Jimin se encontraba abrazado a su almohada, soportando los feos calambres que traía el celo, eran una completa molestia, lo ponían ansioso, lo hacían sentir sensible y afiebrado, al menos si se mantenía tranquilo no se untaría de lubricante porque eso si era bastante desagradable. Ya había tomado los supresores por ello no tenía la poderosa necesidad de aparearse, aunque seguía queriendo mimos y atención, lástima que su hermano tenía que trabajar por lo que estaba solo y muy triste.
Escucho el timbre de la puerta principal, ante el estridente sonido murmuro maldiciones, envolviéndose más en sus cobijas, no quería que nadie fuera a molestarlo por lo que no abriría. Una desgracia que la persona fuera tan insistente, timbrando exactamente cada minuto, desesperante en todos los sentidos.
Se asomó por la ventana para ver quien perturbaba su descanso, encontrándose con la media mañana, ya con el sol en alto, lastimando sus hinchados ojitos pero calentando su piel de forma agradable. Sacó solo un poco su cuerpo para fijarse en la entrada principal, viendo la enorme silueta de su Alfa, bueno, aquello no estaba bien -¿Jungkook, que haces aquí?- El mencionado alzo su vista, posando su penetrante mirada en él, estremeciendo todo su interior, podía sentir la excitación liquida que bajaba por sus muslos, genial, solo una mirada del Lobo ya lo ponía, era toda una señal de alerta.
-Jimin, estas enfermo así que debo cuidarte- Declaro como si fuera una clase de decreto gubernamental, sacándole una sonrisa al omega.
-No estoy enfermo, estoy en celo y no puedes entrar, sería peligroso- El gatito mordió su labio inferior, avergonzado porque alguien los escuchara pero muy enternecido por la preocupación del Alfa.
-Lo entiendo, pero no es bueno que pases tu celo solo, estas sensible y débil, déjame cuidarte hasta que venga Yoongi, puedo controlarme si tomaste supresores- Su animal interno saltó de alegría, mientras el moría de ternura, olvidando su malestar general y como estaba vestido, bajo a toda prisa las escaleras.
Abrió con cuidado la puerta, dejando que todo su dulce aroma llegara directamente a la sensible nariz canina. Jungkook quedo estático en su lugar, podía sentir como su lobo se revolvía, saltaba como si quisiera salir, estaba tan en la superficie que no dudaba que lo lograría si seguía oliendo a Jimin. Definitivamente no había sido una buena idea pero ya era demasiado tarde, el minino agarro su brazo para meterlo en la vivienda, bloqueando la única ruta de escape, envolviéndolo en sus finos brazos, encapsulando su alrededor con el adictivo vainilla.
-Jungkoook- Ronroneo el gatito, frotándose mimoso contra su abdomen -Hueles demasiado bien- Eso era lo que necesitaba, el aroma a bosque lo relajo, ya no sentía los calambres, estaba vivaz, listo para jugar -Vamos a mi cuarto- Declaro para seguir jalando al Alfa que parecía un muñeco de tela.
En su cabeza sabía que estaba mal, quería decir no, menos ir a un lugar tan privado, no había estado nunca en el cuarto de un omega, ni el omega había estado en el suyo, era un santuario para los cambia-formas, aun mas intimo porque los omegas en celo crean nidos. Su parte consiente le ordenaba detenerse, pero solo él la oía, su cuerpo parecía dejarse guiar sin objeciones, como si todo estuviera bien.
El minino maullaba contento de la vida, era la primera vez que sus orejas de gato estaban fuera, haciendo juego con su esponjosa cola, el lobo sabía que aquello solo significaba que Jimin estaba totalmente perdido en sus instintos, pero él podía controlarse, nunca había entrado en celo y no liberaba feromonas, tenía todo bajo control, nada pasaría.
