantos centímetros más alto que yo. —describí rápidamente.
— No, no he visto a Jos. —dijo sin rodeos y mirando profundamente.— Ahora, si no me equivoco, creo que te toca... ¿Álgebra? --dijo con una mueca.
Bufé y mis ojos se pusieron en blanco rápidamente, demostrando mi terrible inconformidad ante aquella pregunta.
Ambos salimos de enfermería y comenzamos nuestro viaje por los pasillos de el Instituto.
— No iré a clases. Nunca más. —dije segura de lo que decía.
— ¿Enserio? —dijo incrédulo.— ¿Sólo tienen que decir Zorra, golfa y prostituta para que ______ Figueroa se ponga a llorar como bebé? —cuestionó con una gran seriedad.
— Cállate.
— Eres débil.
Pare de caminar y lo mire con una mueca de ofendida, mi boca se abrió y mis ojos también.
— ¿Disculpa? —dije.
— Lo que escuchaste. —hablo firme.
— Tú no sabes nada de mi.
— Sé que subieron un video de ti con Logan en un momento íntimo, sé que alejaste a Jos por una idiotez de la cuál ahora se arrepiente, y sé que no estas ni siquiera intentando no derrumbarte frente a todo esto. —soltó de pronto y lo miré seria.
— No puedes decirme que estoy haciendo mal si nunca has estado en una situación cómo ésta. —contraataque.
— Lo gracioso es que, si lo he estado, desde hace años. —dijo.
Me quede en silencio y justo cuando iba a preguntar acerca de ello, Alonso habló.
— Mis padres son homofobicos. —comenzó.— Dicen que es anormal, va en contra de todo lo que ellos saben, y que inlcuso significa el fin de la raza humana.
Hubo un pequeño silencio en el ambiente.
— _____, soy bisexual, ¿vale? —soltó.
De alguna forma eso me sorprendía, Alonso parecía todo un chico, uno al que le gustan las chicas, por completo.
— Sabes por mucho tiempo intenté que el maldito y sexy vecino de mi antigua casa no me hiciera sentir cosas... cosas fantásticas. —se dijo negando con la cabeza.— Pero un día deje de controlarme y sólo... termine en su cama, y yo fui real y genuinamente feliz.
Otro silencio inundó los pasillos.
— ¿y qué pasó?
— Mis padres me encontraron con él. —comenzó.— me obligaron a irme de casa, me dijeron que yo... que yo ya no era más su hijo.
— Eso es terrible...
— Lo fue. Pero justo cuando creí que nada podía ser peor, cuando llegue a clases, todos murmuraban algo. Decían que Jacobo, mi vecino, me había encontrado en su habitación, masturbandome con una de sus fotos.
— ¿Él dijo eso? —pregunte y asintió con tristeza.
— Había engañado a todos, y también me había engañado a mi. —dijo.— Sin hogar y sin amigos, decidí cambiarme de escuela. Pero a cualquier parte que iba... todos se enteraban de mi pasado... y me lastimaban.
— Justo como a mi. —asintió.
— En total me había cambiado de escuela más de seis veces en sólo un año. —mis cejas se alzaron con sorpresa.— Y sé que debería de haber estado devastado cada día de mi vida durante esa época pero... realmente no lo estaba del todo. Porque sabía que las cosas irían mejorando poco a poco. Huí de mi pasado por mucho tiempo, pero cuando lo enfrentas y logras vencerlo, se siente jodidamente bien. —explicó.
— La cosa es que no se si pueda hacer eso.
— A veces para hacer algo, sólo hace falta intentar. —sonrió y yo hice lo mismo.
Quizás tenía razón. Mi vida no se había acabado, no si yo no lo quería. Alejarme del mundo sólo me hace empeorar... quizás... quizás yo debería...
— ¿Has visto a Jos?
•••&•••
Lo prometido es deuda😂 aquí tienen su capítulo.
Parfavaaar no me maten si las deje con la intriga, o porque lloraron con este cap :(
Varias pidieron un capítulo feliz, y pues... creo que ya no hay :0 Ya tengo todo los capítulos escritos, hasta el final (el cual está cerca) y no hay más partes felices... ah no ser 🌚
Recuerden que si quieren que actualice, el capítulo debe llegar a 200 votos sino actualizaré el Sábado ;)
-iQueMxnkey
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¿Cómo Aprender A Besar? © #1
FanfictionNo sólo era la chica más inexperta del mundo, sino que no había dado su primer beso nunca, y por lo tanto, no sabía besar. Su único anhelo era poder besar al chico de sus sueños, pero su mayor temor era dar el beso incorrecto. ¿Como lo haría? ¿Como...