C.A II "Amar y ser amado" [2]/Kookmin (Omegaverse)

El último regalo

¿Qué necesitaba un bebé? Cuando hizo esa pregunta, amablemente Seokjin le dio una lista de dos páginas, mientras su hermano mayor nombro lo esencial, que con el tiempo sabría que necesitaría, Tae solo respondió que mucho amor. Por su parte decidió no complicarse, ya estaba en el séptimo mes y todo parecía ir bien con la gestación, era lo único que le preocupaba. Jungkook era una situación diferente, con el nacimiento casi encima -porque de igual forma tendrían que adelantarlo, no era posible llegar a término- el Alfa estaba como loco, tratando de acondicionar toda la casa para tres revoltosos cachorros y cualquier precaución parecía poca.

La habitación que le perteneció por poco tiempo, la cual estaba totalmente acolchada, sería ahora de sus cachorros, él se mudaría con Jungkook al cuarto principal, donde tenían una cuna, por si alguno de sus bebés necesitaba dormir a su lado, aunque la mayoría del tiempo ellos estarían en su respectivo espacio siendo vigilados por esos monitores de audio y video, muy útiles, aunque sin un bebe que vigilar, llegaba a ser un poco perturbador monitorear una habitación vacía.

Luego de todos los extraños accesorios que seguían adquiriendo por cuenta propia o de sus conocidos, llegando a contar con una cantidad ridícula de juguetes que ya se esparcían por todo el departamento. Fue hora de pensar en la ropa, obviamente recibieron un montón por parte de sus madres, toda esa ropa tejida que guardaron de sus propias infancias y nueva, estas consistían en bodies simples de diferentes colores para facilitar la trasmutación de los cachorros, ya que estos tendían a estar más en sus cuatro patas que gateando.

A Jimin le seguía pareciendo encantador todos los accesorios, pequeñas botitas con lacitos y sombreros con orejitas de diferentes especies, hasta había uno con unos cuernitos tejidos, extraño pero lindo. Su madre había hecho varios vestidos, uno rosa, otro blanco con manchas amarillas, imitando el pelaje natural de su hijo y otro imitando el de Jungook, todos con una carita de gato en el centro, era realmente adorable, sus hijos se verían lindos con ellos.

Luego fue turno del corral donde sus pequeños pasarían horas jugando y durmiendo, de barrotes gruesos que aguantaran los traviesos colmillos de los cachorros. En fin, los últimos días fueron bastante agitados, siendo que el gatito solo quería dormir todo el día. No es como que no lo agradeciera, que sus amigos y familiares los visitaran y les obsequiaran cosas para los cachorros, lo apreciaba mucho, pero su humor no era el mejor, estaba muy irritado todo el tiempo.

Ahora se encontraban alistando tres bolsos diferentes para lo que sería el parto, porque mañana sería la cesárea, estar asustado era poco, la ansiedad de saber la fecha del nacimiento lo tenía pegado al techo. Cuando estuvieran en sus brazos, tal vez desearía volver a tenerlos en su vientre, parecía más fácil, por mucha incomodidad y rasquilla que le produjeran.

-¿Escribiste tu plan de nacimiento?- Eso había sido otra extraña petición del Alfa, especificar todo lo que quería para su nacimiento, relatando con detalle cada paso, aunque no lo vio muy necesario, acepto los pequeños caprichos que a veces tenía el lobo.

-Sí, está junto con todos los papeles médicos- Muchas veces se debatió entre que los anestesiaran por completo o estar consiente para ver a sus cachorros recién nacidos y aunque le temiera a las operaciones y demás procedimientos médicos, no se perdonaría no ver los primeros minutos de vida de sus hijos.

-¿Previste todos los contratiempos?- El felino rodo los ojos ya un poco exasperado, mientras terminaba de empacar los artículos de aseo.