Al llegar al cuarto, otra potente carga de feromonas lo mareó, era demasiado, no entres, trato de razonar con su lobo pero fue inútil, Jimin ya lo estaba empujando a la cama, acostándolo en medio del colchón - ¿Te gusta mi nido?- Pero Jungkook no contesto, estaba rígido sobre la suave superficie, con sus ojos abiertos al máximo, los dientes tan presionados que comenzaba a doler. Se sentía atrapado entre las lindas formas de los cojines, la frazada peluda, los adorables peluches y para completar el cuadro al hermoso omega dueño del nido, que se posiciono encima de él, sentándose en los muslos del Alfa.
-Jimin- Las palabras salieron como un jadeo, su garganta quemaba reseca, estaba en un desierto, sin una gota de agua en días, esta fue la peor de las ideas, nada estaba bajo control, ni siquiera entendía como se estaba sintiendo, era como ese calor potenciado cuando Jimin lo estaba besando pero a su vez estaba una horrible frustración que no dejaba que la sangre fluyera libre por sus venas y arterias, estaba adormecido, como si todo estuviera yendo a su centro, no era nada que hubiera experimentado antes, carecía de referencias para saber cómo actuar.
El gatito comenzó a dar suaves caricias a las masculinas facciones de su Alfa, delineando la gran nariz entre besos húmedos, hasta dar un pequeño tirón a los labios contrarios -Te amo mucho mi Alfa- Ronroneo acariciando el amplio pecho debajo suyo -No dejare que salgas de nuestro nido jamás, eres todo mío- Las señales de alerta se prendieron totalmente, eso no se oía bien, bueno en verdad sí, pero debía estar fuera cuando la familia del gatito llegara o sería muy vergonzoso y el corazón del Alfa ya estaba sufriendo mucho en ese momento, no más emociones fuertes.
Jimin trató de besarlo, pero por el miedo a su reacción el Alfa lo rechazaba, tratando de evitar un contacto más lascivo, tenía que mantener todo en una línea inocente ya que los supresores solo hacían efecto si no había contacto sexual. El omega no pensaba igual y empezaba a molestarse por las evasivas de Jungkook.
-No entiendo, dijiste que ibas a cuidarme, eres mi Alfa debes encargarte, maloo- El minino comenzó a lloriquear con sus mejillas abultadas y sonrojadas cubiertas por las lágrimas, nadie rechazaba los mimos de un omega en celo.
-Jimin, lo siento, perdóname, no llores- El Alfa entro en pánico, tratando de limpiar el incontrolable goteo de los ojos del menor.
-No, eres malo, no me amas- Mordió con fuerza una de las manos del Alfa, sacándole una pequeña exclamación.
-No soy malo y si te amo un montón- Pero nada parecía calmar la rabieta del gatito, ahora entendía porque su madre y hermano le dedicaban todo el día al celo de sus omegas -Por favor Jimin- Trataba de acariciarlo pero este seguía mordiéndolo y las uñas del gatito también comenzaban a tomar acción, ya no tenía ningún control sobre el celo.
Rebusco entre sus memorias y recordó unos sucesos donde el celo de un omega se descontrolaba, detallando lo que hacían los alfas para calmarlos. Imitando el movimiento de apretar con un poco de fuerza la nuca, llenado de caricias rudas el punto erógeno, pronto el gatito dejo de lloriquear para ronronear, derretido contra sus caricias.
CONTINUARÁ
Esta nota para comunicar si están interesados, en mi nuevo proyecto, esta vez Yoonmin "Estréname", una idea que hace tiempo quería publicar, espero le den una oportunidad y como siempre disfruten de lo que escribo.
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C.A II "Amar y ser amado" [2]/Kookmin (Omegaverse)
Fanfiction"Necesito que aguantes, porque ten por seguro que mejorare y volveré para amarte como se debe" -Donde Jimin sigue siendo demasiado tímido pero eso jamás fue un obstáculo para que luchara por lo que quería. Continuación de "CRUSH Asperger" Pareja pri...