C.A II "Amar y ser amado" [2]/Kookmin (Omegaverse)

Especial IV: Una crítica al amor prohibido

Las uniones arregladas eran comunes en las manadas tradicionales, como la gran familia que eran, donde las crías convivían siempre juntas y todos cuidaban de todos, era primordial asegurar que todos sus integrantes tuvieran una pareja y que estas se llevaran bien. En el lapso de cinco años los adultos tenían sus crías; si la deidad del río que proveía a todos con la sagrada carne de la trucha, era justa, cada cachorro estaría emparejado apenas se presentaran. Ese fue el caso de Taehyung, como uno de los últimos omegas en despertar fue emparejado con uno de los Alfas mayores, BaekHyun.

Ambos congeniaban bien, Baekkie es el Alfa más genial de todos los tiempos, divertido en todos los sentidos, pasaron toda su niñez juntos, jugándole bromas a todos los osos de la manada y luego a todos los primíparos en su escuela. El mayor le enseño todo lo que sabía, era su modelo a seguir, no llegaba al amor pero si lo admiraba y respetaba.

No podía desear mejor compañero para tener cachorros, los dos querían una familia numerosa, montar un gran restaurante de trucha y entretenimiento, al lado del gran río, donde se efectuaran todos los eventos de la manada y fiestas infantiles, además que estuviera lleno de arcadias, en pocas palabras, un lugar que tuviera todos sus elementos favoritos. ¿Alguien podía soñar un mejor futuro que ese?

Su mejor amigo siempre fue Jimin, conoció al gatito porque los felinos adoran la trucha, eran parte de las creencias de los osos, así que siempre se encontraban en los eventos efectuados alrededor del gran río, donde después de salvarlo de casi ahogarse, se volvieron igualmente inseparables.

Siempre tuvo solo dos personas supremamente importantes, fuera de su familia nuclear. Los demás compañeros, aunque los apreciara, no ocupaban el pedestal de su pareja y mejor amigo, por ello cuando pensó que el gatito estaba flechado por un Alfa, quiso averiguarlo, como el buen metiche que era, además de jugarle una broma.

Allí fue cuando conoció a Hoseok, mentiría si dijera que no sintió nada en su primer encuentro, fue como ese jalón que te obligaba a voltear dos veces la mirada, pero él no buscaba ese dichoso amor, ya tenía suficiente por lo que negó cualquier avance del caballo, quien se comportaba excesivamente amable y formal cuando se encontraban en los pasillos.

Al final por sus amigos en común, terminaron siendo algo así como conocidos amigables. Él podía parecer distraído, pero no era tonto, sabía que el caballo se sentía atraído y había cierta química, pero se reiteraba que ya tenía pareja, nunca se lo dijo claro, porque no era oficial, aunque estuvieran prometidos, debía ser debidamente acortejado.

Hoseok un día cualquiera lo invito a una exposición de arte, nunca había ido a una antes, era totalmente contrario a su personalidad. Asistieron juntos porque el oso quería ver, sonaba divertido. Apenas conocía los estilos o los autores que se presentaban, pero los colores eran hermosos, mágico a los ojos del omega. Escenas retratadas a pinceladas, algunas tan realistas que parecían fotografías, como otros psicodélicos, que necesitaban imaginación para encontrarles miles de sentidos.

El Alfa le conto la historia de cada cuadro y amablemente pidió su parecer de cada obra, por lo que compartieron opiniones toda la velada, donde las palabras técnicas y expertas del caballo eran el opuesto perfecto a las palabras que salían sin mucha parafernalia del oso; que hacían reír ruborizado a Hoseok, porque las personas alrededor miraban mal cada intervención de Taehyung, lo calificaban como insulso e inculto, pero que para el Alfa mejoraron cada trabajo, esa exposición le pareció la más viva de toda su vida, solo superada cada vez que asistían a otra juntos.